Sangre Valyria

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Antes de que llegaran las sirvientas, a preparar su baño, Aegon se cambió su ropa de cama por una mas apropiada y salió. Pasó por los cuartos de sus dos hermanos menores, despertándolos y sacándolos a rastras, para llevarlos al árbol weirwood,  dirigiéndose al árbol junto con ellos, no tuvieron otra opción más que obedecer a su hermano mayor ya que no sabían de que se trataba todo aquello.

Al llegar, los tres niños se sientan en la sombra mañanera del árbol. Una adormilada Haelena es la primera en romper el silencio de aquel amanecer, preguntando que hacían ahí.

— Quería contarles algo en privado

—Para eso hubiéramos ido a mi cuarto— Por mucho que se esforzó por sonar neutral, un deje de fastidio se escuchó en la voz del menor de los tres. No le molestaba pasar tiempo con sus hermanos, le molestaba el hecho de que fuera en la mañana, dónde debería de estar durmiendo plácidamente en sus aposentos.

— Lo haría si las paredes no hablaran. En todo caso, los traje para contarles algo importante...

Los guardias esperaban en el puerto, con varios carruajes, de armazón de madera, cubiertos con un color negro y detalles en rojo representativo de su casa, portaban en las astas grandes banderas que ondeaban en su centro el emblema Targaryen.

Los distintivos barcos de la flota Velaryon se asomaban en el horizonte del basto mar, bajo el despertar del cielo. En el cielo, se veían varias figuras sobre la flota, dragones. Se lograban ver cuatro manchas volando en conjunto, como un baile. Unas eran más vistosas que las demás, que con una nube desaparecían de la vista. Los barcos rompían las olas al avanzar rápidamente por la madre mar, y la flota se hacía mas grande.

La figura solemne de un caballo de mar en la proa, resplandecía con los rayos del amanecer. El barco había llegado, y con el toda la flota que los seguía.

Los guardias haciendo dos filas a los lados de la rampa, por la cuál bajaban los marineros, esperaban la llegada de la hija del rey Viserys.

Rhaenyra, a el barco detener su andar, se preparó para descender con su secreto.

Sir Harwin Strong, fue el primero en poner un pie en tierra para asegurarse de que todo fuera seguro, al inspeccionar a los capa dorada que esperaban paciente, notó a sus fieles compañeros entre las filas. Al subir y darle el visto bueno, la princesa abrió camino hacia tierra con sus hijos a su espalda, protegiéndolos de cualquier percance, y esperando una reacción negativa o trampa.

El lord comandante hace una reverencia hacia Rhaenyra. A sus espaldas, nota unos mechoncitos blancos y castaños, una cabellera muy particular, nyra al ver en dónde se posaba la mirada del caballero, dió unos pasos hacia el lado, dejando ver a los pequeños.

Nyra caminó hacia los pequeños, posándose a sus espaldas y recostando sus brazos en los hombros de ellos. La mirada de ambos niños se posaron en el robusto hombre cubierto de plata.

— Lord comandante, le presento a mis hijos, Jacaerys Velaryon, Lucerys Velaryon y el pequeño Joffrey Velaryon que se encuentra dormido en los brazos de la criada.

Ambos niños al ser nombrados saludaron al hombre frente a ellos.

-Es un verdadero placer para mí poder conocer a mis príncipes, espero poderles servir hasta mi muerte.

Dando una reverencia, camina en dirección a el carruaje y abriendo la puerta, les da pase a la familia real para ser llevadas a la Red Keep.

Rhaenyra junto con sus hijos y la criada, se aproximaron a su transporte. Laenor desde la proa, miraba todo lo acontecido. Él se quedaría en el barco, tenía que dejar toda la flota en orden, para en el anochecer volver con su familia.

Al pasar por las calles de la capital, los pequeños asomaban sus rostros por los pequeños huecos de la ventana para ver el exterior. Mientras su madre iba concentrada en su vestido beige, largo y liso; iba sumergida en sus pensamientos, intentando decifrar como reaccionarían al ver a sus hijos. Tenía miedo de que no les agradara a su padre, o que se molestara por no contarle antes, luego estaba el tema de Otto Higtower, debía cuidarse ahora no solo ella, sino sus hijos al ser descubiertos; de Alicent es algo dudoso, no sabe como reaccionaría, y por ultimo sus hermanos, en específico Aegon... aunque no hay mucho que hacer más que esperar a llegar y comprobarlo.

En las puertas del castillo se encontraban guardias, que custodiaban a la familia real, la cuál esperaba paciente la llegada la primer hija del rey.

Viserys l, Alicent Higtower, Aegon, Haelena y Aemond fueron reunidos después de la plática mañanera de estos tres últimos para recibir a Rhaenyra.

Las ruedas del carruaje pasaron por las grandes puertas principales, llegando justo a la entrada del castillo, dónde ya los esperaban. Rhaenyra se preparó mentalmente para lo que venia y volteó a ver a sus pequeños, los dos mayores la estaban mirando y el pequeño Joffrey yacía despierto en los brazos de la criada.

— Apenas las puertas sean abiertas todo cambiará, para bien o para mal. Ahí afuera los esperan toda la familia, no quiero que se alarmen, sé que es algo nuevo para ustedes mis niños, así que no tienen que temer porque yo los cuidaré, solo sean respetuosos. Recuerden que venimos por la celebración del segundo género de su tío Aegon, luego de esto volveremos a casa.

Las puertas del carruaje fueron abiertas, junto con la presentación de la primogénita hecha por un caballero que la recibía con una reverencia, todos los presentes la vieron bajar del carruaje, y antes de que se dieran cuenta cuatro cabelleras bajaron después de ella, tres de ellas blancas con castaño y una negra, la cuál sostenía al bicolor más pequeño.

La vista de los presentes estaban puestas en los tres niños con rasgos Valyrios y porte fino.

— Padre, hermanos... Alicent. Es un gusto volver a verlos después de este periodo largo de tiempo, hay algunas cosas que me gustaría que hablemos después, por ahora les quiero presentar a mis hijos...

>> El es Jacaerys Velaryon Targaryen, mi primogénito; El es Lucerys Velaryon Targaryen y el pequeño en brazos es Joffrey Velaryon Targaryen.

Cada uno de los principes fue presentado por su madre ante el rey.

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17/septiembre 2024

Solo puedo decir que lamento la demora pero he estado muy ocupada.