Dai desliza los trates limpios del fregadero hacia las cajones superiores de la cocina, apilándolos con cuidado de no estrellar los bordes delicados de cerámica y de no estropear la madera vieja del pequeño mueble que a veces se infla por el desgaste y la humedad.
Lamentablemente, su delicadeza y su extremo cuidado no parece hacer feliz a su gruñón y desesperado amante que sigue mirándolo desde la encimera, frunciendo el ceño y haciendo pucheros cada vez que Dai toma otro plato con extrema lentitud.
— Hazlo más rápido — Orochimaru gruñe y muestra los colmillos, azotando sus uñas en la mesa como si quisiera hacer hoyos en la superficie. — Si se rompen, te prometo que te compraré platos nuevos, así que solo termina eso de una maldita vez.
El ofrecimiento de Orochimaru es tan noble y dulce que Dai siente ganas de llorar y darle un fuerte abrazo lleno de amor, solo que, obviamente, ese argumento no basta para hacerlo ir más rápido y no justifica romper toda una vajilla completa.
— No hace falta decir cosas como esas, Orochimaru-san — Dai suspira tranquilamente y se da la vuelta para mirarlo, dándole una sonrisa dulce. — Los platos están en perfectas condiciones y romperlos solo por ser impacientes sería un desperdicio. Además, ¡terminaré pronto!
Dai guiña un ojo de forma cómplice y feliz, pero Orochimaru no luce contento y lo observa como si no creyera sus palabras, angostando los ojos y levantando su kunai en una peligrosa amenaza de muerte.
Sin embargo, todo lo que hace es suspirar con resignación y recargarse en la mesa otra vez, dándole otro largo sorbo a su batido de chocolate que Dai le preparó esta mañana para el desayuno.
Después de que Orochimaru-san aceptó voluntariamente volverse su linda y pequeña puta personal, las cosas cambiaron radicalmente en su relación.
Por supuesto, Orochimaru se volvió completamente dócil y obediente en la cama, levantando el culo y abriéndose las piernas siempre que Dai se lo exige mientras gime obscenidades y hace rostros estúpidos como alguien que realmente se volvió un trozo de carne que solo sirve para exprimir su polla y que ya no puede pensar.
Pero obviamente Orochimaru piensa, de hecho, es un genio, un prodigio, un ninja de elite muy inteligente y muy valioso para Konoha y para todo el país del Fuego. Así que cuando no están teniendo sexo su pequeño amante recupera su capacidad de quejarse y lanzar insultos, siempre refunfuñado de un modo caprichoso y terrible que de alguna manera lo hace sentirse más y más enamorado de él, como si esa actitud tan malcriada lo llenara de ganas de castigarlo y luego consentirlo en un ciclo divertido e interminable, como si pudieran quedarse de esa forma para siempre.
Sin embargo, Dai quiere más.
Hasta ahora, su vínculo se fortaleció hasta el punto en el que Orochimaru desayuna con él y con Gai, pasando prácticamente todo el día en su casa mientras lo sigue a todos lados y le habla de sus misiones y sus amigos, lo que básicamente son solo quejas sobre la estupidez de Jiraiya e insultos hacia todos los shinobi de su escuadrón a los que no soporta.
Y lógicamente, Dai también se ha abierto íntimamente con su amante, contándole todo sobre su vida, sobre sus misiones secretas, sobre la forma en la que Gai crece, sobre sus pequeños logros y sobre la forma en la que ha lidiado con la discriminación, algo que siempre enfurece a Orochimaru porque cree que el plan de Hiruzen es estúpido y que -según sus palabras- Dai debería golpear a quien quiera cuando se le dé la maldita gana.
Aun así, todavía no es suficiente, todavía se siente como si fueran amantes fugaces que llegan buscando sexo y luego desaparecen como desconocidos. Todavía se siente como si un día Orochimaru simplemente pudiera aburrirse de él y salir de aquí sin darle explicaciones. Se siente como si no hubiera nada entre ellos dos además de sus recurrentes juegos pervertidos y las palabras sucias.
ESTÁS LEYENDO
Adorable enemigo
RomanceDai es el encargado de cuidar un pergamino secreto, sin embargo, en el cumplimiento de su misión un enemigo misterioso llega para robar el pergamino... y para cambiar por completo toda su vida. - DaiOrochi (Maito Dai x Orochimaru)