08

122 12 1
                                    

𝐍𝐢𝐧̃𝐚
🝮︎︎︎︎︎︎︎

Amo dormir, amo mi cama, amo estar acostada sin hacer nada. Es mi pasatiempo favorito.

Pero todo lo bueno termina, dicen por ahí.

Me levanto de la cama arrastrando los pies. Me baño y me pongo un conjunto deportivo gris que consta de un top con un short corto y pegado. Me ato el pelo en una cola alta y busco mis airpods.

Mientras bajo la escalera voy buscando una playlist para ir escuchando en el camino.

Me auto prometi salir a correr todas las mañana o por lo menos casi todas. Voy al gimnasio, pero salir un poco y hacer cardio creo que no esta demás.

Antes de salir me dirigo hacia la cocina a buscar una botella de agua para no morirme deshidratada.

Salgo con la botella en mano, pero me detengo al ver a la persona que esta parada en la esquina del salón frente al ventanal con sus manos en los bolsillo de su pantalón.

Antoni Mascherano.

— ¿Te castigaron?

Mi voz resuena en la habitacion y el se gira a mirarme.

— Digo porque estas solo en la esquina.

Me da una mirada de arriba hacia abajo y vuelve a centrarse en el ventanal, ignorando mi existencia por completo.

Se levantó con la tanga cruzada.

— Que simpático. Me caías mejor el otro día.

Escucho como sale una risa ronca de su boca.

— No me conoces como para determinar si te caigo bien o no.

Me acerco a pasos lentos— Claro que puedo. Lo defino según las vibras que das.

Él se gira para mirarme y ladea la cabeza.

— ¿Ah si? —asiento— ¿Y se podría saber que vibras te doy?

Que hot que es su voz.

Sonrio y miro mis pies— Eso no se dice, es un secreto.

— No creo que sea tan malo como para que no puedas decírmelo.

Vuelvo a mirarlo y me pierdo en los ojos oscuros que me miran. Ojos que vuelven a repasar mi cuerpo completo sin perderse ninguna parte.

— No das malas vibras.. das miedo.

— Gracias. —mueve su cabeza nuevamente hacia el ventanal– es un halago que me digan eso, ¿sabes?

— Que chico tan raro. ¿A quien le gustaría que le digan que da miedo?

– A mi. Y no soy raro, soy el líder de la pirámide, es algo que debo demostrar.

Vuelvo a caminar y me poso al lado de él imitandolo, mirando hacia el ventanal.

— ¿Que miras?

• 𝑌𝑜𝑢 𝐵𝑒𝑙𝑜𝑛𝑔 𝑇𝑜 𝑀𝑒 • | Antoni MascheranoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora