R I V E R D U C C I O N | "Samantha y Félix terminaron después de una relación duradera y sorprendentemente estable, sus amigos hacen lo posible por sacarle información sobre su ruptura o buscar alguna pista para saber si siguen juntos. Al notar que...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Una semana después de la ruptura.
Lo agarre por los hombros y besé su mejilla —¡Eres el mejor!
—¿Solo por qué se cocinar?
—Por todo, tonto.
—Una mierda. —respondió sarcástico, reí y estrujé una de sus mejillas últimamente no nos habíamos dado besos en la boca, raro.
Estábamos algo acostumbrados aunque sabíamos que no era bueno, pero es que era aún más raro no besarnos, nuestra relación había terminado, claro. Pero era como si fuéramos amantes, no podíamos decirnos te amo por ninguna circunstancia, aunque sabíamos que lo hacíamos.
Lo amaba aunque estuviera mal.
No podía simplemente arrancarlo de mi pecho, lo tenía muy cerca para hacerlo, cada vez que lo veía sin poder decirle todo lo que sentía era posible que muriera.
—Sabes, cuando quieres enamorar a alguien empiezas por el paladar. —dije como si hubiera sido el dato más interesante del mundo, me vio de mala manera.
—¿Ah si? —preguntó mientras movía con la cuchara la pasta que lo ayudé a hacer —Si, así que puedes aplicarlo para tus próximas relaciones. —Me observó.
—No creo que existan, nena.
—¿Qué cosa? —pregunté como si no fuera muy obvio.
—Próximas relaciones. —dijo en voz baja, dejo de mover agresivamente la cuchara y me observó nuevamente mientras apoyaba mi mano en la barra de la cocina—¿Por qué no? —cuestione, se volteo ligeramente y agarró mi cintura pegándome hacía el, de pronto comencé a ponerme nerviosa como si estuviera ligando con alguien, apoyé mis manos en sus hombros y alcé el rostro —Porque no puedo dejar de pensar en ti, Samantha.
—Félix... — acercó sus labios a los míos, no pude oponerme.
Besó mis labios eróticamente y aferró su mano a mi cintura, nuestros cuerpos funcionaban automáticamente, jalé su camiseta hacía arriba y cuando se la arranqué la tiré al suelo con agresividad —Samantha... — Jadeó, besé su cuello y recorrí con mis manos su pecho, con una mano apagó la pasta y me empujó hacía la atrás guiándonos a la sala.
—Félix, tengo hambre...
—Te serviré después. —susurró.
—Quiero comer un poco. —Balbuceé en este punto me daba vergüenza hacerlo con él, pero sus labios me hacían mal.
Me dejó caer en el sillón y entre abrí mis piernas desnudas, solo tenía unos shorts extremadamente cortos color rosa y un top corto de tirantes con escote, me sentía desnuda por su tacto, su mano bajó a mi abdomen y se deslizó debajo para tocar uno de mis senos.
—No..., No puedo —.
—Bien. —dijo dándose por vencido, me alejé apoyándome en el posa brazos del sillón y rodeé mis piernas con los brazos viéndolo tratando de aclarar mi mente — No haré nada que tú quieras.
—Quiero que me beses, quiero estar contigo... Eso es lo que quiero. Necesito estar contigo.
—Samantha, no podemos estar juntos.
—Dejame estar contigo solo unas horas. —vi como todos los cabellos de su nuca se erizaron por completo y me vio con nerviosismo, me acerqué hacía el gateando y subí sobre él, sus manos se apoyaron en mi culo y lo estrujaron discretamente, solté un quejido y apoyé mis labios en su cuello.
Estar con Félix sexualmente era lo único que me mantenía cerca suyo, era triste, pero era cierto.
Corto por falta de inspiración, pero necesitaba escribir esto