capítulo 1

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Rukia

Nunca había tenido un hogar a donde regresar, mucho un lugar al cual pertenecer.

Desde que tengo uso de razón siempre he estado sola.

Nací en la zona mas pobre del reino. Mis padres murieron cuando yo apenas había nacido bueno eso quiero pensar.

Y la única familia que había tenido durante mis primeros tres años de vida, murió por su avanzada edad dejándome sola.

Pensaba que podía salir adelante sola, la zona era una de las mas pobres, el agua era escasa al igual que los alimentos, pocos eran los que tenían algún tipo de negocio pero rápido quebraban por la escazes de dinero y de también a los multipoles asaltos. Todo éramos ladrones, y para poder sobrevivir teníamos que arrebatar lo arrebatado. Como era una niña sola y pequeña en edad no podía quedarme sola, los pocos oficiales que merodeaban por nuestra zona, sabían de las condiciones que niños como yo pasabamos, por eso quienes eran descubiertos viviendo solos tenían que ser trasladados a orfanatos.

Nunca me agrado la idea de vive en un lugar así y para no ser llevada a un orfanato siempre inventaba que la señora que estaba cuidando de mi salía a trabajar y llegaba a casa algo tarde dejándome sola por un larga rato, así pasaron unos meses hasta que un guardia noto que en realidad yo están sola en esa casa y que nadie cuidaba de mi, fue así que me llevo al orfanato.

No niego que era divertido estar en ese lugar, había comida, una cama cómoda y cálida, pero sobre todo hay fue donde conocí por primera vez el significado de la palabra familia.

Y fue hasta que la familia kuchiki me adoptó repentinamente, apenas cumplido mis cuatro años.

-. Señorita Rukia !!!! -. Grita una señora de perfecto apariencia. -. Detengase por favor -. Me seguía por todo el castillo kuchiki. -.

-. Ouch !!! -. Me quejo, pues había topado con alguien -. Byakuya .. -.

-. Pero que es esa falta de respeto hacia el heredero de esta familia -. Me toma bruscamente del brazo.

Pero byakuya no hace nada mas que mirarme con unos ojos llenos de indiferencia.

-. Lo lamentó ... Ni-sama -. Hago una reverencia. Otra vez esa mirada. Sin decir alguna palabra, se sigue de lado.

Aveces no entendía su comportamiento frío e indiferencia.

-. Se supone que me adoptaron para darme una familia... No para ignorar me -. Pensé, no era de extrañarse desde que había llegado a esa casa siempre había sido así, que aun que siempre fuera lo mismo nunca terminaba acostumbrándome.

-. Señorita kuchiki !!! ... -. Me grita molesta, al instante que solté su mano.

-. Siempre es lo mismo, si tanto le molesta mi presencia por que accedió a que sus padres me adoptaran -. Pensaba mientras corría en dirección a la habitación que me habían designado, me puse un pantalón y una camisa que me quedaba muy enorme, metí mis pies unas botitas y me até el cabello.

Me escabullí entre el personal y salí al jardín.

Estaba cansada de escuchar las mismas palabras, no hagas esto, no hagas aquello, camina así, viste así, habla apropiadamente,.... Bla bla bla. La lista de todos los días era interminable. Pero a pesar de todo eso. Estoy muy agradecida, por que me dieron una familia y un apellido.

-.Aun que me gustaría que aquella persona, viera mis esfuerzos -. Pensé en mi hermano.

Suspire hondo y seguí caminando hasta llegar aun espacio un poco abierto detrás de unos arbustos. Me senté en el césped. Cuándo de repente las ramas se empiezan a mover, me acerque con cuidado.

El Principe y la Guerrera (ichiruki )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora