« Susurros de Piel »

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Susurros de Piel

En la penumbra suave de la noche callada, 
dos cuerpos se encuentran, la pasión desatada. 
El roce de pieles, un fuego encendido, 
cada latido es música, un deseo compartido.

Tus ojos, dos luceros, brillan en la bruma, 
y en el aire se siente la fragancia de una pluma. 
Con cada susurro, mi piel se estremece, 
y en el juego del alma, el deseo florece.

Tus labios se acercan, un dulce veneno, 
dibujando caminos en mi cuerpo sereno. 
La miel de tu boca es un canto divino, 
que embriaga mis sentidos, que me lleva al destino.

Las manos exploradoras, como ríos de fuego, 
deslizan su danza, desnudando el sosiego. 
Cada caricia es un verso que se escribe en mi piel, 
un poema ardiente que no tiene papel.

Tus dedos son pinceles que pintan mi historia, 
en cada trazo suave, en cada victoria. 
El susurro del viento juega con nuestra piel, 
y el mundo se apaga, solo hay tú y yo en él.

La luna nos mira, testigo silente, 
de este encuentro sagrado, de este amor latente. 
Nuestros cuerpos se funden en un abrazo eterno, 
un baile de sombras bajo un cielo tierno.

El tiempo se detiene en este instante puro, 
donde el deseo es rey y el amor es seguro. 
Las olas del placer rompen en cada rincón, 
y en cada suspiro se escucha una canción.

Tu aliento es un fuego que consume mis miedos, 
y en la danza del éxtasis, nos perdemos quedos. 
Los gemidos son ecos que resuenan en la noche, 
como un canto divino que el alma despoche.

Enredados en sábanas de sueños y anhelos, 
nuestros cuerpos se hablan sin palabras ni celos. 
La piel contra piel es un lenguaje antiguo, 
un secreto compartido que nunca es ambiguo.

Bailamos entre estrellas, flotamos en el aire, 
cada roce es un pacto, cada beso un estandarte. 
La noche es nuestra musa y el deseo un abrigo, 
en este viaje ardiente donde todo es testigo.

Tus ojos me atrapan en un profundo abismo, 
y en la profundidad hallamos el heroísmo. 
De entregas y promesas tejemos la trama, 
y en cada encuentro ardiente avivamos la llama.

Así seguimos danzando en esta sinfonía, 
donde el amor se desata con pura energía. 
Y cuando la aurora despierte a nuestro lado, 
sabrás que en mis brazos siempre has estado.

Oh dulce amante, en este juego eterno, 
donde los cuerpos hablan y el alma es tierno. 
Sigamos explorando cada rincón prohibido, 
en esta danza infinita que nunca ha tenido fin.

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⏰ Última actualización: Jul 23 ⏰

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