.࿐╰─╮Kurosawa Raiya╭─╯.࿐
—Es difícil ignorarte, así que no podré hacer como que no estás aquí —sus palabras escaparon serenas. Lo miré curiosa, nuestras miradas encontrándose.
Por un momento, un extraño nerviosismo escaló en mi cuerpo. Antes, su proximidad, sus palabras y su presencia no me afectaba en lo absoluto. Su personalidad risueña, relajada y aparentemente despreocupada me hacía sentir paz a su alrededor. Un inmenso nivel de respeto y admiración siempre se acomodaba en mi conciencia cada vez que le llamaba por su título de capitán segundo. Aquél nivel de respeto incrementó incluso cuando se acercó a mí para ofrecerme su apoyo en cualquier cosa que me estuviera afectando. Claramente, se preocupaba por sus subordinados.
Sin embargo, últimamente su presencia me ponía nerviosa. Su amable insistencia era algo a lo que poco a poco me estaba sometiendo. Incluso cuando fue mi combatiente en el entrenamiento cuerpo a cuerpo, se aseguró de no lastimarme.
—¿Vas a responderle a tu superior o no? —sentí un golpecito en mi cabeza que me hizo salir de mis pensamientos.
—Lo siento, me perdí un momento —rio por lo bajo, llevando su mano a la espada a su lado.
—Es normal perderse en mi mirada, no te preocupes —trazó su dedo por el filo de su arma con lentitud.
—¡¿Qué?! ¡No! —me exalté un poco, sintiendo un inexplicable ardor en el rostro.
—¡¿Cómo que no?! Te estaba hablando pero tú no dejabas de mirarme a los ojos —fruncí el ceño y miré hacia otro lado, las orejas me ardían ligeramente.
—Estaba pensando en que usted es una persona muy amable y considerada —admití en voz baja—. Suele ser alegre y sereno al mismo tiempo, pero ahora se ve un poco decaído. Simplemente me sorprendió verlo así —regresé mi ver hacia él.
—Supongo que sí —su semblante serio, algo decepcionado, me hizo mirarlo con extrañeza—. Pude haber acabado con el Kaiju número ocho... pero se me escapó por contenerme ¡Es demasiado frustrante! —su rostro pensativo se fue transformando en uno un poco más relajado, tratando de hablar con un tono burlón.
La insuficiencia que sentía en sí mismo era algo en lo que sin duda alguna podía empatizar con él. La impotencia de saber que pudiste haber conseguido tu objetivo, pero haber fallado por un mínimo error, era insoportable.
—Antes de que te perdieras en mi mirada... —lo miré con incredulidad por el comentario innecesario—. Te había preguntado si todo estaba en orden... ya sabes, por las cosas que he hablado contigo.
Este era su tercer intento; su tercer intento para destruir la barrera que escondía la historia que tanto deseaba olvidar. No sé por qué, pero la insistencia de mi superior era dulce. Era una preocupación ajena... casi desconocida que me hacía ceder lentamente. Solté un suspiro pesado, exhalando la tristeza contenida en mi interior, buscando mantener un semblante tranquilo. No era necesario contarle mi vida entera, ¿cierto?
—Tengo un hermano mayor —hablé débilmente, evitando su mirada—. Él... Tiene una enfermedad sin cura que lo obliga a vivir en el hospital —el vicecapitán me escuchaba atentamente sin decir nada—. Cuando me encontró en el pasillo, acababa de recibir una llamada del hospital diciendo que mi hermano necesitaba una cirugía de emergencia cuyas probabilidades de supervivencia son casi imposibles —cerré mis ojos con calma, llevando una mano a mi rostro.
Contuve fuertemente las ganas de llorar. No quería volver a mostrarle una imagen tan patética a mi superior. Respiré profundamente y volteé a verlo, estaba frunciendo el ceño con preocupación.
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Sublevación De Espada
Fanfic.࿐╰─╮ "¡¿Por qué no puedes obedecer una maldita orden?!", acaricié su rostro, la desesperación y la tristeza inundando mi conciencia. "Porque no quería que usted muriera, Vicecapitán", respondió débilmente, su cuerpo casi inerte entre mis brazos. ╭─...