R I V E R D U C C I O N | "Samantha y Félix terminaron después de una relación duradera y sorprendentemente estable, sus amigos hacen lo posible por sacarle información sobre su ruptura o buscar alguna pista para saber si siguen juntos. Al notar que...
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Caminé por el pasillo buscando mi casillero con la mirada. Cuando lo vi de espaldas sonreí, caminé hacia el y lo abracé por detrás con suficiencia.
— Hola, guapo. — Dije, aquel se dió la vuelta con un gesto en el rostro lleno de seriedad y me dio una punzada en el corazón.
Hace mucho no lo abrazaba y mucho menos lo besaba, pero podía soportarlo. Félix últimamente no había sido el novio más tierno del mundo, pero me daba igual. Mientras estuvieramos juntos todo me parecía indiferente.
— Samantha... — Susurró poniendo una de sus manos sobre mi hombro para alejarme un poco de él.
Hice un pequeño puchero — ¿Qué hice ahora? — Cuestioné suavemente mientras lo veía con curiosidad y un sentimiento extraño en el pecho que no sabía cómo describir.
Tenía un mal presentimiento corriéndome por la sangre.
— No eres tú, soy yo.
Esa frase resonó en mis oídos con violencia y sentí como mi alma se caía hasta llegar a mis pies, me quedé en silencio sin poder decir nada y apreté los labios tratando de pensar en que responder, era respuesta era lo suficientemente evidente como para que pudiera saber a qué se refería, pero...
— ¿Cómo? ¿De que hablas? — Pregunté soltando una suave risita nerviosa mientras lo examinaba con la mirada.
— Creo que tenemos que dejarlo así, Samantha.
El estaba tan serio que por un momento pensé que no podía sentir nada, pero cuando mi mirada chocó contra la suya había un sentimiento de culpa, vulnerabilidad y frustración en la forma en la que me veía, tenía las comisuras de los labios ligeramente hacía abajo, el cabello despeinado y los ojos tintados de un suave tono rojo.
Entre abrí los labios y un cosquilleo detrás de los ojos hizo que mi vista se pusiera borrosa, había un nudo en mi garganta y en mi estómago se arremolinaba algo parecido a la tristeza.
— Yo... Puedo hacerlo mejor, seré buena novia... Lo prometo, no volveré a pedirte atención... Por favor... — Susurré tratando de acercarme a él, pero me detuvo con las manos en mis hombros.
— Samy... No lo hagas más difícil.
Tal vez pude haberlo golpeado o... Simplemente pude haberme ido, humillarme no era una opción así que lo abracé.
Lo abracé con todas mis fuerzas tratando de ocultar a la demás gente la intensidad con la que mis lágrimas se deslizaban por mis mejillas.
— Lo siento... Lo siento mucho, pero no puedo seguir lastimandote...
— ¿Qué? — Guardé silencio por unos segundos alejándome de él por completo mientras limpiaba mis lágrimas — Dime por favor que no estuviste con nadie más...