Habían pasado unos meses desde la intensa batalla con Medusa, y Madonnina vivía ahora en el campo de flores de la muerte. Su rutina se había vuelto una mezcla de soledad, meditación y entrenamiento, con las flores venenosas como su única compañía constante. El campo, con su belleza peligrosa, había llegado a ser tanto su refugio como su campo de batalla personal.
Una tarde nublada, el aire estaba cargado de una calma inusual. Madonnina estaba tocando su ocarina, su melodía melancólica resonando a través del campo. De repente, sintió una presencia familiar acercándose. Al alzar la vista, vio al viejo Adriano avanzando por el camino de flores venenosas, sin mostrar la más mínima preocupación por su letalidad.
Adriano, a pesar de su avanzada edad, caminaba con firmeza. Sobre sus espaldas llevaba una gran caja de metal, que a simple vista parecía extremadamente pesada. Sin embargo, Adriano la cargaba con una facilidad que desmentía su apariencia frágil. Su rostro estaba marcado por arrugas profundas, pero sus ojos brillaban con una intensidad que hablaba de sabiduría y fuerza interior.
Madonnina dejó de tocar y se levantó, observando al anciano con una mezcla de curiosidad y respeto. Adriano se acercó lentamente, hasta que finalmente llegó junto a él. Con una sonrisa solemne, el anciano depositó la caja de metal en el suelo con un ligero suspiro de alivio.
-Madonnina -dijo Adriano con voz grave y calmada-, esta es la armadura que Manasá ha creado para ti. Es un símbolo de tu nuevo papel y del legado que llevas contigo.
Madonnina miró la caja con una mezcla de asombro y reverencia. Sabía que esto era más que una simple armadura; era un reconocimiento de su viaje, de su sacrificio, y de su responsabilidad como Bendito Guardián de Italia. Adriano se arrodilló junto a la caja y comenzó a abrirla, sus manos temblorosas pero firmes en su propósito.
La tapa de la caja se levantó con un leve crujido, revelando la armadura en su interior. Era una obra de arte y poder, hecha de un metal que parecía resplandecer con un tono verdoso oscuro, decorado con detalles morados que se entrelazaban en patrones complejos. La armadura imitaba el aspecto de la diosa Manasá, con elementos que recordaban a serpientes y flores venenosas, simbolizando tanto la influencia de Medusa como la propia evolución de Madonnina.
Adriano levantó cada pieza con cuidado, presentándola ante Madonnina con una especie de ceremonia silenciosa. Primero, el peto, que tenía un diseño elegante con detalles intrincados y una resistencia formidable. Luego, las grebas y las pantorrillas de metal, que completaban el conjunto, cada pieza encajando perfectamente con las demás, creando una armadura que era tanto funcional como simbólica. La armadura dejaba libre la cabeza de Madonnina, permitiendo que su hermoso rostro quedara expuesto y recordando a todos su increíble belleza.
-Esta armadura no solo te protegerá en la batalla -continuó Adriano-, sino que también te recordará quién eres y cuál es tu misión. Llevarla es un honor y una responsabilidad.
Madonnina asintió, sus ojos fijos en la armadura. Sentía el peso de la responsabilidad y, al mismo tiempo, una nueva determinación. Con la ayuda de Adriano, comenzó a ponerse la armadura, sintiendo cómo cada pieza se ajustaba perfectamente a su cuerpo. Cuando terminó, se sintió diferente, más completo. La armadura no solo le daba una nueva apariencia, sino que también le otorgaba una sensación de conexión con su pasado y su futuro.
Adriano se levantó, observando a Madonnina con orgullo.
-Ahora eres Madonnina de Manasá -dijo con voz solemne-, el Bendito Guardián de Italia. Que Manasá te guíe y te proteja en tu camino.
Madonnina miró al anciano y asintió, sintiendo una nueva fuerza y claridad. Sabía que su camino no sería fácil, pero estaba listo para enfrentarlo. Con la armadura de Manasá y el recuerdo de Medusa, estaba preparado para proteger su tierra y llevar adelante el legado que le había sido confiado.
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Flor del Infierno
AzioneEn una mansión apartada del mundo, Madonnina vive una vida de lujo pero de profunda soledad. Atrapado entre las expectativas de una familia que lo mantiene oculto del mundo exterior y sus propias luchas internas, el joven se siente desconectado de s...