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El canto de los pájaros se escuchaban afuera del cuarto, Shamura todavía estaba acostado en su cama, sin intención de levantarse, apenas se había movido de la misma, ya que después del incidente con Narinder, no había dormido en toda la noche, tenia ese nervio que en cualquier momento que se quedara dormido, Narinder lo apuñalaría con un cuchillo, pero, a la vez, no confiaba en dejar a Narinder solo, no sabia si el gato lo mataría, o el gato se mataría a si mismo. Tenia que tener cuidado con su hermano, sabia que era una bomba de tiempo. Su cabeza empezó a doler de tan solo pensar, su mente se volvía loca por tantos pensamientos.

"Esta es la puta vida que tengo, estoy atrapado con un lunático." Susurro con desdén pero resignación, era un hecho que tenia conocimiento desde que era un niño, su vida no era fácil, y mucho menos desde que tenia un hermano que no sabia diferencia entre lo real y lo irreal. Su cabeza miro a un lado, encontrándose con el cuerpo delgado de Narinder en la cama de al lado, estaba hecho un ovillo, cubriéndose con las sabanas, y sus ojos estaban apretados. La araña suponía que el gato seguía teniendo pesadillas.

Los rayos del sol se filtraban por las cortinas, iluminando el cuarto, pero aun así tenia la oscuridad, Shamura se volvió a cubrir con las sabanas, esperando poder dormir otro rato, pero sentía el retumbar de su corazón, escuchaba la respiración de Narinder, el sonido de la naturaleza, el chirrido de los insectos, y a veces se quedaba quieto, tratando de oír algo que no estuviera allí, tenia el miedo que su hermano en cualquier momento lo hiciera algo, que el gato lo matara.

Suspirando, Shamura decidió que ya era suficiente, y se levanto de su cama, tomando una muda de ropa para poder bañarse, tal vez eso calamara sus pensamientos. El agua estaba fría, y las gotas cayeron por su cuerpo, mojando su pelaje, y cuerpo, cerrando los ojos, mientras el agua se escurría por su piel, tratando de relajarse, sin tener éxito, sus pensamientos iban de un lado a otro, y su cabeza no podía pensar claramente. El espejo del baño estaba empañado, paso su mano por el cristal, revelando su rostro.

Se vio a si mismo, mirando a sus ojos, aun se sentía cansado, y sus ojeras eran mas evidentes, el pelaje morado apenas brillaba con la luz del baño, y sus ojos negros reflejaban su ser. El era el hermano mayor, era el que lideraba toda la carga, no podía ser derrotado por algo tan pequeño y patético como lo era Narinder. Tener que soportar y hasta a veces esconder los pecados del gato, esforzándose por proteger a su familia de su hermano, teniendo que actuar como si no le importara, un monstruo el cual contener. Las fuerzas volvieron a el, apretó sus puños y no dejo que la debilidad lo dominara.

Algunas gotas salieron del lavabo, Shamura las seco, se vistió y salió del baño, Narinder ya estaba despierto, sentado en su cama.

"Yo..."

"No vas a salir del cuarto hasta nuevo aviso, Narinder, vamos a asegurarnos de que nadie mas salga herido, y eso es lo ultimo que voy a decir." Murmuro, mirándolo fijamente.

"Pero..." Trato de hablar el gato, pero sus palabras murieron antes de salir, Shamura lo estaba mirando fijamente, sin mostrar emoción, pero su mirada era intensa, y no permitiría que el gato siguiera hablando.

"Te doy un poco de libertad, dejo de ser tan duro y mira lo que pasa, te aprovechas de eso y sigues haciendo monstruosidades, ese eres tu, ¿Cómo crees que reaccionaria nuestro padre, si descubriese que lo has hecho de nuevo?" Cada palabra fue dicha con precisión, con una fuerza que Narinder no podía hacer contra. "Te quedas aquí hasta nuevo aviso. Si sales, yo me asegurare de hacer que no vuelvas a salir, incluso si sea amarrándote a la cama como cuando éramos niños." Ese recuerdo hacia estremecer al gato, el miedo volvió a su cuerpo, así que decidió callarse, no quería ser encadenado, no de nuevo, esa sensación era lo que odiaba.

"El desayuno." Era lo ultimo que el menor trato de decir, pero la araña no contesto, simplemente salió del cuarto, cerrando la puerta detrás de el.

Narinder, aun sentado en su cama, no supo que decir o hacer, simplemente se quedo mirando al vacío, con el corazón martillando en su pecho, las lagrimas empezaron a rodar por sus mejillas.

Esperando Por Ti || Lamb X Narinder Donde viven las historias. Descúbrelo ahora