❝Eres demasiado amable para el tipo de mundo en el que vivimos ahora, Chan-young❞
❝Precisamente por eso debemos ser así, ¿no?❞
El repentino brote de una extraña enfermedad provoca el declive del mundo tal y como se conoce, creando así, un nuevo mund...
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—_____, mira lo que te compré — al escuchar su voz, coloque el separador entre las hojas del libro y lo cerré para voltearlo a ver.
—¿Donas? — pregunté esbozando una sonrisa.
—¡Bingo! — exclamó mientras tomaba asiento a un lado de mi.
—¿Cómo supiste que me gustaban?
—Le pregunté a Jin.
—Claro — solté una risa mientras abría el paquete y sacaba una —. Toma una tu también.
—Claro que lo voy a hacer, yo las compre — sonrió altaneramente e hizo lo que le dije.
—Entonces… ¿Qué es lo que quieres, Saeyoung?
—Escucha, no te compre donas solo porque quiero algo — rodó los ojos frunciendo el ceño —... pero si necesito tu ayuda.
Se puso el pan en la boca y se inclinó hacia un lado para alcanzar una pequeña bolsa de regalo.
—Le compré esto a mi novia — informó sacando el contenido con cuidado —, ¿es bonito? ¿Crees que le guste?
Se trataba de un bonito collar de perlas adornado con otras piedras preciosas que combinaban con el color.
—Vaya, es precioso, ¿te gastaste todo tu sueldo en esto?
—Fueron mis ahorros, de hecho — contestó orgulloso.
—Enséñame una foto de ella y te diré.
Rápidamente sacó su celular y abrió su galería para mostrarme algunas de las fotos que tenía.
—Es muy bonita…
—¿Verdad que sí? ¡Soy el hombre más afortunado del mundo!
—¿Sabes? Yo digo que si le queda, seguro le gusta — respondí finalmente mientras le devolvía el regalo.
—¡Yey! Muchas gracias, ______ — celebró envolviendo el objeto nuevamente —. Mañana es nuestro aniversario, será el mejor día.
—Vaya que estás ilusionado, Romeo — la voz a nuestras espaldas provocó que nos levantamos de nuestro lugar y nos diéramos la vuelta.
—Jefe, ya volvió.
—Parece que están muy a gusto, ¿eh? Eso es bueno, pero no holgazaneen tanto — dio un vistazo a los alrededores antes de volver a hablar — ¿No ha llegado nadie aún?
—No, señor — informó mi compañero —. Todos salieron en la tarde por casos de disturbios en toda la ciudad y ninguno ha vuelto.
—Eso es raro, me encargaré de contactar con ellos.
—¿Qué le pasó en la nariz, señor?
—¿Esto? Solo es una hemorragia nasal, me ha estado pasando estos días.
