Los Quiero... Att: Lan Sizhui

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Son Lang había peleado con todas sus fuerzas, pero no había conseguido ganarle a aquella persona.

-No tendré un derretidor de núcleos, pero tengo algo que he estado utilizando desde hace unos días y funciona bastante bien

Solto una risa bastante sádica mientras de la carroza bajaba un pequeño niño el cual caminaba lentamente, al parecer muy debilitado al igual que el, Son Lang tenía miedo, ¿ese monstruo decidía pelear sobre un niño? Definitivamente no lo mataría, pero si se defendería.

-definitivamente, los Jin están podridos, como te atreves a traer a un niño al campo de batalla

Son Lang le grito mientras sostenía su espada, no se fiaba de aquel tipo

-Oh mi querido Son lang, este no es un niño cualquiera, me lo debe por ser un pecador

Aquel hombre soltó una risa y susurro algo

-¡¡Jin Guangyao aléjate de ese niño!!

Son Lang intento alcanzarlo, pero no pudo hacerlo, el niño toco una flauta de Bambú, después dejo de sentir el suelo y sintió una opresión en su cuello, intento soltarse, pero no pudo hacer mucho, no había nadie sosteniéndolo eso era... cultivo demoniaco.

- ¿Qué te parece mi nuevo juguete? Ha sido muy útil estos días, pronto nadie podrá hacerme frente en la guerra, nadie se opondrá a los Jin

Jin Guangyao miro orgulloso a aquel niño

-Ahora mátalo, no puede haber testigos de que existes Shunmi

Son Lang miro al pequeño, sus ojos estaban idos, se veía que su cuerpo no resistiría mucho el cultivo demoniaco, Son Lang estaba perdiendo la conciencia

-H-Habrá un juicio... y ese día pagaras por todos tus crímenes Guangyao

-si? Ya quiero verlo

Guangyao sonrió como siempre lo hacía, de la nada el pequeño niño se desmayó soltando a Son Lang

-¡¡¿Qué demonios?!! ¡¡Maldita sea, maten a ese imbécil y traigan al niño, ahora!!

Son Lang estaba muy débil para luchar contra aquellos soldados, estuvo por dejarse morir, pero alguien logro sacarlo de ahí, o eso es lo único que recuerda antes de perder por completo el conocimiento

Por otro lado Xiao Xinchen había escuchado que Son Lang estaba en una misión bastante peligrosa, pero nunca imagino que había intentado matar a Jin Guangyao, sin dudarlo lo salvo de una muerte segura, pero Son Lang estaba muy grave, estaba desesperado, ningún médico había podido hacer nada por el, todos esperaban lo peor, hasta que se encontró con ellos, aquellos dos jóvenes maestros a quienes juro serles fiel.

Xiao se encontraba cargando a Son Lang en una noche oscura y lluviosa, había intentado todo y no quería enterrarlo, había estado enamorado de él y ahora perderlo era tan doloroso, cayó al suelo del cansancio mientras lloraba, no podía hacer nada por el...

-parece que estas en problemas, ¿necesitas una mano?

Una voz bastante alegre resonó en aquel lugar, Xiao levanto la mirada observando a dos maestros con túnicas negras

-El...El esta enfermo y yo no puedo hacer nada...

-mmmm ¿qué queda más cerca? ¿La secta o wen qing?

Pregunto uno de ellos al otro el cual no tenía expresión alguna

-Secta

-Bien, supongo que podemos darle algo en lo que Qing aparece