CAPÍTULO 12: CLIMAX

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—¡En serio! ¿Van a arriesgar su vida por bandidos? —dice Richard.

—Esto se acabó, así que comienzan a empacar —dice Richard mientras guarda sus armas y entra a la casa.

Vasco se queda hablando con Rachel, mientras Enzo y Gustavo permanecen en el granero.

—¡YA ME CANSÉ! —grita Richard mientras habla con Ray.

—Se irán —dice Ray, tratando de manipular a Richard para que lo deje quedarse allí.

—Se irán —afirma Richard.

—Iré ahora mismo a buscar un abogado para que los echen de mi propiedad —dice Richard mientras se va en su caballo.

Llega a Relony y entra en la oficina de un abogado, un hombre confiable.

Marlon Adler es un abogado decente, con traje, pelo rubio corto. Tiene unos 35 o 36 años.

—Hola, señor —dice Marlon al ver a Richard entrar en la oficina.

—Hola, señor Marlon, necesito su ayuda con algo-.

Mientras en la granja:

Ray está limpiando su arma. Enzo habla con Gustavo, Vasco y Rachel están en el granero, y Margaret está sentada en la colina bajo del árbol.

De repente, Ray ve por la ventana y nota un humo saliendo del bosque que rodea la granja. Sale rápidamente, seguido por Margaret, quien corre a alcanzarlo.

Enzo observa desde el granero cómo Vasco y Rachel se acercan a Margaret y Ray para ver qué está pasando.

Enzo sale del granero justo cuando una horda de unas 20 personas emerge de los árboles, armadas con arcos, antorchas y dinamita.

Gustavo sale del granero, pero al ver esto, Enzo lo detiene y lo tira al piso. Miro a Ray asustado, pensando que él podría estar detrás de esto, pero nota que Ray está igual de confundido que él.

—¿Qué está pasando? —pregunta Enzo.

—No tengo idea —responde Ray.

—¿Dónde está mi padre? —pregunta Rachel.

—Fue a Relony —dice Ray.

La horda de gente se acerca y, entre ellos, destaca un hombre, el mismo con el que salió Gustavo en la emboscada del campamento.

—¡Son ellos! —dice Vasco.

—Devuélvanos a nuestro líder —dice el hombre en español.

—Señor, por favor —dice Enzo, tratando de hablar en español.

—¿Habla inglés? —pregunta Enzo en su limitado español.

—Claro, gringo, hablo ingles—responde el hombre en español.

—Por favor, ¿se puede llegar a un acuerdo? —pregunta Ray en español, intentando deshacerse de Gustavo.

—No queremos a nuestro líder a él lo tomaremos con nuestras propias manos. Venimos por venganza —dice el hombre.

—Mataron a mi marido —dice una mujer que Ray reconoce como la que lloró cuando él mató a uno de los hombres de su campamento. Enzo entiende esto, ya que la mujer habla en inglés.

—Queremos nuestras provisiones —dice otro hombre en inglés.

—Les daremos sus cosas si nos dejan en paz —intenta negociar Enzo para que todos salgan ilesos.

—¡Ya me cansé! —dice Ray mientras saca su arma y le dispara a uno de los hombres en la cabeza.

Todos reaccionan disparando, pero Enzo, Rachel y Margaret, confundidos, corren hacia la casa.

Ray y Vasco se quedan afuera luchando, pero eventualmente también entran.

—¡Margaret, tapa las ventanas! —ordena Enzo.

—¡Voy! —responde Margaret.

—Ray, vamos arriba y disparemos desde el balcón de la casa —sugiere Enzo, señalando el balcón que va de una esquina a otra de la parte delantera.

Llegan arriba y Enzo le da un rifle a Ray, mientras toma otro para él. Ambos se colocan a cada lado de la puerta al balcon. Enzo le da la señal para salir y, al mismo tiempo, patean la puerta, abriéndola y disparando a la horda de gente.

Enzo impacta a uno en el pecho, y Ray acierta a otro en el pie.

Enzo, con el ojo de duelo, logra acertar en la cabeza de tres personas, pero recibe una flecha en el hombro y cae al piso.

Ray se da vuelta y lo mira, pero continúa disparando. Enzo se apoya en la pared y comienza a quitarse la flecha, tratando de volver a la pelea. Mientras tanto, ve cómo Ray dispara sin parar hasta que finalmente logra quitarse la flecha y se pone de pie.

—Volvamos abajo —dice Enzo.

—Vamos —responde Ray.

Cuando están a punto de bajar, una bomba cae en el balcón. Al verla, comienzan a correr hacia la escalera para descender. Cuando la bomba explota, todo tiembla, y esa zona queda totalmente rota algunas maderas se desploman, cayendo al primer piso.

Margaret siente la explosión y ve cómo caen maderas. Al ver la escalera, observa a Ray y Enzo bajando, cuando de repente una ventana se rompe y entra otra bomba que destroza la cocina, donde afortunadamente no estaba nadie. El fuego comienza a expandirse.

—Hay un sótano oculto en la casa no nos encontrarán —dice Rachel.

—¡VAMOS! —grita Enzo.

Rachel corre hacia una parte de la casa y todos la siguen, pero una viga del techo cae, golpeando a Enzo y haciéndolo caer al piso.

Todos logran entrar al sótano, que es una compuerta debajo de una alfombra. Solo Ray se da cuenta de que Enzo cayó y lo mira con culpa. Sin embargo, al ver que nadie más lo nota, simplemente se mete al sótano y cierra la puerta.

Enzo queda tirado en el piso, mirando el techo. Utilizando sus últimas fuerzas, se para toma sus dos revólveres y patea la puerta principal, saliendo. Con el ojo de duelo, dispara a todos, descendiendo rápidamente por la escalera que eleva un poco la casa. Cuando se le acaban las balas de un revólver, saca un cuchillo, apuñala a uno y le quita el rifle. De repente, una bala lo derriba al piso. Cuando cae, ve cómo una silueta comienza a disparar y a matar a todos.

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