Miguel.
Después de la pelea no podía dejar de pensar en todo lo que le dije a Luis... me sentía bastante culpable, incluso pensaba en ir a pedirle perdón, pero dentro de mi entendí que no haría eso a menos que tuviera una solución, así que sin más me senté en la pequeña silla que tenía en el balcón de mi habitación.
Tenía que encontrar una respuesta lógica, que nos llevara a un consenso con nosotros y con nuestros padres también.
Iba anotando en un papel de mi cuaderno las ideas que surgían en mi cabeza, siendo tachadas tan solo segundos después al encontrarles incongruencia alguna.
Por más que lograba razonar alguna idea consistente siempre había un "pero" ya sea para mi, para Luis, para sus padres, para los míos, para el pueblo... ¿por qué todo tenía que ser tan difícil? ¿Por qué no podíamos gobernar por nuestra cuenta? ¿Por qué tuvimos que nacer príncipes?
Las dudas me atormentaron tanto que pasaron horas sin que encontrara una solución, encontrando por el contrario aún más problemas.
—Mierda...– pensé, esto era más difícil de lo que alguna vez pensé que sería, de pronto la vista se me cansaba y la luz se atenuaba, era obvio que comenzaba a anochecer, sin darme cuenta me quedé dormido sobre mis antebrazos recargado en la mesa que acompañaba mi sitio en el balcón.
Durante mi siesta habían imágenes confusas que llegaban a mi como ráfagas de pensamiento, estaba tan estresado con el tema que incluso estaba soñando con eso. No pasó demasiado antes de ser despertado por el estruendo de mi puerta siendo golpeada con un ritmo bastante peculiar que conocería hasta en otro universo.
Desperté abruptamente por el ruido y con una sonrisa de satisfacción abrí la puerta sabiendo a quien iba a encontrar. Al ver a Luis parado ahí con los ojos algo hinchados y una sonrisa cómplice supe que nunca iban a poder separarnos no importa que.
—Escapémonos, Miguel– dijo de pronto sin siquiera saludar. Quede atónito y un agudo ruido se hizo presente en mi cabeza junto con la frase "fuera de servicio" reproduciéndose una y otra vez.
—¿Huh?– exclamé en voz alta sin darme cuenta. Quedé mirando a su pecho siendo que ahí llegaba mi mirada –¡¿HU- – Entró a mi cuarto con sigilo Justo después de taparme la cara –la boca– con su mano derecha. ¿Por qué este cuck tiene la mano tan grande?
—¡Sh! ¿Quieres que nos descubran? Vámonos Miguel, ambos sabemos que es lo me- – era mi tiempo para interrumpirlo.
—Siéntate, ahora. – dije señalándole la cama, renegado descolgó la maleta que llevaba en brazos y se sentó, juraría que si tuviera cola y orejas estarían caídas en este momento. – ahora, respira– Al ver que me hizo caso continué– ahora si, hola Luis, buenas noches, me quiero disculpar por lo que te dije... no pienso que seas débil , o parte del rebaño, simplemente eres una persona más sensible y eso es admirable.– tragué saliva avergonzado y me senté a su lado recostando mi cabeza en su hombro– odié estar peleado contigo. Te extrañé muchísimo–
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ʙᴇ ᴍʏ ᴋɪɴɢ
Fanfiction(Papufresco) Miguel y Luis han sido amigos desde que tienen memoria. Al ser los príncipes de pueblos vecinos les resultaba muy fácil verse durante su niñez y adolescencia. Pronto, ambos cumplirán 20 y eso significa que deben buscar alianzas y casars...