Jungkook
—Jefe —me llama Taehyung, mi mano derecha de toda la vida— el barco llegará antes de lo previsto —me informa con seriedad.
—Bien, envía a un grupo de hombres para que tengan todo listo —ordeno serio y me levanto de mi escritorio.
—Inmediatamente —responde Taehyung haciendo una reverencia y se marcha rápidamente.
Me quito las gafas y las dejo sobre el escritorio. Desde que tengo uso de razón este ha sido mi destino. Mi padre siempre me enseñó a tratar con todos y cada uno de los problemas que ocurren al ser el jefe de una de las mafias más peligrosas y famosas de todo el país. Mi padre murió a la edad de cincuenta años, y yo tomé el mando de la organización a los catorce. Todos me subestimaban y me miraban por encima del hombro.
Ninguno creía conveniente o correcto que un niño fuera el mando supremo, que estuviera por encima de ellos, porque era una gran herida para sus orgullos. Debido a ello, tuve que trabajar mucho para ganarme la confianza de todos y cada uno de los que me negaban. Poco a poco fueron depositando su confianza en mí y me aceptaron como su Boss.
—Ahora me protegen por encima de sus propias vidas —susurro con una sonrisa en mi rostro.
Yo más que nadie sé lo difícil que es mantenerse vivo en este mundo pero con esfuerzo y con las personas correctas de tu lado se logra.
Miro el reloj en mi muñeca, las siete de la mañana y ya tenemos bastante movimiento. Salgo de mi oficina y camino a los campos de entrenamiento, llevo desde las cinco de la mañana en la oficina con papeleo y siento los hombros agarrotados. Si no entreno me volveré loco.
Camino por los pasillos hasta unas grandes puertas de cristal que se abren al notar mi presencia mediante un sensor y entro al campo viendo a cada uno de mis hombres entrenando con pistolas, ametralladoras, cuchillos, todo tipo de armas. Miro a uno de ellos y me acerco, parece que se percata de mi presencia porque se detiene casi de inmediato.
Desde que nací todos me decían que tenía una presencia dominante y fuerte, digna de un jefe, en aquel momento no lo entendía bien pero luego con el paso de los años me di cuenta de que era verdad. Gracias a esta presencia, muchos de los que intentaban ir en mi contra primero se lo pensaban dos veces y al final desisten.
El hombre frente a mí está vestido con un pantalón estilo militar, una camisa manga corta negra, en sus caderas tienen un cinturón marrón con varios compartimentos y viste unas botas negras. Me hace reverencia.
—Bienvenido Boss —me saluda.
—Sí, solo vine a echar un vistazo —le digo—, puedes seguir con lo tuyo.
Este asiente y regresa a su posición, sonrío al ver el arma que lleva con él.
>>¿Cómo está esa preciosura? —pregunto refiriéndome a la ametralladora en sus manos.
—Genial como siempre —contesta con una sonrisa en su rostro—, esta Browning calibre 0.50 es genial —la mira encantado.
—Toda una preciosura —asiento de acuerdo.
La ametralladora Browning calibre 0.50 es una de mis armas favoritas. Fue creada al final de la Primera Guerra Mundial por los Estados Unidos de América. Es un arma muy famosa por su gran capacidad de disparos, desde cuatrocientos hasta quinientos disparos por minuto.
—Es terrorífica —confiesa el hombre, su nombre es Charles, uno de los varios coreanos de ascendencia americana en mi organización y un amante de las armas.
—Lo es —asiento de acuerdo—, es toda una joya —añado.
—Tiene toda la razón —la deja en su lugar con cuidado.

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Port Mafia [KookGi]
FanfictionMuchos artistas intentan expresar la belleza del mundo usando colores vibrantes y cálidos, colores que obligan a ver todo lo bueno e ignorar todo lo malo. Pero la realidad es que, esa belleza que intentan demostrar no sólo puede expresarse mediante...