—¡Se los dije!— gritó el rubio alterado a sus amigos y novio.
¿Qué pasó? Bueno, volvamos unas horas atrás.
Los chicos habían salido del pueblo en la tarde para su viaje vacacional. Llevaban lo que necesitaban para su estadía en el bosque.
"¿Qué es lo peor que podría pasar?" Consejo, nunca digan esa frase.
Los cinco llegaron a la casa del bosque de Token. Clyde estaba muy emocionado pensando en las cosas que harían próximamente.
La casa contaba con tres habitaciones, un baño y una sala con cocina.
—Bien, esta es. Hay tres habitaciones, ¿cómo nos repartimos?— preguntó el dueño de la cabaña.
—Obvio dormiré con Tweek— mencionó Craig.
—Oh no. Alerta sexo— bromeó Clyde.
El rubio se sonrojó y se aferró al brazo de su novio, avergonzado por la broma. Craig solo rodó los ojos en señal de desinterés.
—Bueno, Tweek y Craig en una habitación— dijo Token
—¿Puedo dormir con Jimmy?— preguntó Clyde.
—No, p-porque roncas— negó el de muletas.
Clyde hizo un puchero y miró a Token. Este suspiró.
—Bien, supongo que puedes dormir conmigo—.
Clyde sonrió emocionado y abrazó a su amigo.
Todos fueron a sus respectivas habitaciones para dejar sus cosas. Luego volvieron a reunirse en la sala.
—La casa t-tiene Electricidad— dijo Jimmy.
—Así es. Lo que no hay es internet— mencionó Token.
—Estaremos bien unos días sin internet— mencionó Craig.
Tweek asintió varias veces. Para él era mejor no conocer que pasaba en el mundo exterior o entraría en una crisis de ansiedad.
—Bien. ¿Qué quieren hacer primero?— cuestionó emocionado Clyde.
Todos se miraron, y justo cuando Jimmy iba a hablar, sonó un trueno.
—¡Ack!— chillaron Tweek y Clyde a la vez.
Token soltó una pequeña risa por eso.
—Al parecer hoy no podremos hacer nada— afirmó Craig tratando de calmar a su novio.
—Bueno, podemos jugar un juego mientras pasa. Aunque creo que seguirá hasta mañana— mencionó Token viendo por la ventana. —Lo bueno es que la casa está en buenas condiciones—
Se sentaron en la mesa a jugar cartas. Clyde ya no chillaba cada vez que caía un rayo. Y Tweek estaba un poco más calmado. La lluvia pasaría en paz.
O eso pensaban. La lluvia empeoró, cayeron más rayos y los truenos no dejaban de sonar cada vez más fuertes. Eso alteró un poco a Tweek.
—No vamos a morir— mencionó.
—No no vamos a morir. Craig, dile a tu novio que no vamos a morir— mencionó Clyde tratando de esconder sus temblores.
—No pasa nada. Aún tenemos lu-...—
Antes de que Token terminará su frase, la casa completa se apagó.
—¡Ahora sí nos vamos a morir! ¡¿Y si entra un asesino?!—
—Tweek, cariño, cálmate. Aquí no hay nadie. Estamos bien. Solo se fue la luz. ¿Por qué no vamos a dormir? La tormenta pasará más rápido así— propuso Craig.
Los otros cuatro estuvieron de acuerdo. Pero antes de salir de la sala, una piedra rompió la ventana, dejando entrar gran cantidad de aire.
—¡Se los dije!— gritó el rubio alterado a sus amigos y novio. —¡Nos vamos a morir!—
Clyde se aferró a Jimmy mientras Token y Craig trataban de tapar el agujero en la ventana con la mesa.
—Por ahora será mejor dormir— dijo Token tratando de calmar la situación.
—Vamos Honey— Craig abrazó a su novio y lo arrastró hacia su respectiva habitación.
—Vamos Clyde— dijo Token arrastrando al más bajo hasta su habitación.
Jimmy los siguió. Sin duda un buen primer día de vacaciones.