Archduke Wolf

Capítulo #3

Disclaimer Naruto no me pertenece le pertenece a Masashi Kishimoto. La historia si es de mi completa autoría.

Capítulo #3
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Sakura se metió al carruaje tan rápido como pudo. Ella no podía creer lo que había pasado. Bien. Estaba casada con el Uchiha, pero no es como si estuviera enamorada de él como para dejarse llevar de ese modo. Y si hasta el momento se había comportado como todo un galán, eso no quitaba quien era en realidad.

The Bloody Wolf.

Un hombre tan peligroso que el campo de batalla al cual fuera enviado se volvía una carnicería total. No había quien pudiera hacerle frente. Una lucha unilateral. Con la yema de sus dedos tocó sus labios sintiendo como el calor subía a sus mejillas.

«Tan intenso.» pensó. Sabía que el revoltijo en el estómago no desaparecería tan fácil como la primera vez que se besaron en la boda. Eso había sido rápido, sin deseos o ganas de alargarlo por ninguna de las dos partes involucradas.

¿Qué había cambiado entonces? Sakura no lo sabía. Para ella, Sasuke sería un misterio, no, más bien un enigma que no resolvería hasta conocerlo a fondo. Y tampoco era como si deseara aquello. ¿Verdad? «¡Claro que no quiero conocerlo!» aunque se repetía la frase como una mantra, la realidad es que no estaba demasiado segura respecto a eso.

Se dejó absorber por el mundo de Morfeo en cuanto su cuerpo tocó el asiento del carruaje. Aunque era incómodo estando consciente, no tardó en dormirse. Habían sido demasiadas emociones por una noche como para desear seguir indagando en que era lo que le pasaba por la cabeza a su marido.

Y aunque no pensó lo que dijo, sus mejillas ardieron sin compasión.

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Cuando la calidez empezó a sentirse en su piel sus ojos se abrieron un poco. Estaba bastante sorprendida, en ese momento se había levantado en la mañana. Podía sentir los baches que pasaba el carruaje así que acomodándose como podía sacó la cabeza por la ventana.

—Archiduque.—el hombre escuchó el llamado de su esposa ser pregonado por una comitiva de aullidos que lo hicieron reír. Sus lobos empezaban a aceptar a su esposa como su loba alfa. Su pareja. Disminuyendo la velocidad con la que galopaba en su caballo, se acercó tanto como pudo al ventanal del carruaje.

—Es bueno verte despierta. ¿Tienes hambre?—la voz masculina se le hizo como un dulce que rodaba por su sentido auditivo de tal perfecta forma que el calor la inundó. El Uchiha no parecía comprender los estragos que hacía en ella, y si lo sabía, se aprovechaba al máximo de ellos.

—Sí.—el hombre asintió ante las palabras de esta. Con un gritó de “alto” todos sus hombres se detuvieron. El carruaje paró y el Uchiha bajo de su caballo para ayudar a su esposa a bajar como el caballero que era. Su mano entrelazada mientras la ayudaba y la acercaba a donde estaba parte de la guarnición de alimentos.

—Ahora mismo no podemos parar tanto, tengo que llegar al castillo hoy.—Sakura asintió comprendiendo. Lo había dicho, se habían casado tan pronto como pudieron debido a que el hombre debía de regresar a la guerra. No sabía cómo sentirse respecto a eso. No sentía que enviudaria tan rápido.

Sasuke estaba acostumbrado a la guerra.

Sakura debía acostumbrarse entonces a despedirlo y esperar su regresó.

Qué horrible sonaba eso.

—Sakura.—se sobresaltó al escuchar la voz de Sasuke directamente en su oído. Se alejó tan rápido como pudo sin poder evitar que su corazón latiera desbocado. El Uchiha la miraba con cierta intensidad que todo el vello de su cuerpo se erizó. Agarró el pescado cocinado que le ofrecía empezando a comerlo.—¿Vas a huir de mi cada vez que me acerqué?—no lo miró, sabía perfectamente que estaba tras ella, observándola, evaluando cada movimiento que hacía.