𝟢𝟤 ── 𝖳𝗁𝖾 𝗆𝖾𝗆𝗈𝗋𝗒.

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Con una profunda y dolorosa bocanada de aire Sunoo se sentó de golpe sobre la cama. Sus manos temblaban ante el recuerdo que lo inundó apenas abrió sus ojos. Estaba terriblemente sudado, su corazón acelerado en su pecho y de pronto explotó en todas esas emociones que habían estado atrapadas en su cuerpo. Sus lágrimas cayeron por sus mejillas en demasía, empapándolas. Ni siquiera se atrevía a mirar bajo la manta que lo cubría.

Los sollozos se hicieron cada vez más fuertes en la habitación hasta que vio a su rubio hermanastro sentarse adormilado sobre su propia cama.

—¿Sunoo? —el mayor notó que su hermano lloraba desconsoladamente en medio de la oscuridad de la habitación.

Ya casi eran las 7 de la mañana, la luz del día se colaba levemente entre la cortina que Sunghoon abrió para ver a su hermano más claramente.

—Hey ¿Qué pasa? ¿Estás bien? —dio un paso hacia él.

—¡Déjame! No te acerques, soy asqueroso.

Sunghoon negó y se sentó junto a él en la cama.

—Tranquilo, no eres asqueroso —susurró y lo envolvió en un abrazo atrayéndolo hacia su pecho—. Cuéntame lo que pasó.

—Hyung yo... —suspiró profundamente—, tuve una pesadilla húmeda.

—¿Pesadilla húmeda?

—Alguien me violó en mi sueño y podía sentir todo, fue horrible, se sintió tan real que... tuve un...

Sunoo no pudo continuar. La falta de aire lo hizo explotar en llanto de nuevo mientras se aferraba al brazo de su hermano.

—Está bien, está bien... solo fue un sueño, y tu cuerpo reaccionó, no quiere decir que haya sido real ¿Sí? Tranquilo... —el mayor habló en voz baja mientras acariciaba su cabello.

—No le digas a nuestros padres, me avergüenza...

—Está bien, no les diremos —aseguró—, pero eso quiere decir que el otro día cuando dijiste que te orinaste...

Sunoo asintió. —Fue una pesadilla también.

Sunghoon se puso de pie, pero Sunoo agarró su manga y no lo dejó irse.

—Espera... —susurró.

Sunghoon lo vio con sus ojos oscuros bajo la capa de su cabello rubio sobre su frente.

—¿Qué pasa?

Sunoo se quedó en silencio durante un momento. Se arrepintió de la idea repentina que tuvo, no quería que Sunghoon viera el estado en que se encontraba su cuerpo, la última vez había sido horrible y humillante para sí mismo.

—¿Puedes salir de la habitación? No quiero que me veas.

Sunghoon esbozó una imperceptible sonrisa y asintió.

—Claro que si.

Cuando Sunghoon salió, Sunoo tomó la manta con su mano aun temblando. Le asustaba verse, pero aún así alzó la manta apartándola.

Vio lo mismo que la última vez.

Su camiseta levanta y un rastro seco de semen que bajaba por su estómago hasta su pelvis bajo su pantalón.

Era asqueroso.

En su sueño había eyaculado en la boca de ese monstruo, pero parecía que en realidad todo estaba sobre él, en abundancia. Nuevas lágrimas cayeron al recordar ese momento y se levantó de la cama para ir al baño.

El agua fría lo hizo temblar, llevaba un buen rato bajo la lluvia de la ducha se había lavado con mucho jabón al igual que el cabello y luego se quedó ahí sin moverse, solo llorando hasta que sintió golpes en la puerta.

—Sunoo, llevas mucho tiempo ahí ¿Estás bien? —la voz de su hermanastro llamó su atención.

—Lo siento... —balbuceó.

—¿Puedo entrar? Solo quiero verificar que estés bien.

—Sí... —dijo despacio.

La puerta se abrió y vio a Sunghoon a través de la puerta de cristal de la ducha, ya estaba vestido y arreglado para la universidad.

—Sunoo ¿Estás herido?

Sunoo negó.

Su cuerpo estaba cubierto por la parte borrosa de la puerta de cristal, sin embargo Sunghoon bajó sus ojos al lugar.

—¿Puedo verificarlo? Si no le diremos a nuestros padres, quiero asegurarme de que estés bien.

Sunoo negó de inmediato. —No quiero que me veas, es vergonzoso.

—Ambos somos hombres, no pasa nada, de lo contrario tendré que decirle a mamá —Sunghoon habló con seriedad.

—¡Está bien! —Sunoo habló asustado—, te dejaré mirar, pero no le digas nada.

Los ojos de Sunghoon lo miraron fijamente esperando a que se mueva. El menor abrió la puerta de la ducha lentamente y su hermanastro dio un paso hacia esta, en donde pudo ver claramente el cuerpo desnudo y encorvado de Sunoo, el agua aún cayendo por su piel erizada, su pene flácido y su punta rojiza sin ningún rastro de maltrato.

—Bien... Está todo bien.

Sunghoon se estiró dentro de la ducha y Sunoo se congeló cuando la mano del mayor pasó junto a su cuerpo sin importarle que la manga de su sudadera se mojara, y cerró la llave del agua.

—Termina pronto, te espero abajo.

Los ojos de Sunghoon lo recorrieron de arriba abajo una vez más, deteniéndose muy brevemente en sus pezones y luego cuello que parecían intactos. Luego salió del baño dejando a Sunoo solo.

Cuando bajó ya estaba vestido y listo para desayunar. Su madre y padre también estaban listos para ir al trabajo. Un vaso de agua lo esperaba junto a un pequeño pastillero con sus medicamentos, se sentó junto a su hermanastro para tomar desayuno y se tomó cada uno de sus medicamentos, con miedo... de que todo se repita de nuevo.

𝘞𝘌𝘛 𝘕𝘐𝘎𝘏𝘛𝘔𝘈𝘙𝘌¹  ›  𝗦𝗨𝗡𝗦𝗨𝗡'𝗦 𝗩𝗘𝗥𝗦𝗜𝗢𝗡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora