Para Enamorarte De Mí (Cita 3/3)

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El día más esperado ha llegado.

Suo despertó de buen humor; meditó, desayunó, repasó su plan, miró los lugares que quería visitar, dijo mentalmente las palabras que le diría a Sakura para finalmente pedir ser su novio y, entonces, compartir su primer beso. Se siente un poco nervioso. Lo nota ahora que está de pie frente a la puerta de Haruka. Sin embargo, se recuerda a sí mismo que no tiene razones para estar nervioso porque lo ha planeado todo y se ha asegurado de que todo va a salir bien. Esta será una cita perfecta.

Está a punto de tocar la puerta cuando esta se abre un poco, revelando el rostro de un Kiryu sorprendido, pero este rápidamente vuelve a su habitual sonrisa.

—¿Qué haces aquí?

—Hola a ti también, Suo-chan —Kiryu lo mira con cansancio—. En lugar de ser hostil, deberías agradecerme.

Kiryu abre completamente la puerta, haciéndose a un lado, dejándole ver a Sakura. Al mirarlo, Suo olvida cómo respirar. El plan o las palabras ya no parecen tan importantes cuando lo único que quiere hacer es decirle a Haruka lo hermoso que luce. No, siempre ha sido hermoso. No obstante, verlo ahí de pie con vestimenta de estilo chino, pero sin perder su propio estilo por completo; con su cabello blanco peinado hacia atrás, siendo sujetado por unas horquillas, dejando que el oro derretido resalte gracias a la sutil sombra de ojos y el delineado; y sus labios, pintados de un ligero rosado con un bonito brillo, se ven más carnosos, llamativos y suaves.

—Te… —un dulce rubor se esparce por las mejillas de Sakura—. Te ves bien —dice mirando rápidamente a Kiryu, quien levanta sus pulgares para animarlo.

Hayato cierra la boca: ¿en qué momento la había abierto? Traga saliva mientras observa con atención a Haruka. Su mente se está volviendo a reiniciar después de que Sakura le haya robado el aliento con tan solo su presencia, realmente era incapaz de competir contra él.

—Tú te ves maravilloso —Suo sonríe con suavidad, notando que el sonrojo de Haruka se intensifica.

—Bueno, estoy sobrando aquí —Kiryu aplaude, llamando la atención de ambos—. Suerte en su cita. Los veo mañana.

—Gra-gracias por toda la ayuda, Kiryu —Sakura se apresura a decir.

—Ya te dije que no es necesario que me des las gracias —agita las manos, luego agrega tardíamente—. No olvides el plan.

Hayato no puede evitar sentirse preocupado al observar la mirada determinada de Haruka y la sonrisa malévola que Kiryu le da antes de irse. Duda que hayan tramado algo demasiado malvado, Kiryu no parece una persona sádica y Sakura es ingenuo; puede manejar cualquier cosa que ellos se traigan entre manos.

Cuando ambos están solos, Suo abraza a Sakura, rodeando la cintura de él con sus brazos fuertemente. Haruka se ve tan lindo que le gustaría aplastarlo, pero debe contenerse porque es posible que el bicolor se ponga arisco si exagera demasiado. Así que disfruta del contacto en silencio, sintiendo los propios brazos de Sakura rodearlo.

—¿Cómo estuvo tu día de compras ayer?

—Fue bueno —dice Sakura suavemente—. Aunque mis pies me dolían mucho, ni siquiera después de una pelea me duelen tanto —Hayato deja escapar una risita al escucharlo—. ¿Y tu día?

—Estuve entrenando con Nirei-kun; ha mejorado tanto que ya siento que no debemos vigilarlo en cada pelea —comenta Hayato solo para recibir un tarareo por parte del otro chico—. Podríamos dejarlo en un callejón con algunos delincuentes y ver a cuántos de ellos logra derrotar por su cuenta.

Aprendiendo A AmarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora