YoonGi
Han pasado veinte minutos desde que estoy sentado en el gran sofá del salón esperando a que llegue esa persona importante. Paso una mano por mi cabello "peinado" porque lo he mantenido un poco desordenado.
Luego de lo que pasó hoy en la tarde no tenía ganas de arreglarme mucho —a pesar de las claras órdenes de mi padre, que se joda— por lo que me vestí con unos pantalones negros rasgados en la rodilla, una camisa manga corta blanca y encima una chaqueta de cuero, y en los pies unos zapatos blancos cómodos.
Al mirarme al espejo mientras me vestía vi algo muy interesante en mi rostro, justo en mi mejilla y no es algo que se pueda cubrir con maquillaje.
Saco mi móvil y busco entre mis juegos para entretenerme mientras tanto. La puerta del salón se abre y subo la vista. Mi padre entra vestido en un traje negro perfectamente planchado y sin una marca, lleva unos zapatos de piel, un reloj en su muñeca y su cabello peinado perfectamente.
Quién nos viera no pensaría que somos padre e hijo, vaya contraste.
Pienso en mi interior y aguanto una risa.
—Min YoonGi —me llama con voz fuerte y lo miro, apago el móvil.
—¿Sí? —lo miro fijamente, desde su posición puede apreciar complemente la leve hinchazón de mi mejilla producto de su golpe.
Sus ojos se fijan y se queda en silencio unos segundos, pasa una mano por su rostro y vuelve a retomar su postura.
—Debes comportarte —ordena pero su voz suena inusualmente suave—, no puedes tener un mal comportamiento delante de él o buscarás un problema —avisa y mira mi móvil—. Guárdalo.
—Está bien —contesto neutral, guardo el móvil porque no quiero más problemas y menos sabiendo que mi padre está bastante sensible.
Ya me dio una muestra en la mañana.
—Bien —responde y asiente.
El sonido de la puerta abriéndose llama la atención de los ojos y me levanto rápido. Escucho unos pasos acercándose y la puerta principal se abre lentamente. Mi padre camina deteniéndose a mi lado.
La puerta se abre totalmente y entra un hombre alto, de cabello negro un poco largo por detrás, ojos avellanas brillantes con un toque de frialdad vestido con un traje azul oscuro que le queda a la perfección. Las facciones de su rostro son excesivamente masculinas dando una sensación de intimidación pero al mismo tiempo un aura muy sexy.
El desconocido camina hacia mi padre y ambos se saludan con un apretón de manos.
—Señor Min, es un placer verlo —saluda a mi padre. Mierda, su voz suena demasiado bien.
—El placer es todo nuestro —regresa mi padre con amabilidad y sueltan la mano, el desconocido gira su escultural rostro hacia mi. Aguanto la respiración hipnotizado—. Le presento a mi hijo, YoonGi.
Su hijo, claro. En situaciones normales intentaría no mostrar sarcasmo en mi cara pero ahora mismo, no puedo evitar el mirar a el hombre frente a mi.
Es...mierda, tiene un cuerpo y voz de muerte. Ojalá ese cuerpazo esté sobre mi y...
Un apretón en mi brazo me saca de mis buenos pensamientos y miro a mi padre. Me observa con una sonrisa muy forzada en sus ojos.
—Yoon —me llama con aparente dulzura y aprieta más mi brazo—, saluda al señor Jeon.
—Oh —parpadeo—, si, si —intento concentrarme y lo miro, sus ojos avellanas se mantienen fijos mirando los míos oscuros—. Es un placer conocerlo señor, soy Min YoonGi —extiendo mi mano a él intentando que no tiemble.

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Port Mafia [KookGi]
FanfictionMuchos artistas intentan expresar la belleza del mundo usando colores vibrantes y cálidos, colores que obligan a ver todo lo bueno e ignorar todo lo malo. Pero la realidad es que, esa belleza que intentan demostrar no sólo puede expresarse mediante...