Hoy es el día

Brindemos

POV Violeta

El sonido de la alarma del iPhone nos despertó a la mañana siguiente. Era una melodía insistente y repetitiva, un "brrring brrring brrring" que rompía el silencio de la habitación. Sentí los brazos de Chiara abrazándome por detrás, su cuerpo desnudo pegado al mío bajo la fina sábana.

Despertando lentamente, alcancé el teléfono en la mesita de noche para silenciar la alarma, el "brrring brrring brrring" había cesado finalmente. Me giré ligeramente en sus brazos, encontrándome con su rostro relajado y sus cabellos desordenados esparcidos sobre la almohada. La luz del amanecer se filtraba por la ventana, iluminando suavemente la escena que intentaba retener en mi mente.

Chiara murmuró algo inaudible, apretándome más contra ella. Cerré los ojos por un momento, disfrutando de su calor y la tranquilidad del momento. La noche había sido mágica, y a pesar del despertar abrupto, me sentía increíblemente feliz.

Con cuidado para no perturbar su sueño, comencé a acariciar suavemente el brazo que me rodeaba. Bajé la mirada hacia su rostro tranquilo, estaba tan guapa que decidí cambiar de planes y con un susurro travieso, le dije al oído: "¿Sabes qué hora es?". Chiara emitió un pequeño gemido, aún medio dormida, y se acercó un poco más a mí.

Continué jugando con su cabello con ternura, trazando círculos con mis dedos en su espalda desnuda.

- Es hora de despertarse, cariño- murmuré mientras depositaba un beso ligero en su mejilla. Chiara suspiró suavemente y abrió los ojos lentamente, encontrándome con una mirada cómplice.

- Creo que necesitamos un plan para empezar bien el día- sugerí con una sonrisa traviesa, acariciando suavemente su mejilla. Chiara respondió con una risita adormilada y giró lentamente su rostro para enfrentarme.

- Buenos días, preciosa- susurró Chiara, sus labios rozando suavemente mi cuello -No quiero que este momento termine.

Me estremecí ligeramente ante su tacto cálido y su voz suave. Atrapada por sus ojos brillantes, mi corazón comenzó a latir un poco más rápido -Entonces, no dejemos que termine- respondí con una sonrisa juguetona, acariciando su mejilla con mi mano libre.

Chiara rio suavemente y acercó sus labios a los míos en un beso suave y lleno de ternura. Nos abrazamos con más fuerza bajo las sábanas, saboreando el momento íntimo y especial que compartíamos en la calma de la mañana.

El tono estridente del teléfono rompió el ambiente íntimo que habíamos creado juntas. Chiara se separó sobresaltada, mientras alcanzaba el teléfono, lo miró con una expresión de confusión y ligera molestia.

- ¿Martin?- Chiara contestó con la voz ronca, mientras trataba de orientarse en la conversación.

Me quedé ahí, en la cama, observándola con ternura mientras hablaba con Martin. Escuché fragmentos de la conversación. Con su típico encanto y astucia, respondió con una excusa rápida y delicada, indicando que estaba ocupada y que no podía quedar. Desde donde yacíamos abrazadas, podía escuchar la dulzura en su voz mientras trataba de transmitirle a Martín la idea de que prefería quedarse.

- Hemos quedado para comer con Rus y Denna, podrías venirte- le propuso, sabía que le daba pena decirle que no.

"Ya me ha invitado Rus a la comida pero quiero que me acompañéis las dos a comprar una cosa antes de comer, porfi, sin ti no es Marruski"

Martin estaba siendo bastante insistente y veía como poco a poco Chiara estaba perdiendo la paciencia, por lo que tuve que intervenir.

- Cariño puedes irte con ellos no hay problema- intenté reflejar con suavidad.