POV Chiara
Ella y el mar, es mi nuevo concepto favorito del cual seguramente escriba alguna canción. Por fin, de nuevo pisando la playa, sentir la arena mientras paseamos, lo necesitaba mucho.
Hoy tiene que ser un día especial, lo tengo todo preparado al milímetro, nada va a salir mal.
Hemos venido a una de mis calas favoritas, Vio no para de sacar fotos de todo. Ella es así, inmortaliza el momento pero rara vez lo comparte en redes sociales, a menos que sea algo profesional. Después de todo lo que hemos vivido estos meses, entiendo perfectamente su necesidad de privacidad.
Está tan contenta de que hayamos venido a la playa. No se le borran los hoyuelos de la cara, y me encanta saber que soy de las pocas personas que sabe que tiene dos. Cuando está tan feliz, yo también lo soy.
—Amor, ¿Qué te pasa? Te has quedado empanada —me dijo, sacándome de mi ensoñación.
—Nada, solo pienso en lo contenta que estoy de verte disfrutar de la playa.
—Es que el mar es tan especial que no sé cómo explicarlo. De hecho estoy trabajando en una canción usando este concepto —respondió, con los ojos brillando de emoción.
—¿Sí? Qué casualidad, esa letra aún no la he visto.
—Es que es nueva, estoy con Chen dándole vueltas al concepto. En casa, si quieres, te enseño lo que tengo porque lo he escrito en la otra libreta, no en la que me he traído.
—Es curioso porque yo, cuando te miré sacar la foto a la playa, solo pude pensar en eso: en la playa, la tierra, el mar y tú.
—¿Yo? —preguntó sorprendida, con una ceja levantada.
—Claro, como tú dices, eres hija del mar. Cuando estás tan feliz, puedo ver tus dos hoyuelos; es como un todo. No sé cómo explicarlo.
No sé si era el calor o simplemente el efecto que ella siempre tiene en mí, pero ambas estábamos muy rojas. Sentí cómo mi corazón se aceleraba al hablarle así, tan honestamente. Podía ver la emoción en sus ojos, y eso me hacía sentir una mezcla de nervios y alegría.
—Chiara... —murmuró, su voz suave y llena de una ternura que casi me hace derretir.
Pude ver cómo sus ojos se humedecían un poco, como si mis palabras hubieran tocado algo profundo en ella. Sus manos se movieron inquietas, como si buscara algo que hacer con ellas, y finalmente, las llevó a su rostro, intentando esconder una pequeña sonrisa nerviosa.
—Nunca nadie me había dicho algo así... —continuó, su voz casi un susurro. Pude notar que sus mejillas se sonrojaban aún más, y sus labios temblaban ligeramente, como si estuviera luchando contra la emoción.
Yo solo sonreí, sintiendo cómo mi propio corazón se llenaba de amor por tenerla a mi lado. Quería decir algo más, algo que pudiera expresar lo que realmente sentía en ese momento, pero las palabras parecían no ser suficientes.
—Siempre me haces sentir tan especial, Chiara. Es como si... como si realmente me vieras —dijo finalmente, y sentí que esas palabras me llegaban al alma.
Nos quedamos mirándonos por un momento, en silencio, pero un silencio que estaba lleno de significado.
Nos quedamos un momento en silencio, con las olas rompiendo suavemente en la orilla como único sonido de fondo. Me quedé observándola, completamente atrapada por la sinceridad y la profundidad de sus palabras. Violeta tenía esa capacidad de hacerme sentir vista, comprendida, y amada como nadie más.
—Siempre te veo, Vio —respondí suavemente, acercándome un poco más a ella—. Y quiero que siempre te sientas así, especial. Porque lo eres, para mí.

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Hoy es el día
FanfictionChiara está harta de toda la situación que tiene con Violeta, está a punto de explotar. ¿Podrá Ruslana ayudar a su amiga para que esto no termine mal? ¿Podrá Denna hacer que su Padam de un paso al frente? Hoy es el día. La historia de amor de nuestr...