Katsuki odiaba las multitudes, las personas que se le acercaban por puro interés, la ingenuidad y las cosas inútiles. Alguien que no podía valerse por sí mismo y que dependían de los demás para poder subsistir.
La prisión era una mierda, pero más mierda era su gente, que solo pensaban en cosas inútiles como el sexo y la crueldad sin sentido, solo para satisfacer sus más oscuros deseos.
Su abuelo era estricto con el, siempre lo fue y lo usaba para que hiciera el trabajo sucio de su empresa, por esas estúpidas decisiones el estaba en ese hoyo en el que lo único que tenía de afuera era su grupo de compañeros, fieles a él y reconocido aún en prisión como su líder.
Por eso cuando ese día escuchó a su mano derecha, Kirishima Ejirou decir que era mejor que se fuera a ese tipo en el suelo, sintió una especie de traición al querer esconder que ese prisionero se había tratado de meter con su gente.
Sintió coraje desmedido que ni siquiera observó el rostro del chico solo miró al pelirrojo con ganas de golpearlo.
•••
—¡Kacchan! —El pecoso sonrió ampliamente, una emoción emergió de él y se puso de pie.
El rubio giró su rostro para mirar esos ojos esmeraldas, pero a pesar de la impresión, no mostró emoción alguna.
Izuku pensó que el joven rubio no lo había reconocido, pues este le miraba tan indiferente y sentía frialdad.
—Kacchan, soy yo Izuku. —El menor se acercó más. —O como tú me decías, Deku.
—Se quien eres. —Katsuki le observó un poco más y se dispuso a sentarse en su lugar en el comedor dándole la espalda. —Largo de aquí Deku o te pateare el trasero.
El rubio no le miró después de eso y el peliverde se sintió devastado. Él extrañó mucho a ese malhumorado oji escarlata y este ni siquiera se digna a verlo.
Sus ojos se empaparon de lágrimas sin siquiera percatarse.
Los demás reos se burlaban de Izuku, pero este solo se quedaba viendo al rubio que comía sin prestarle atención.
—Oi, el chico sigue viéndote. —Habló Kirishima observando como el pecoso lloraba en silencio.
—Vete a la mierda traidor. —gruñó para después comer la espantosa comida.
—¿Quieres que lo golpee? —Habló Sero mirando amenazante a ese tipo que solo miraba a su líder con una expresión molesta.
—Haz lo que quieras.
Sero se puso de pie pero el pelirrojo lo detuvo.
—No lo hagas, parece que ellos se conocen puede que luego lo lamentemos... —Susurró al oído del pelinegro.
Katsuki alzó una ceja al notar el secreteo que tenían.
Pero en ese momento Izuku agarró coraje, se movió y se sentó en la mesa del grupo.
Todos se quedaron con la boca abierta por ver tal atrevimiento, hasta los compañeros de Katsuki no pudieron esconder la sorpresa de verlo sentado justo a lado de Kaminari un tipo que no había emitido palabra desde que Izuku se había acercado por primera vez.
—¿Cuando conociste a Kacchan? —Preguntó el peliverde a Denki.
—¿Hablas de Bakugo? —le siguió la corriente al tipo que tendría su funeral en el mismo día que entró.
—Si. —asintió con interés aunque el chico aún tenía lágrimas en sus ojos.
—Bueno trabajo para el desde hace un par de años... —Fue interrumpido por la voz del rubio cenizo, dirigiéndole una cara de muerte. Kaminari solo sonrió nervioso.
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Kacchan y yo en prisión 🧡💚 (Bakudeku)
Fanfic¿Quién lo diría que al entrar en prisión se encontraría a su amigo de la infancia con más de 8 años sin saber de él? Era extraño saber que sus caminos se cruzarían en un lugar tan fúnebre, rodeado de maleantes que querían hacerle daño, aunque para s...