❝Eres demasiado amable para el tipo de mundo en el que vivimos ahora, Chan-young❞
❝Precisamente por eso debemos ser así, ¿no?❞
El repentino brote de una extraña enfermedad provoca el declive del mundo tal y como se conoce, creando así, un nuevo mund...
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—Encantador — murmuró ______ con sarcasmo al ser apuntada con un arma.
Y es que tan solo unos minutos después de haber dejado atrás el túnel, una de las chicas más jóvenes la había encarado con arma en mano.
—Tira tu arma — ordenó fríamente.
______ suspiró pesadamente al notar algo. Su mano no temblaba. Ella estaba dispuesta a disparar si era necesario.
—¿Qué es lo que quieres lograr con eso?
—Iré a un lugar.
Tal afirmación solo hizo que la militar pudiera pensar en una opción. Quiere volver a aquel edificio del que horas antes los habían sacado.
Quería volver por algo… o por alguien.
—Hipotéticamente hablando — comenzó ignorando el hecho de que la pistola aún la amenazaba —, si yo tiro mi arma, vamos al lugar que quieres y nos ataca un monstruo… ¿Podrás hacerle frente tú sola?
Ella frunció el ceño ante la suposición de ese caso.
—¿Para qué quieres volver? — volvió a cuestionar, está vez en un tono más severo.
—No te incumbe — respondió a la defensiva.
—Lo hace desde que la vida de todos los presentes en este coche podría estar en peligro por eso.
Por un breve momento todo quedó en silencio.
—Debo volver a buscarlo — dijo, casi en un susurro, pero lo suficiente para que la escuchará.
_____ asintió en respuesta.
—Será difícil convencer al idiota que está allá — aseguró dando una mirada a la ventanilla cerrada, específicamente al hombre que iba en el asiento del copiloto.
Y lo sabía de sobra gracias a qué hace unos minutos había escuchado como le gritaba al joven que iba de piloto.
La mujer de pelo largo y oscuro no dijo nada más, pero hizo el claro ademán de acercarse a dicha ventanilla.
_____ se hizo a un lado con intención de dejarla pasar y así hizo, se puso en posición aferrando su agarre al arma y abrió la venta con fuerza.
Los dos hombres dentro se sorprendieron ante tal interrupción.
—¿Siquiera sabes cómo usar eso? — preguntó el mayor con una mezcla de furia y miedo.
Y en respuesta ella disparó a la ventana a su lado, provocando que se rompiera y a su vez que todos se sobresaltaran.
—¡Oye, tú! — volvió a hablar, pero ahora gritando — ¡¿Qué no ves que tiene un arma?!
La mencionada dió un vistazo dentro, haciéndose la confundida.
