Los días pasaban, en algunas ocasiones rápidos y en otros eran tan eternos que hacían que el rubio se desesperara aún más, pues hace no mucho Jiraiya; quien había aceptado ser su maestro y tutor del entrenamiento que llevaría a cabo, le había indicado que la cuarta semana del presente mes lo llevaría con él a el Monte Myoboku donde sería su largo y extenso entrenamiento pero claro, aún faltaba una semana entera, aunque se sentía desesperado porque el día llegase también se sentía triste.
El pequeño Sasuke aún no sabía de su partida.
¿Cómo se lo dirá? ¿Se enojará con él?
El tiempo que había convivido con el pequeño Uchiha se había tan valioso como el mencionado, se había encariñado con su amigo de aventuras tanto que ahora tenía un motivo por el cual quedarse pero una razón por la cual volverse mas fuerte.
Porque si él no se volvía fuerte ¿Entonces quien protegería a motivación y alegría?
Me siento pésimo –Exclamó el rubio caminando cabizbajo junto a Sakura, ambos se dedicaban a entrenar mutuamente en equipo y a veces de manera individual, eso les ayudaba mucho.
Aún no le has dicho ¿Cierto? –El rubio negó en respuesta mientras le seguia el paso a la pelirosa, ya que ambos vivían cerca, ir juntos platicando les ayudaba.– Pues apresúrate, yo sé lo dije a Hinata el mismo día, aunque me quedaré en la aldea no tendré tiempo de estar con ella, pero tú no.
Ya lo sé, Sakura, pero me dió miedito. –Naruto abultó sus labios mirando al frente mientras pensaba.– Él siempre pasa por aquí, si aparece le digo y si no..le diré en otro momento. –Concluyó el rubio con una sonrisa al chasquear sus dedos.
Vas a terminar por irte sin decirle nada, insensible. –Bufó Sakura con molestia.
Que no lo haré, en serio de verás. –Le aseguró a Sakura.
Luego de una conversación algo larga entre ambos, se despidieron con una cálida sonrisa, de ahora en adelante su entrenamiento lo sería todo, claro, pero aún así se prometieron encontrarse y comer algo como lo hacían luego de cada misión.
¿Pero Naruto volverá pronto? No él mismo sabía, solo tenía en mente ser más fuerte y llegar a convertirse en el Hokage que siempre soño, y quizás..si ese pequeño aún recuerda su promesa, estar junto a él.
Sus pasos eran lentos, pues tenía esperanza de encontrar al pequeño por ahí, ya que mayormente lo veía comprando comida con su hermano por lo que le mencionó el pequeño Sasuke.
Pero tristemente, el no apareció, no lo encontró. Con tristeza continúo su camino hasta su frío y solitario hogar, cabizbajo mirando sus pies mientras caminaba, aún si su mente estaba en otro lugar pudo escucharlo.
¡Naruto! –Sasuke corría hacia él como de costumbre con una adorable sonrisa y levantando su mano saludando a su mayor.– ¿No me escuchabas? Te estuvo llamando hace un rato. –Mencionó el menor con una pequeña risita de por medio.
¿Tanto se había sumergido en sus pensamientos? Al parecer sí, se rió de él mismo mientras negaba con la cabeza.– Lo siento, Sasuke..es solo que pensaba en algo. –Respondió con sutileza acariciando los oscuros cabellos del Uchiha.
¿Que sucede? –Preguntó Sasuke.– De nuevo estás triste, y no digas que no. –Sus brazos se cruzaron sobre su pecho sin dejar de mirar al rubio.
Naruto sonrió, esa pequeña manía de cruzarse de brazos cuando quería saber algo si o si, lo hacía mirarlo con más ternura.
¿Recuerdas que te dije que las cosas a veces no salen como pensaba? –Le dijo el rubio inclinándose un poco colocando sus manos sobre sus rodillas. El pequeño asintió escuchando atentamente.
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Merry Me!
Fanfiction"Solo es un niño, cuando crezca se olvidará de esa promesa y conocerá a alguien más, ya verás." ----- Sensei, me he convertido en un adulto ahora y desde que me convertí en ninja he completado más de cincuenta misiones contando desde las de rango má...