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Los días habían pasado desde aquella primera interacción entre ellos, hablaban por mensaje durante horas y se respondían con rapidez.

Pronto encontraron más coincidencias entre ellos lo cual parecía agradarles a ambos ya que tenían un futuro prometedor en términos de amistad.

Arabella se desvelaba respondiendo los mensajes de Andy pues cada que lo hacía un sentimiento en su pecho florecía, llegaba tarde al trabajo ya que dormía bastante tarde pero creía que valía la pena hacerlo.

Andy no tenía problema con desvelarse ya que no tenía ningún día promedio como las personas de su edad, no trabajaba y tampoco estudiaba. Su único pasatiempo era componer y ensayar con su banda "Black Veil Brides" a quien le dedicaba la gran parte de su tiempo.

Además padecía de insomnio, o por lo menos tenía un horario de sueño bastante terrible ya que su rutina era dormir unas cuantas horas al día, ensayar, volver a casa de noche y no poder dormir hasta la mañana siguiente. Pese a su poco saludable habito de sueño, sus ojeras no eran tan prominentes.

Él sentía calidez y confianza en la emergente amistad que estaba sosteniendo con Arabella, sin embargo, su día no solo se basaba en responderle a ella ya que tenía otras amistades que cuidar.

—Narra Arabella

He estado tan agotada últimamente, he dormido poco y la cafetería ha estado tan llena de personas desde que algún influencer vino a hacer una reseña sobre el lugar en el que trabajo.

He estado en un debate constante con mi mente, está esa parte de la experiencia y la incertidumbre que me orillan a hablar por mensaje con Andy durante altas horas de la noche pero también está la otra parte de mí que quiere dormir y trabajar en la cafetería para que puedan considerar mi aumento de sueldo.

He hablado con una de mis amigas al respecto y sugerirle algún consejo, Cristal me ha dicho que solo le hablé durante el día para que pueda descansar adecuadamente en la noche ¡y lo intenté! pero Dios, él no responde tan rápido.

Mi amiga estaba preocupada de que esas conversaciones nocturnas se volviera un mal hábito y me afectara en todos los aspectos de mi vida, por lo que tuve que tranquilizarla diciendo que haría lo que me dijo. Fue una pequeña mentira piadosa, estoy comenzando mi amistad con él y no podría arriesgarme a hacer un movimiento que nos pudiera distanciar tan pronto.

El otro día Andy me sugirió que habláramos por llamada ya que la conversación puede fluir de mejores formas pero me negué y por varias razones.

Hice una lista mental sobre razones por las cuales no aceptaría una llamada y se las expliqué.

Número uno, la calle por la que vivo es muy ruidosa.

Número dos, mi introversión y mi ansiedad social me hacen malas jugadas y termino hablando estupideces por llamada.

Número tres, me aterra no tener tema de conversación.

Número cuatro, tengo inseguridad sobre mi voz.

Suena algo tonto pero es la realidad, siempre me molestaron por mi voz aguda y eso me orilló a querer enfermarme de la garganta bastante seguido para que la ronquez de mi voz por la gripe opacara la naturalidad de ella.

Andy me dijo que lo entendía pero no estuve muy segura pues sus mensajes fueron menos constantes, me asusté.

Siempre he tenido que leer entre líneas el comportamiento de las personas para saber cómo reaccionar, es un comportamiento aprendido en casa por todas esas veces que mi madre discutía con mi padre y ninguno de los dos quería que yo supiera pero siempre había algo en ellos que los delataba. Una mirada fría o menos contacto físico, con los años fue más fácil notarlo, siempre tuve buen ojo para eso.

Cherry WavesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora