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Susurros provenientes de la fortaleza roja tenían inquieta a la reina. Todos los susurros apuntaban hacia Aegon y su segundo género.

Faltaban pocos días para cumplir sus diez onomásticos y que entrara en celo. La falta de aire y la tensión se sentían en toda la capital, preocupados por lo que con llevaría esa revelación.

En la red keep una histérica Alicent le gritaba a las sirvientas por Aegon, desde la primera hora del día  llevaban buscándolo por todo el lugar. 

— ¿Lucerys estás bien? —Jace veía con cara de preocupado como su hermanito estaba pálido desde que llegó de pozo dragón.

Luke había salido a escondidas a visitar a Arrax porque le dolía aún que los separaran. Al lucerys cumplir sus tres onomásticos se llevaron a Arrax a pozo dragón porque ya estaba muy grande para seguir durmiendo con su dueño,  Luke había estado decaído estos últimos días que le prohibieron visitar a su mitad para que el dragoncito se pudiera acostumbrar a su nuevo hogar.

Ese día lucerys se había levantado más temprano de lo normal y se propuso salir a escondidas para visitar a su amigo, al regresar, se las estaba ingeniando para escabullirse de jace, que siempre pasaba pegado de su hermanito menor, y que llevaba buscandolo desde que despertó.

Desde que Luke había nacido siempre compartió todo con jace, o mas bien, jacaerys no dejaba que nadie se le acercara a su pequeño, y lo protegía a capa y espada a tal punto de verse celoso y posesivo con quien se le  acercara al pequeño Luke.

Todos decían que se debía a qué muy probable sería un alfa dominante por los genes de su madre. Rhaenyra es considerada la última Alfa de Valyria, desde la caída de Valyria no se había vuelto a ver un alfa así, con feromonas dulces y capaz de concebir niños.

— si... Me siento bien — jace sabía que mentía, que algo le pasaba, pero no iba a obligar a su hermanito a qué le contara si el no quería.

Asintió en respuesta y lo abrazó, tal vez no sabía que le pasaba pero no lo dejaría solo sufriendo.

Lucerys al sentir los brazos de su hermano mayor rodearlo no pudo contenerse y sus lágrimas caían sin parar por sus regordetas mejillas.

Rhaenyra que iba de paso a los aposentos de sus hijo mayor cuando escuchó un familiar llanto y apresuró el paso. Al llegar a los aposentos de sus hijo vió a su primogénito cargar a un Luke que lloraba mientras abrazaba como koala a jace, estando dormido en su hombro, y un jace cantándole una canción de cuna Valyria, una imagen tierna de ver para su madre, el como sin importar qué se tienen el uno al otro.

Después de que jace depositara a Luke en su lecho, se dirigió hacia su madre que lo esperaba afuera.

Rhaenyra después de depositar un beso en la frente de su niño se dispuso a caminar por los pasillos de dragonstone con jace de la mano.

Era un bonito día en dragonstone, el clima cálido, las sirvientas hablaban despreocupadas y sonreían con paz, una paz que envolvía a todos en el castillo. La heredera y sus hijos son queridos por todos.

— madre, yo... Tengo miedo de que algo le pase a Luke — nyra volteo a ver el rostro afligido de su niñito de tan solo seis onomásticos, a su tan corta edad es un niño muy conciente de las cosas que lo rodean y sus instintos son muy protectores, le suelta la mano para acariciarle sus cabellos y infundirle seguridad. El pequeño afligido se deja acariciar hasta relajar los hombros de lo tenso que estaba.

— tranquilo mi niño, no tienes porqué preocuparte de más. Luke esta pasando por la separación de su dragón, de su mitad, pero es momentáneo hasta que los dos logren establecerse sin el otro a su lado o en el futuro les podrá complicar la vida, como a Maegor — con una mirada cariñosa se agarran de las manos y continúan su camino relajado por los pasillos deo gran castillo.

Sangre Valyria Donde viven las historias. Descúbrelo ahora