Aprendiendo A Amar

ESTOY ENAMORADO (2/2)

Sakura nunca pensó que alguien lo amaría, incluso, de vez en cuando, una parte de él lo sigue pensando. Es como una vocecita en el fondo de su mente que critica su apariencia, sus actitudes, sus decisiones y su propia felicidad. Una voz que le deja en claro que no merece todo lo que tiene y aprecia. Haruka es indigno de tener amigos, familia, amor y felicidad.

Sus sentimientos se ven influenciados por esta voz, le da miedo que al final tenga razón, y que en algún punto todos sus seres queridos lleguen a esa misma conclusión. A Sakura le aterra volver a estar solo, no quiere que nadie lo abandone. Entonces, a causa de esos miedos, sus sentimientos han sido confusos, ha estado negándose a ver lo obvio. Y es que, el corazón de Haruka dice una cosa, mientras que su mente dice otra. Estas contradicciones son las causantes de su confusión.

Su corazón anhela amor, quiere amar y ser amado. No obstante, su mente dice que no, es mejor ignorar tales sentimientos, porque de esta manera, cuando sea abandonado, dolerá menos.

Su mente ha inventado excusas para evitar llegar a la conclusión de que está enamorado. Hablar con Kotoha, decir lo que siente en voz alta sin que la voz en su mente tenga tiempo de contaminar sus sentimientos, fue una buena idea. Después de todo, lo que había dicho fue la verdad, algo real y no los escenarios o inseguridades que tiene dentro de su cabeza. Ahora, al reconocer esto, Haruka sabe que debe ser valiente y actuar, tiene que superar sus miedos e inseguridades.

Sakura Haruka quiere demostrarle a Suo Hayato que corresponde sus sentimientos.

Después de llegar a esa conclusión, Sakura abre la puerta de su salón e ingresa.

Él puede hacerlo.

Todos sus compañeros se voltean a mirarlo, pero Haruka no los mira a ellos, no, él observa a Suo. Sakura nota como Suo se voltea para mirarlo, puede identificar como la sonrisa de Hayato se hace más grande y honesta al verlo, la manera en la que los ojos de él lo observan con una desbordante calidez, es innegable el cariño que hay en la mirada de Suo. Ante esto, las mejillas de Sakura se calientan.

Él no puede hacerlo.

Maldita sea, ¿por qué Suo lo mira de esa manera? Literalmente Sakura no ha hecho nada más que llegar al salón. ¿Por qué lo mira como si hubiera descubierto la cura del cáncer cuando en realidad solo está existiendo? Sakura siente toda su determinación irse al caño, solo para dejar a un corazón acelerado y una cabeza llena de Suo Hayato.

—Llegas tarde, Sakura-san, ¿pasó algo? —Nirei, como siempre, es el primero en acercarse y preguntar.

—Sí- ¡NO! —Sakura responde mientras intenta calmar su nerviosismo—. Me quedé hablando con Kotoha y perdimos la noción del tiempo…

Como siempre, sus compañeros, los muy chismosos, se acercan para conseguir más información. Suo también se acerca, pero él se queda al margen con su imperturbable sonrisa.

—¿De qué tanto hablaban para perder la noción del tiempo? —Anzai pregunta moviendo sus cejas.

—Anzai-chan, creo que lo malinterpretas —Kiryu interviene lanzándole una mirada a Suo.

Sakura deja de prestarles atención para centrarse en la conversación que tuvo con Kotoha. Ahora que lo piensa, ellos hablaron toda la mañana de Suo, corrección, Sakura se la pasó hablando toda la mañana de Suo y de sus sentimientos hacia él.

Qué vergüenza, ¿Qué demonios le ha hecho Suo?

Sakura siente su rostro arder ante esta realización. Haruka desvía la mirada para intentar esconder su rostro rojo. No obstante, sus esfuerzos son inútiles, lo sabe en el momento en que escucha las risas de sus amigos. Todo es culpa de Suo.