Este capítulo contiene escenas sexuales, absténgase de leerlas en público ya que pueden tener efectos secundarios como por ejemplo, rojez en las mejillas.
POV Chiara
El trayecto al hotel estaba siendo bastante peligroso, la mano de Violeta no para de deslizarse por mi pierna de arriba abajo y de abajo arriba. No hemos puesto ninguna de las dos música ni la radio, es raro en nosotras, pero con la urgencia con la que hemos subido al coche es normal que no hayamos caído en ello.
Me está costando concentrarme mientras conduzco, mi mente está completamente nublada y mi imaginación viaja sola por el cuerpo de Violeta. Tras la última conversación que tuvimos sobre sexo en aquel hotel de Bilbao, donde Violeta me confesó que la noche del billar le encantó, quiere que de vez en cuando sea brusca con ella.
Sinceramente tengo miedo de pasarme, de no medir cuando estoy con ella, me provoca un instinto animal que jamás me había sucedido, la deseo de todas las maneras, es la mujer más sexy del planeta, aunque ella no se lo crea. Por eso preparé esta noche, quiero hacerla sentir así.
Estaciono el coche y de nuevo insisto en abrirle, como le he dicho antes tengo que tratarla como la princesa que es, entrelacé nuestros dedos y de la mano caminamos al hotel, con cuidado de que no nos viese nadie con actitud cariñosa. Es un hotel muy privado pero fuera todo puede pasar.
Entrando a la habitación Violeta se abalanza sobre mí besándome con urgencia, haciendo que me quede entre ella y la puerta, esto no debería ser así.
-Vio...Vi...- no me consigo imponer, mis palabras se pierden entre sus labios, tampoco me deja separarme de ella ni un milímetro, me tiene agarrada de la corbata muy fuerte, me estoy perdiendo en sus labios. Por un segundo pienso en dejarme llevar al placer, pero no tiene que ser así. No esta noche.
Cuando necesitamos recobrar el aliento veo la oportunidad, quito de sus manos mi corbata y rápidamente cojo sus muñecas. Antes de que pudiera reaccionar, giro mi cuerpo y la empujo suavemente contra la puerta, intercambiando nuestras posiciones. Ahora soy yo quien la tengo atrapada, mis manos inmovilizan las suyas por encima de su cabeza.
- Escúchame bien Violeta - digo en voz baja, mi aliento roza su cuello mientras mis labios se acercan peligrosamente a su oreja- esta noche, soy yo quien manda.
Noto como su respiración se acelera, su cuerpo reaccionaba al cambio de dinámica. Bajo mis labios hasta su clavícula, mordisqueando suavemente mientras mis manos se deslizan por sus brazos.
- Dijiste que querías que fuera un poco más brusca... - susurro, haciendo que mis labios rocen apenas los suyos, consigo sacarle un leve gemido y yo sonrío victoriosa - espero que estés lista para ello.
Sin darle tiempo a responder, la beso de nuevo, esta vez con más intensidad, con más control. Mi mano se desliza hasta su cadera, atrayéndola más cerca de mí mientras mi otra mano sigue sujetando las suyas contra la puerta. Violeta comienza a emitir pequeños gemidos entre mis labios, y su cuerpo se rinde ante mi tacto, encendiéndose más y más con cada segundo que pasa.
Mis labios se mueven por su cuello, marcando mi territorio con mordiscos y lametones, dejando que mi deseo se sienta en cada momento. Al mismo tiempo, suelto sus manos, le permito que me acaricie mientras yo exploro su cuerpo con lentitud, disfrutando del poder que tengo sobre ella ahora mismo.
La levanto ligeramente, haciendo que sus piernas rodeen mi cintura, y la llevo hasta la cama, donde la dejo caer con suavidad sobre las sábanas. Me quedo mirándola por un segundo, admirando sus pupilas dilatadas, sus labios hinchados entreabiertos y la rendición de su mirada ante mi. Sé que la noche apenas comienza, y que tengo muchas maneras de hacer que mi chica disfrute como nunca.
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Hoy es el día
FanfictionChiara está harta de toda la situación que tiene con Violeta, está a punto de explotar. ¿Podrá Ruslana ayudar a su amiga para que esto no termine mal? ¿Podrá Denna hacer que su Padam de un paso al frente? Hoy es el día. La historia de amor de nuestr...