Epilogo

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Había pasado ya un año y medio desde que Mei huyo de su hogar.

Las cosas iban bastante normal, la tristeza desaparecía poco a poco.

La señora Ming le rezaba a sus ancestros cuando de repente su marido la llamo.

-Espera un momento, esta oración es importante, no puedo interrumpirla-Dijo ella.

-Esto también es importante, quizás finalmente Mei apareció-Dijo su marido.

La señora se levantó rápido y su marido la llevo hasta el televisor donde pasaban las noticias.

Aquí viene un guionaso XD.

Noticias:

Estamos en la reserva natural de Toronto, donde hace cinco años se trajeron pandas rojos para conservarlos.

Se intentó cuidar la población pero era difícil hasta que hace unos meses apareció esta linda y enorme panda roja que ven en el video, no sabemos de dónde vino pero es muy amigable.

La rescatamos, estaba muy lastimada y cuando llego aquí se llevó muy bien con los demás pandas.

Le pusimos de nombre Nala, es muy simpática, pero lo más sorprendente es que siempre se la pasa apareándose ha dado a luz a muchas crías, todos esos juguetones que ven ahí son su hijos.

No sabemos cómo es que llego a ser así de grande, pero siempre se acomoda con tal de aparearse.

El comportamiento de Nala es muy extraño, siempre quiere estar a lado de un macho incluso para dormir y lo más raro es que no hay día en que no se aparee con todos, sea temporada o no ella siempre se la pasa jugando, parece gustarle mucho.

Enviaremos a Nala a china, a la reserva del país pare que se relacione con los demás pandas y quizás así la especie deje de estar en peligro de extinción, aquí ya dio como a 70 crías en total.

La señora Ming apago el televisor y junto a las tres amigas y su marido fueron rumbo a esa reserva.

Tardaron horas pero finalmente llegaron, les recibieron muy bien y les guiaron a donde estaba la reserva de pandas rojos.

-Ahí esta...o vaya ahora mismo se está apareando, quizás mas tarde...-Decía el guardia pero los padres pasaron ignorándolo.

Un panda rojo estaba montado en Mei metiendo su pene, los guardias alejaron al macho pero Mei inmediatamente le siguió para que siguió apareándose.

La señora Ming lloro en pena de ver en lo que su hija se a convertido.

Mostraron comedia y todos los pandas fueron a por la comida excepto Mei que sometió a uno de los machos para que el continuara apareándose hasta correrse dentro y luego lo soltó.

Mei se acercó en cuatro patas hasta la reja donde estaba su antigua familia pero no parecía reaccionar como humana, se comportaba tal cual un panda rojo.

-Mei, soy yo....tu madre...recuérdame- Decía la señora con lágrimas en los ojos y con las manos temblándole.

Mei se paró en dos patas pero seguía pareciendo un animal, comió un poco de bambú y fue a por un macho para que la monte pero este último estaba muy cansado.

-Mei, míranos, somos tus amigas, recuerda nuestras canciones, mira tuvimos a tus bebés-Dijo Miriam.

Las amigas mostraron a los bebés, Mei se acercó pero luego fue a por otro macho que si estaba con energía y comenzaron a aparearse.

Mei tenía una cara de satisfacción, le encantaba tener sexo y quizás no había otra cosa que la hiciera más feliz.

-Bueno, por favor vamos a cerrar, debemos llevar a Nala a su jaula transportable para que vaya a China, por favor....-Decía un guardia.

-NOOOOOOO, ES MI HIJA, NO SE LA LLEVARAN, NO SE LA LLEVARAN MEI, MEI POR FAVOR SOY TU MADRE RECUERDAME MEI-Gritaba desesperada la señora.

Mei les ignoraba y solo saco la lengua por la satisfacción de que el macho se corriera en ella, aun quería más así que fue por otro macho.

Los guardias tuvieron que sacar a la fuerza a la señora Ming, la cual estaba por convertirse en panda pero su marido logro calmarla por los pelos.

Se quedaron afuera hasta el anochecer cuando la jaula traía a Mei anestesiada ya que no quería alejarse de un macho que le estaba dando muy duro.

Los guardias evitaron que la familia se acerque a la jaula.

La señora Ming no sabía qué hacer, quizás de verdad había perdido para siempre a su hija, no sabía que hacer, se estaba volviendo loca.

En su delirio imagino que Mei está muy feliz, ahora hace lo que tanto quería e ira a un lugar mejor donde ayudara a una especie.

Pero no importaba, era su hija y la quería de vuelta.

Estaba por volverse panda hasta que un guardia le disparo un tranquilizante por los nervios y antes de quedarse domrida le dijo al encargado de cuidar a Mei.

-Su nombre...no es Nala...es Mei...se llama Mei...

El guardia se puso triste, subió a la panda al avión y borro el nombre de Nala de los archivos y lo cambio Por Mei.

El avión despego y la señora Ming veía como se alejaba, como su hija se iba para jamás volver.

Cuando Mei llego a china le dieron los mejores cuidados, la televisión la conocía con ese nombre Mei.

Mei se relacionó muy bien con los demás pandas rojos y no pudo esperar a aparearse con cada uno de los machos.

Dio muchas crías y con el paso de los años la especie incrementaría como jamás se imaginaria.

Mei estaba tan feliz apareándose todos los días mientras en su casa nunca la olvidaran, nunca olvidaran a la persona que perdieron.




FIN



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FUTA: Una historia diferente-Turning RedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora