Rescatando a Kayla

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Tome el carro de Lillian y tome camino a donde mi madre me había citado, tenía la esperanza de que Lillian entendiera mi mensaje y supiese dónde buscarme, si no, esto sería mi fin, llegué al lugar, estacioné el auto y baje, dentro ya estaba mi madre esperándome

– Hasta que llegas - me dijo, yo tomé asiento frente a ella

– ¿Qué pasará conmigo? - le pregunté sentada frente a ella y ella sonrió

– ¿Tú qué crees? me preguntó - Te entregaré a Jeason y así me dejará en paz - me dijo

– ¿Por qué? - ella me observó sonriendo - ¿Por qué nos hiciste esto? - le pregunté

– ¡Hay por favor Kayla! - se rió- yo nunca quise a tu padre, la vida se me arruinó cuando supe que ustedes dos venían en camino - yo tragué saliva - yo quería dinero, triunfar, iba a ser famosa ¿sabes? pero mi oportunidad se fue justo cuando nacieron ustedes - rió amargamente- así que yo sabía que de cierto modo tenía que sacarles provecho - la observe llorando - ay no llores! - me dijo - si por mi fuera, a las dos las hubiese hecho famosas y explotado a más no poder, pero tu padre se dio cuenta y te alejo de mi, si no hubiese logrado que fueran famosas, las hubiese prostituido, hasta lograr mi fortuna, afortunadamente Lillian supo sacarle provecho a las redes sociales, claro, me tenía que dar una gran cantidad para yo no hacerle daño a Carlos - sonrió -

– ¿Por qué lo dañarías? - le dije observándola

– Yo quería estar con Ramon - sonrió amargamente - por eso hice que Lillian se acercara a Carlos, de una u otra forma lograría mi venganza con Paola, el me lo quito

–¿De qué hablas? - le pregunté, mi madre conocía a los padres de los chicos?

–¡De que Paola llegó y arruinó todo! Yo era feliz aquí en estados unidos, pero ella me lo quitó todo, me quitó a Ramón, me quitó el futuro que yo pude llegar a tener con él - la miré sorprendida - ella llegó un día de vacaciones con su familia, en ese momento ninguno de los dos tenía dinero, vivíamos en un barrio de inmigrantes, ella no se fue, ella se quedó, me quito la atención de el, después el me dejo de lado y solo le presto atención a ella, a mi familia la deportaron, tuvimos que volver a México y ahí conocí a su padre, un hombre de dinero, lo dejo todo por mi, pensé que se quedaría la fortuna de su familia pero no fue así, solo me embarace para quedarme con esa fortuna y de nada sirvió - dijo con coraje - entonces ustedes ya no me servían para nada - me dijo -

– ¿Nos usaste? - le dije con coraje -

– Ustedes eran mi mina de oro - sonrió con malicia - y lo seguirán siendo querida - sonrió - a ti te dejaré con Jeason por una buena cantidad y Lillian, Lillian terminará la venganza que inicie, no sé en qué momento se descarriló, ella sabia que tenia que hacer con Carlos, pero se enamoró de él la muy estupida

– ¿Cómo? - dije sin entender

– ¿Crees que fue coincidencia que se acercara a él? ¡Ella tenía que terminar con él! Pero no, ella fue estúpida y se enamoró, deje de reconocer a mi hija - estaba sorprendida, Lillian se acercó a los chicos solo por cumplir la venganza de mi madre ¿realmente podía confiar en ella? Me sentía sola y sin saber en quién confiar ahora

–No te saldrás con la tuya - le dije llorando -

–Ya lo hice querida - Vi como la policía entró al lugar, de pronto estábamos rodeados, me levante rápidamente, pero ella me jalo del brazo

– ¿Qué hiciste estúpida? - me dijo jalandome con ella y poniendo una pistola en mi cabeza

– Basta! - le dije - estaba asustada

Mi hilo rojo || Cesar Parra ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora