𝗲𝗶𝘁𝗮 𝘀𝗲𝗺𝗶.

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Muela.

Era un sábado común en aquel distrito en Tokio, las personas comenzaban a salir de sus casas temprano para poder aprovechar el día y el buen clima que se estaba presentado, las familias salían con sus hijos a comer, quizás un día de campo, visitar los centros turísticos del distrito, o quizás simplemente pasa el rato en familia, mientras el día pintaba como un buen sábado, en un pequeño dentista local cerca del centro del distrito, una persona no la estaba pasando del todo bien.

— ¿Y te duele mucho? — preguntó aquel chico de cabello ceniza con puntas negras, mientras miraba a la chica que estaba frente a ella con dos mejillas inflamadas.

— Si. — mencionó aquella pequeña chica mientras un hilo de baba se acumulaba en una esquina de sus labios.

Tenía toda la boca adormida por la anestesia que le habían inyectado para quitarles las famosas muelas del "juicio" que al parecer actualmente no servían para nada, aquella chica, pequeña de cabello cenizo con puntas rosadas, había decidido extraer ambas muelas sin importarle lo que pasaría, prefería no volver a sufrir un segundo día y mejor tomar todo el dolor en un solo día, pero no esperaba que saliera con toda una boca adormecida, dos algodones en cada espacio donde había estado la muela, y un novio que solo la miraba sorprendido.

— Akira-san, creo que fue mala idea que te quitaras ambas muelas juntas, debiste esperar un poco. — aquel chico siguió mirando a la chica, cuyo nombre ahora era conocido en aquel ambiente.

— Semi, cállate. — Akira volvió a limpiarse el hilo de baba que se estaba formando en sus labios, se giró al mostrador del dentista y pagó lo que debía, mientras después se despedía aquel local al cual jamás le gustaría regresar.

Akira salió primero por aquella puerta de vidrio, y Eita siguió su paso detrás de ella, cuando chocó con su pequeño cuerpo y vio como ella tomaba su cubre bocas negro que había traído y se lo puso.

— Pero hoy la calidad del aire no está tan mal. — aquel chico mencionó con una pequeña voz inocente, lo que comenzó a irritar a Akira, porque no soportaba el dolor en las mejillas hinchadas, que escurriera tanta baba y que además no podía hablar del todo bien porque su voz sonaba como cuando había tomaba demasiado soju como el día de su cumpleaños.

Eita prefirió guardar silencio después de que ella no respondiera a su comentario, no quiso cuestionar nada después de aquel comentario, así que solo comenzó a caminar a al par con ella a su lado. Quería tomarla de la mano como siempre lo hacía y entrelazar sus dedos, pero sabía que ella estaba irritada por sus mejillas, y además le había comentado antes de venir al dentista que había comenzado su periodo, bueno específicamente no le comentó a él, cuando llegó a recogerla a su casa y entró por la puerta principal para saludar a la madre de su novia, escuchó un grito de la parte de arriba de la casa, donde mencionaba algo del periodo y después gritos de frustración, vio como la hermana menos de Akira subía rápidamente las escaleras con una bolsa en sus manos.

En ese momento supuso que no había pensado que día iba a tener después de aquel momento, así que, todo el día había intentado no hacer comentarios que molestaran a su novia, pero al parecer eso no había funcionado del todo hasta ahora.

Ambos caminaron en silencio por aquellas calles del centro, Eita comenzaba a sentirse incómodo de que su novia no dijera nada y que además de eso estuviera en completo silencio con los puños apretados a su lados, comenzaba a sentir que fue mala idea haberle dicho que la acompañaba al dentista un día antes de clase, pero había recordado que ella parecía muy feliz de que fuera con ella, ahora no estaba entendiendo mucho de lo que pasaba.

haikyuu; one shots.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora