𝟢𝟫 ── 𝖬𝖺𝗄𝖾 𝗎𝗇𝗀𝗋𝗒.

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Fue un día difícil para Sunoo.

Entre inventar una excusa de por que había llorado, disimular su dolor en el trasero y que este le trajera constantes recuerdos de la noche anterior que lo herían, pasó a una etapa en la que sentía furia hacia Sunghoon.

Casi siempre discutían por tonterías, y él estaba al pie del cañón respondiendo con enojo todo lo que le molestaba. Apenas estaban acabando las clases y tenía tantas ganas de decirle lo mucho que lo odiaba.

Como pocas veces, Sunghoon fue por él a la escuela. Por lo general solo lo dejaba por las mañanas, pero ahora había empezado a ir por él más seguido. Se despidió de Jungwon y Jay que aún seguían preocupados por él, sin embargo, ingenuamente pensaban que con su hermanastro estaría en mejores manos.

Cuando Sunoo subió al auto de mala gana y cerró la puerta de un portazo Sunghoon examinó su expresión antes de arrancar el auto, pero no dijo nada. Hicieron un camino silencioso hasta que Sunoo se dio cuenta de que no se estaban dirigiendo a casa, sino más bien, al centro de la ciudad.

Alzó su cabeza algo confundido y le dio a Sunghoon una mirada molesta.

—¿A dónde me llevas?

—Hasta que por fin hablas —murmuró Sunghoon tocando su labio con su dedo índice, sin quitar su vista del frente.

—Te hice una pregunta —respondió el menor, sin ganas de caer en el niño miedoso que había sido hasta la mañana.

Sunghoon movió sus ojos hasta él. Sus miradas chocaron en una gélida guerra que a Sunghoon le pareció graciosa. Ese Sunoo le gustaba más.

—Vamos a la clínica —respondió—, mamá nos está esperando.

A Sunoo le ardieron los puños. ¿Cómo podía llamar a su madrastra de esa manera cuando ni siquiera respetaba a su hijo?

—¿Estás enojado? ¿Por qué? —preguntó el mayor con un deje de burla en su tono.

Pero Sunoo no respondió. Se negaba a caer en su juego.

—Pensaste en mí todo el día ¿Verdad? Por eso estás enojado.

Maldito manipulador, asqueroso, cuanto lo odiaba, cuanto deseaba hacerle sentir el dolor que sintió él. El miedo y el terror de todos esos momentos que pensaba eran pesadillas.

—Sunoo...

—¡Cállate, sólo cállate! —gritó.

Sunghoon se contuvo de responder y no hizo nada.

Cuando llegaron a la clínica su madre los recibió con ansiedad. Las clínicas no eran su lugar favorito, pero entraron rápidamente junto a Sunghoon lo cual facilitó las cosas y a la vez no.

Sunoo explicó con mucha dificultad las "pesadillas" que había tenido, pero lo más preocupante de todo para el doctor era que no podía mover su cuerpo, no se trataba de parálisis del sueño, ya que Sunoo no lograba despertar realmente. El problema era muy diferente.

—Le recetaré otras pastillas —habló el doctor—, las anteriores ocasionaron efectos secundarios en su cerebro como la parálisis cerebral, lo que provocaba que no pudiese moverse durante la noche.

—¿Qué hay de las pesadillas? —la madre preguntó preocupada.

—No sabría decirlo con exactitud, pero podría deberse a un problema más psicológico en realidad, quizás sea bueno que inicie terapia —recomendó el doctor.

—¿Terapia? —su madre preguntó nuevamente preocupada.

Sunoo no dijo nada. Tal vez no era tan mala idea.

𝘞𝘌𝘛 𝘕𝘐𝘎𝘏𝘛𝘔𝘈𝘙𝘌¹  ›  𝗦𝗨𝗡𝗦𝗨𝗡'𝗦 𝗩𝗘𝗥𝗦𝗜𝗢𝗡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora