Capítulo 1

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Izuku desayunaba apaciblemente en casa, su madre platicaba con el mientras comían un emparedado de mermelada y un plato con yogurt.

—Entonces le dije a Uraraka-san que sería muy bueno ir a la montaña a estudiar la fauna y flora de forma que pudiéramos observarla en su propia habitad, y traer algunas muestras para analizar la salud de los organismos, sería gratificante...

—Recuerdo que antes te gustaba ir a la montaña con el niño de Mitsuki. —Su madre recordó a esa familia que había conocido en ese mismo vecindario aproximadamente hace 8 años.

—Si con Kacchan, de echo a mi no me gustaba tanto en ese entonces. —rio al recordar su yo del pasado.

—Recuerdo que te daba miedo cualquier animal o insecto que te encontrabas. —La madre río con nostalgia.

—Ya mamá no te burles, gracias a Kacchan pude conocer la verdad de la naturaleza, y lo impresionante que es. —Sonrió recordando a ese niño altruista sin miedo a nada.

—¿Y ya nunca lo volviste a ver? —preguntó la madre con curiosidad.

—No, desde que se mudaron ya no supe nada de él, ni siquiera encontré alguna red social donde pudiera ver fotos, solo recuerdo que teníamos doce años cuando el y sus padres se fueron. —eso lo entristeció, realmente siempre valoró su amistad con ese rubio cenizo, su primer amigo y también tristemente el primer desprecio lo recibió de él.

—Siempre fue una familia reservada, aunque Mitsuki siempre hablaba conmigo cuando los llevábamos al kinder. —la madre notó que su hijo se entristeció y mejor decidió cambiar de tema. —Ya que es sábado deberíamos hacer algo tú y yo, podemos ir a ver una película o ir los videojuegos que tanto te gustan.

—Pero mamá, ni siquiera juegas videojuegos. —el pecoso sonrió imaginando a su madre jugar como el lo hacía.

—Si pero me gusta ver a mi niño disfrutar de las maquinitas y más cuando... —el teléfono sonó interrumpiendo a la señora Midoriya.

Inko observó la llamada y con rapidez contestó.

—¿Si mi amor?

La madre se veía emocionada contestado esa llamada, obviamente era su padre que tenía dos meses sin verlo, su trabajo en el extranjero provocaba que solo pudiera verlo un par de días cada dos meses.

La mujer colgó y miró a su hijo con una sonrisa y con los ojos humedecidos.

—Hijo tu padre vendrá a casa.

—Que bueno madre, ya extrañaba verlo. —Dijo el menor compartiendo la emoción de su madre.

La tarde llegó y con ello la llegada de su padre, conocido como Hisashi Midoriya, trabaja en una gran empresa reconocida por vender los mejores electrodomésticos del mundo, por ello su trabajo era en el país de las oportunidades.

Entro por la puerta y miro a su familia que le sonreían, el devolvió el gesto.

—Inko, Izuku ¿Cómo han estado? —el hombre se acercó y abrazó a su mujer para luego acariciar la cabeza del peliverde.

—Bien amor, extrañándote. —la madre lloraba de alegría. —ansió los días en que te quedes en Japón con nosotros de manera permanente.

—Si yo también espero eso algún día. —el padre besó la mejilla de Inko y miró a su hijo. —Izuku ¿Que tal la universidad?

—Bien padre, tengo buenas notas y grandes amigos, también...  —Fue interrumpido.

—Se que no he pasado tiempo contigo, así que porque no salimos a pasear a algún lugar.

Kacchan y yo en prisión 🧡💚 (Bakudeku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora