𝗮𝗸𝗮𝗮𝘀𝗵𝗶 𝗸𝗲𝗶𝗷𝗶.

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Recepción.

Habían pasado quizás un par de días que aquella chica de cabello rubio había dejado atrás su pueblo natal en la isla de Shikoku en las orillas de Japón, había tomado un ferri que la llevaría a un puerto y de ahí tomaría un autobús hasta Tokio, después de ese viaje donde todo estaba tranquilo y dentro de su control, aquel momento después de esas horas o días de viaje es donde estaría el reto.

Sakae Miura era una joven que apenas ingresaría a la universidad y había tomado la decisión de irse de su pueblo para estudiar en la gran ciudad de Tokio, apenas había cumplido la mayoría de edad y salir de aquella zona de confort la llegó aterrar al comienzo, pero ahora que había bajado del autobús y estaba en la central de la ciudad no había forma de que se regresaría. Había investigado por meses y planeado este viaje, había ahorrado lo suficiente para pagar un alquiler en una casa compartida cerca de la universidad, después del primer mes comenzaría buscar trabajo de medio tiempo y así poder ir sustentando lo demás con el apoyo de sus ahorros.

Sus padres no habían estado de acuerdo del todo, pero ella los había convencido de que todo sería para su crecimiento profesional y demás, pero la verdad es que se encontraba un poco perdida sobre lo que quería para su futuro.

[...]

Habían pasado un par de meses después de que llegará a Tokio y todavía había pasado dentro de su control por ahora, había terminado estudiando mercadotecnia, y dentro de lo que cabía estaba bien, no se quejaba mucho, le gustaba la carrera, las materias eran buenas y completas, además había hecho amigas ahí y solían darle tips de como vivir en Tokio y demás, había encontrado trabajo como recepcionista en una editorial en el centro de Tokio, le quedaba cerca de una estación del metro para poder regresar a su casa temprano o en un horario temprano.

Eran las 9 de la mañana y solo había pasado una hora desde que ingreso a su turno, la mañana solía pasarse muy lento ahí, así que, solía cargar con libros para entretenerse en aquellos ratos, aunque solía estar ocupada por recibir cajas, llevarlas al segundo piso o recibir visitas y demás, hoy era una de esas pocas mañanas que la editorial estaba ligeramente vacía, no habían ido tantas personas y las visitas eran tardías.

Estaba sumida en su lectura que no noto que había alguien parado frente a ella esperando a ser atendido, el carraspeo que hizo la persona para llamar la atención fue lo que saco del trance de su lectura a Sakae.

— Buenas tardes, ¿buscaba a alguien? — menciono Sakae, mientras dejaba su libro aun lado y observaba al chico que tenía frente a ella. Se veía un poco mayor que ella, ¿quizás unos 20?, se veía maduro con esas gafas oscuras y el atuendo.

— Vine a una entrevista con el directo de la editorial, el señor Kanji. — menciono el chico, mientras analizaba a la chica que tenía frente a ella, se veía un poco más chica que él, vestía un atuendo muy informal, unos jeans rotos, y solo una camisa de vestir con flores de sakura en ella.

— Cierto, ¿puede darme su nombre? — Sakae lo analizo de igual forma, era guapo, no podía negarlo, pero sabía cuando alguien la inspeccionaba, había ido desarrollando esa habilidad cuando se mudó para acá, y eso la hizo sentir molesta.

— Akaashi Keiji. — menciono seco después de sentir como las energías de ese lugar cambiaban cuando la chica le hablo con otro tono de voz más formal.

Vio como tecleaba algo en el computador de la recepción, después anotaba unas cosas en una agenda rosada con una pluma del mismo color, para después oír como llamada aquel director. Akaashi analizo un poco aquel lugar, solo estaba ella en esa recepción, tenía un bowl con dulces con figuras de algún anime de moda, además se notaba que tenía varias decoraciones color rosadas, además que había en la misma mesa una caja llena de cosas de cumpleaños con tonos rosados.

— Adelante, segundo piso, en el elevador de lado izquierdo, te llevará a una sala de reuniones, él te verá ahí. — habló por última vez, para después darle acceso por aquel elevador, presionando un control de su lugar.

El chico pelinegro le dio una última mirada a la chica de la recepción y se fue de ahí hacia donde la había indicado, volviendo hacer un espacio de silencio, observo de reojo y noto como ella volvía acomodarse sobre su asiento y continuaba su lectura tranquilamente.

[...]

Los meses habían pasado después de ese encuentro entre ellos dos, Akaashi había sido contratado como escritor de aquel editorial, aún faltaba para que se graduara de la universidad, pero por su talento había sido buscado. Y ahora estaba ahí, sentado en la silla de la recepción, cuidándole el lugar, aquella chica que lo había causado cierta molestia por su actitud en el día de la entrevista.

Aunque él había sido grosero con ella de cierta forma ese día, con las semanas noto que era la más chica del lugar, además que muchos la querían por su forma de ser, solía decorar la recepción cuando había festivales, además siempre tenía kits de cumpleaños para decorar, pero ella estaba en aquel baño de la recepción arreglándose, haciendo que Akaashi se sentara en su lugar para "cuidar".

Él había llegado de comer cuando la encontró rebuscando en su escritorio, paso a saludarla y siquiera lo dejo hablar cuando ella le suplicó que se quedara aquí mientras iba al baño rápido. Akaashi siquiera le pudo responder algo cuando salió volando del lugar con una mochila en sus manos hacia el baño, habían pasado quizás unos 10 minutos de eso, sentía que ya estaba tardando mucho en el baño, no quería juzgar, pero nadie tardaba tanto.

A los minutos después escucho un par de tacones resonar en el silencio de la oficina, no sabía quién venía y menos saber que decir, jamás ponía atención lo que Sakae decía cuando estaba con ella charlando en la recepción, cuando levanto su cabeza a donde provenía aquel ruido de zapatos noto que era Sakae la que lo hacía. Se veía diferente, estaba vestida de forma formal, jamás la había visto así, siempre la veía en jeans y, converse, solo alguna camisa formal encima, pero estaba demasiado, se había trenzado el cabello y dado un retoque de maquillaje.

Se veía tan bonita, fue lo que pensó Akaashi, para después sentir como su corazón latía ligeramente más rápido, carraspeo cuando ella se posó frente a la recepción.

— Gracias, Keiji. — el pelinegro solo la miraba en silencio, tenía unos ojos hermosos, y además aquel color rosado de la blusa de vestir la hacía ver hermosa, poco sabia de ella, ya que no compartía mucho de su vida, pero una vez escucho de una de las gerentes que Sakae venía de una isla.

Akaashi solo se levantó y con un gesto se fue de ahí, subiendo por el elevador a las oficinas, su corazón seguía latiendo con rapidez y con fuerza, no entendía bien qué estaba pasando, pero tenía rato de que esto no pasaba, quizás desde la última vez que salió con una chica en la preparatoria quizás.

[...]

Pasaron un par de dias despues de aquella tarde y, Sakae no volvio a la editorial, Akaashi se encontro con una chica diferente al comienzo de la semana, se veia un poco mayor que él, y vestia de forma mas acorde, además no habai decoraciones de color rosado en ninguna parte, saludo con un "Buenos días, señor Keiji", aquello lo saco de sus pensamientos, Sakae siempre saludaba con un "Hola, Akaashi", tan dulce que hacia que cualquiera se fuera de animos buenos de ahí.

A la hora de la comida descrubrio que Sakae se había ido porque la habian contratado en una empresa de publicidad hermana de la editorial, que una de las gerentes de la editorial la recomendo a la empresa de publicidad cuando supo lo que estudiaba, resultó que ella estaba estudiando mercadotecnia y llevaba un par de meses en la universidad, y además el dinero que ganaba como recepcionista ya la hacia sentir ahogada con sus gastos aqui.

Akaashi despues de ahí se sintió raro, aunque no habian compartido mucho en aquella recepcion, y aunque su primera impresion fue equivocada, habia algo en ella que lo hacia sentir bien, además era muy linda con todos, y era tierna decian algunos. Extrañaba que alguien decorara los lugares en el cumpleaños, además la chica nueva no decoraba en las festividades, ni tenia un bowl de dulces con dibujos de anime en ellos.

[...]

espero les haya gustado, no olviden darle apoyo tambien a otro libro que estoy escribiendo de jujutsu kaisen y uno de tokyo revenger, estoy organizando que días estare subiendo capitulos.

gracias por todo su apoyo y su feedback.

haikyuu; one shots.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora