Mis ex están en todas partes.

Capítulo 7. Tierra Prohibida.

Capítulo 7. Tierra Prohibida.

Tan pronto como Jiang Weiqing pronunció estas palabras, se desató un gran revuelo.

Los dioses en el escenario se miraron entre sí, y los inmortales de abajo quedaron boquiabiertos.

Todos pensaban que Jiànjūn Qingheng era un devoto de la espada, y que por eso rechazaba a todas las inmortales que lo amaban. Pero si la Diosa Ruohua pudiera hacer que el corazón de Jiànjūn se interesara... Incluso si estuviera dedicado por completo a la cultivación y no tuviera interés en el amor, aunque fuera lamentable, aún se podría entender su rechazo. Después de todo, hay muchos dioses solteros que se dedican por completo a la práctica...

Pero lo que nunca esperaron fue que la razón dada por Jiang Weiqing fuera... ¡que por su querida difunta esposa, no podía aceptar!

¿Difunta esposa?

¿Jiang Weiqing tenía una pareja antes?

¡Un gran escándalo!

Los cultivadores son diferentes a los mortales, y cuando se casan, sus destinos se encuentran entrelazados. A menos que se separen voluntariamente, serían compañeros de por vida.

En el Reino Celestial, los dioses rara vez se enamoran, pero una vez que se casan, le serán fieles por siempre. Incluso si uno de ellos muere, el otro a menudo no volverá a amar a nadie más, y pasará el resto de su vida solo.

Que Jiang Weiqing declarara abiertamente que aún amaba a su difunta esposa, significaba que no solo la Diosa Ruohua, sino todas las diosas inmortales del cielo deberían darse por vencidas.

Nadie pensaba que Jiang Weiqing estuviera mintiendo, porque no había necesidad de hacerlo, podría haber rechazado directamente. Además, ¿quién usaría ese tipo de excusa para engañar a alguien?

Y al decir esto, parecía que Jiang Weiqing estaba deliberadamente utilizando esta oportunidad para dejar en claro sus sentimientos y cortar los lazos. Cualquier diosa inmortal con dos dedos de frente no se acercaría a él en el futuro.

Qiao Xuan miró hacia atrás.

Los discípulos de la Montaña Wanyuan que apostaron a que Jiang Weiqing rechazaría, ganaron mucho. Los otros que perdieron, aún estaban allí aturdidos.

Los discípulos de la Secta Chongming también tenían expresiones de shock e incredulidad en sus rostros, e incluso una hermosa discípula parecía haber sufrido un desengaño amoroso.

Incluso esos monjes de la Secta Budista del Oeste, que anteriormente se mantenían indiferentes a todos los chismes, ahora miraban sorprendidos hacia el escenario.

Wu Zimo estaba aturdido. Debido a la gran conmoción, comenzó a dudar de sí mismo y murmuró: "¿Jiang Weiqing tuvo una pareja? Como el sabelotodo de la Secta Guiyuan Jian, no tenía ni idea de esta noticia..."

Pero Qiao Xuan ni siquiera estaba de humor para burlarse de Wu Zimo. Su estado de ánimo era tan complicado como si el mundo se hubiera derrumbado. ¡Amor, amor, amor, maldita sea, tu esposa ya murió hace cientos de años, ¿recuerdas? ¿Puedes decir algo así?!

Empezó a ver cómo la situación se volvía en su contra, como si estuviera viendo una obra de teatro y de repente el escenario se derrumbaba. ¿Hay algo más desgarrador que esto?

Qiao Xuan quedó aturdido y desorientado allí de pie.

Desde que se reencontró con Jiang Weiqing, Qiao Xuan había sido muy cauteloso. Al enterarse de que la diosa Ruohua tenía interés en Jiang Weiqing, Qiao Xuan se alegró durante un tiempo, pensando que ahora Jiang Weiqing había alcanzado la cumbre de su vida, con una bella y adinerada dama, seguramente ya no se acordaría de él, un ex inútil. Pero ahora que Jiang Weiqing se declaraba en público, el corazón de Qiao Xuan se enfrió por completo.