𝗦𝗲𝗰𝗿𝗲𝘁𝗼 | 𝖫𝗎𝖼𝗄𝗂𝗍𝗒

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Luzu tenía muchas dudas, por lo que su pequeña dijo, el hecho de que un niño se parezca a él, hace que piense en Roier, y para más confusión, el niño se llama igual que su otro hijo.

Cómo el mismo pensó, hay demasiados niños llamados Roier, por lo que el niño no podría ser él.

Además, de que él nuevo amigo de su hija se parezca a él, eso hace que los nervios y miedo de que ese pueda ser su hijo mayor, sea fuerte.

Ya para el colmo, su hija dijo que él niño le había dicho que ella se parece a su papá.

La única persona que se parece Tilín es a Quackity.

Puede que ellos estén aquí o puede que sea confusión, él mismo debe que estar seguro.

No pudo evitar sentirse feliz al pensar que ese niño sería Roier, ese sentimiento cambio a uno de preocupación, si el niño está aquí, seguro que Quackity y tal vez sus abuelos también.

Luzu sentía demasiadas emociones.

Por una parte estaba feliz, por su hijo, otra por los nervios en encontrarlo junto con su padre y que empiece hacerles demasiadas preguntas... La preocupación de que si se encuentra con los padres de Quackity o sus abuelos, le quiten a su hija o algo malo le pase.

Esto le causaba algo de ansiedad.

Él no quería regresar a su antigua vida, el cual no podía hacer nada, aparte de cuidar a su hijo y aguantar a su esposo. Ahora está feliz, tranquilo, viviendo una vida que siempre quiso, con su hija, un buen trabajo y paga, con sus amigos cerca... No quería dejar eso.

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Ya había pasado varias semanas desde que Tilín entró a la primaria, las cosas van demasiado bien. Luzu piensa sobre el tema de que Roier y Quackity estén aquí solo sea un invento de su preocupación, ya pasó unos dos día después de eso y por suerte no lo ha encontrado.

Pero en la entrada vió a un niño un poco parecido a su hijo... Debió ser por el cabello castaño y por la mochila de spiderman, muchos niños sin así. Eso alivia a Luzu.

Aunque él parece que está huyendo de su hijo, eso no es lo que quiere, Luzu anhela poder estar con su pequeño, solo que, no quiere dejar la libertad a la cuál escapo para tenerlo.

La accion de escapar fue muy imprudente.

Luzu se tortura por sus acciones.

Cada acción tiene su consecuencia, y Luzu piensa que no tarda en llegar, lo presiente ahora más que nunca.

-Wow, vaya chaval, es sorprendente. - Luzu le había contado a Vegetta sobre lo que su hija le dijo, aunque le hubiera gustado momentos después de que ella se lo contó, no podría, pues Vegetta estaba de viaje por trabajo.

Luzu le hubiera dicho en llamada pero Vegetta insistió en que le diga cuando él esté en casa. Cuando el azabache llegó, trajo un acompañante, alguien que es amigo de ambos. Luzu, un poco molesto por no avisarle que traería a Rubius, los dejo pasar de todos modos.

-¿Dónde está mi sobrina guapísima?.- Vegetta se agachó con los brazos abiertos.

-¡Tío Veg, Tío Rub!.- corrió la niña Hacia el azabache para corresponder a su abrazo.

-Dios, Pero mira que guapa está, cada vez más grande y guapa.

-Veg, solo unas semanas no la ves, no es para tanto.