Un Giro en la Relación

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Los días en Bridgerton House se habían vuelto más animados desde la llegada de Lord Everett. La presencia de Lord Everett había traído un aire de frescura y entusiasmo, y la mañana prometía ser especialmente agradable. El desayuno en el jardín se llenó de risas y conversaciones animadas. Thérèse, siempre elegante y serena, se despertó con una sensación de anticipación.

Lord Everett llegó puntual, llevando consigo un ramo de flores frescas. Su gesto fue recibido con calidez y curiosidad por parte de la familia.

"Buenos días a todos," saludó Lord Everett con una sonrisa genuina, entregándole las flores a Thérèse. "Pensé que estas flores alegrarían aún más su mañana."

Thérèse aceptó las flores con una sonrisa radiante. "Gracias, Lord Everett. Son realmente preciosas."

Anthony, con su característico sentido de protección, observó la interacción con una mezcla de interés y vigilancia. "Lord Everett, es un placer tenerlo aquí de nuevo. ¿Qué planes tiene para hoy?"

Lord Everett, manteniendo su cortesía natural, respondió con entusiasmo. "Tenía la intención de invitar a la señorita Thérèse a un picnic en mi propiedad. Hay un lago encantador donde podríamos pasar el día."

Thérèse se sorprendió gratamente por la invitación. "Eso suena maravilloso, Lord Everett. Me encantaría ir."

Violet observaba la escena con una sonrisa de aprobación. "Será una excelente oportunidad para que se conozcan mejor. Estoy segura de que disfrutará mucho, Thérèse."

Más tarde, Thérèse y Lord Everett se dirigieron a su propiedad en un elegante carruaje. La propiedad de Lord Everett era vasta y hermosa, con jardines meticulosamente cuidados y un lago sereno que reflejaba el cielo azul. Al llegar, fueron recibidos por un entorno idílico: una manta extendida con una selección de deliciosos alimentos y vinos.

"Este lugar es encantador," dijo Thérèse, admirando el entorno natural. "Gracias por invitarme."

Lord Everett le sirvió una copa de vino, su sonrisa revelaba un sincero deseo de hacer que Thérèse se sintiera especial. "Es un placer, señorita Thérèse. Quería mostrarle este rincón que significa mucho para mí."

Mientras disfrutaban del picnic, Thérèse y Lord Everett conversaron sobre diversos temas: sus pasiones, sus familias, y sus sueños para el futuro. Thérèse descubrió que Lord Everett era más profundo y sensible de lo que había imaginado. La conversación fluía con naturalidad y facilidad, y Thérèse se sentía cada vez más cómoda con él.

Después del picnic, Lord Everett sugirió un paseo en barco por el lago. Thérèse aceptó con entusiasmo, y juntos subieron a una pequeña embarcación. El lago era un oasis de tranquilidad, rodeado por un paisaje pintoresco y el canto de los pájaros.

"Señorita Thérèse, hay algo que quiero decirle," comenzó Lord Everett, deteniendo los remos y mirándola a los ojos. "Desde que la conocí, ha sido una luz en mi vida. Admiro su pasión, su fuerza y su belleza. Me gustaría conocerla aún más profundamente."

Thérèse se sintió conmovida por la sinceridad en sus palabras. "Lord Everett, usted también ha traído mucha alegría a mi vida. Me hace sentir especial y valorada."

La conversación se volvió más íntima mientras el barco flotaba en el lago. Thérèse sintió que se estaban creando momentos memorables, y aunque aún tenía sentimientos confusos hacia Julian, la sinceridad y el afecto de Lord Everett la hicieron reconsiderar sus opciones.

Mientras disfrutaban del paseo en el lago, Thérèse notó a lo lejos un grupo de personas acercándose en otro bote. Reconoció a Hyacinth y Gregory, acompañados por Benedict, quienes habían decidido seguirlos para asegurarse de que todo estuviera bien.

"¿Qué están haciendo aquí?" exclamó Thérèse, con una mezcla de diversión y exasperación.

Benedict levantó una mano en señal de paz. "Solo queríamos asegurarnos de que estuvieras bien. Además, Gregory insistió en venir."

Gregory, con una expresión de falsa indignación, se quejó. "¡Benedict, no es justo! Me obligaste a venir con ustedes, y yo solo quería pasar un buen rato."

Benedict, con un toque de severidad y una sonrisa de complicidad, le puso una mano en la boca para acallar su protesta. "¡Silencio, Gregory! Niños, ¿verdad? Sabes que no puedes quedarte en casa solo porque quieras. Y no te quejes, o te recordaré que la última vez que intentaste protestar, terminaste organizando la fiesta de cumpleaños de Gregory con un presupuesto muy limitado."

Gregory, visiblemente apenado, se encogió de hombros. "Está bien, está bien. Pero al menos podríamos haber tenido un poco más de libertad para explorar."

Thérèse, con una sonrisa, intervino. "Gregory, tienes 15 años. Ya no eres un niño. Eres el hombre de la casa, y eso significa que también debes encargarte de las responsabilidades."

Gregory, aunque aún un poco molesto, se rió. "Sí, Thérèse. Lo entiendo. Solo estaba bromeando."

Lord Everett rió, apreciando el sentido del humor y la preocupación de la familia. "Es bueno ver que su familia se preocupa tanto por usted, señorita Thérèse."

Al regresar a tierra firme, Lord Everett tomó la mano de Thérèse mientras se despedían de su familia. "Señorita Thérèse, tengo algo más que quisiera preguntarle. Me gustaría que nos viéramos más seguido. Quiero que esta relación sea seria y significativa para ambos."

Thérèse, con una mezcla de emociones en su interior, se sintió conmovida por su propuesta. Aunque todavía tenía sentimientos confusos por Julian, la sinceridad y el afecto de Lord Everett la hicieron reconsiderar sus opciones. "Me gustaría eso, Lord Everett. También quiero conocerle mejor y ver a dónde nos lleva esto."

Al regresar a Bridgerton House, Thérèse se sintió más segura y esperanzada sobre su futuro. Su familia, aunque inicialmente protectora, estaba comenzando a aceptar a Lord Everett como una posibilidad seria en su vida.

Esa noche, mientras la familia se reunía para la cena, Thérèse compartió sus pensamientos y sentimientos sobre Lord Everett con sus hermanos. Anthony, siempre el líder protector, asintió con aprobación. "Si él te hace feliz, entonces lo apoyaremos."

Colin, con su característico humor, añadió: "Solo asegúrate de que nos invite a todos a sus propiedades. Parece tener buenos lugares para picnics."

Benedict, más serio que de costumbre, dijo: "Estoy feliz por ti, T. Mereces a alguien que te valore y respete."

Hyacinth y Gregory, siempre entusiastas, aplaudieron. "¡Queremos saber todo sobre él!"

Thérèse, rodeada del amor y el apoyo de su familia, se sintió aliviada y llena de esperanza. Aunque el futuro aún estaba lleno de incertidumbres, sabía que, con la calidez y el apoyo de su familia, tenía la fuerza necesaria para enfrentar cualquier desafío que se le presentara.

Mientras el día llegaba a su fin, Thérèse se permitió un momento de reflexión. Miró hacia el futuro con una mezcla de anticipación y nerviosismo, sabiendo que, pase lo que pase, siempre tendría el amor incondicional de su familia para guiarla y apoyarla en cada paso de su camino.

Los Bridgerton: El Secreto de ThérèseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora