03. Jimin

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03. Lo que sucede con Sehun

Sehun me mira con gesto culpable, sin embargo hay algo más brillando en su mirada: una emoción que no consigo identificar.

—¿No piensas decir algo?

—No tengo nada que decir.

Esa respuesta tan hostil no es algo que me esperase de mi dulce y tierno sobrino, aun así es lo que recibo seguido de una mirada sin emociones; camina a su habitación con su espalda siendo lo último que me permite ver.

Suspiro con cansancio y me recuesto contra el espaldar del sofá. Algo no anda bien desde hace días, y el llamado repentino así como la explicación de la directora son algo que me hacen sentir incómodo.

—¿Noona? —pregunta al escuchar la llamada ser atendida.

—Hola, Jimin, ¿qué tal todo por allá? —suena tan animada que me da pesar decirle lo que tenía planeado.

—Bien, es solo que quería saber si acaso has hablado con Sehun.

Un repentino silencio se abre entre nosotros antes de que mi hermana mayor responda a mi duda.

—Hablé con él esta mañana, justo cuando estaba por empezar su primera clase. Lo llamé por teléfono —aclara—. ¿Por qué? ¿Le pasó algo a mi Sehun?

—No es nada —rasco detrás de mi oreja—. ¿Cuándo regresas?

Lleva ya tres semanas fuera por trabajo, lo que me hace preguntarme si todo está bien como ella dice.

—Tal vez la semana siguiente, entre jueves y viernes.

—De acuerdo. Me llamas para ir a recibirte, Sehun se pondrá muy contento.

Noona ríe.

—Por supuesto que sí, es un niño que le agrada pasar con su mami.

Sonrío de costado y después de charlar por un breve rato, nos despedimos.

Durante la merienda todo es silencioso, y al día siguiente la situación no pinta para mejor; de hecho, Sehun no sale de su habitación para nada más que no sea comer o ir al baño, y eso me inquieta.

Mientras miro la televisión, un programa de variedades que me apareció haciendo zapping, medito en si irrumpir en su habitación y obligarlo a hablar, o esperar un poco más. Sin embargo, al final no tengo que hacer nada, puesto que mi sobrino aparece por sus propios medios pidiéndome hablar.

—No fue todo como dijo la directora —sus ojos no me miran, y sus manos moviéndose entre sí me hacen entender que lo que está por explicarme no es algo sencillo de decir para él.

—Entonces, ¿es cierto que golpeaste a ese chico?

—Sí, tío, así es —asiente—. Pero, en realidad, fueron ellos quienes comenzaron.

—¿A qué te refieres?

Generalmente, Sehun es muy parlanchin y nunca se calla, pero ahora es todo lo contrario. Le doy su tiempo hasta que se siente en confianza para soltar lo que le pesa, y que yo estoy dispuesto a tomar porque es mi sobrino y lo amo.

—Llevan tiempo acosándome —el tono de su voz trastabilla un poco y la confesión me tiene a mí descolocado y sin aire—. Al principio creí que solo jugaban, pero luego...

—¿Qué pasó luego? —no habla, no responde a mi pregunta y eso me hace preocupar—. Go Sehun, ¿qué pasó después? —exijo saber.

Entonces empieza a soltarlo todo, y con cada palabra que suelta yo me siento más miserable que nunca. Lo tomo en mis brazos y abrazo a mi sobrino, intento infundir animo a su espíritu al mismo tiempo que busco esconder los temblores de mi dolorido corazón.

Después, Sehun cae rendido ante el sueño, por lo que lo levanto en peso y llevo hasta su habitación; mientras que yo regreso a la mía para llorar en silencio todo el malestar que mi pequeño sobrino tuvo que pasar.

Después, Sehun cae rendido ante el sueño, por lo que lo levanto en peso y llevo hasta su habitación; mientras que yo regreso a la mía para llorar en silencio todo el malestar que mi pequeño sobrino tuvo que pasar

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𝐂𝐎𝐋𝐃𝐄𝐑 𝐓𝐇𝐀𝐍 𝐄𝐕𝐄𝐑 ━𝐏𝐉𝐌Donde viven las historias. Descúbrelo ahora