Capítulo 2: Donde realmente quieras estar

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Querer es poder.


La alarma lo sobresaltó en gran manera, pues a pesar de que pudo quedarse profundamente dormido su cerebro seguía en estado de alerta por todo lo sucedido. Sumado a esto, ese día tenía clases por la mañana temprano y su imprudencia de haberse puesto hasta el culo la noche anterior ya le estaba pasando factura.

- Dios... Mi cabeza... Ya cállate... -dijo en voz baja mientras intentaba desbloquear su celular con movimientos bastante erráticos, fallando en el proceso-

Cabía incluso la posibilidad de que siguiera borracho.

La poca sobriedad que lo acompañaba le recordó que tenía una exposición importante en esa fecha, cerca del final del ciclo, por lo cual no podía faltar; y además debía llegar con anticipación para coordinar con su grupo pequeños detalles que agregarían a la presentación. A regañadientes se sentó en su lecho y ahora sí desbloqueó su celular solo para darse cuenta de que el tiempo no estaba a su favor y esa era la tercera alarma que sonaba: Eran las seis de la mañana. Recordemos que la universidad le quedaba a dos horas de distancia y agregaré que su entrada era a las 7:30. Se levantó inmediatamente tomando conciencia de que llegaría atrasado y corrió a darse un aseo rápido. Estaba aún con la ropa de la noche anterior, por lo que se puso las zapatillas, se echó desodorante y revisó que su casaca no tuviera un fuerte aroma a cerveza. Finalmente y por las dudas se impregnó de una colonia que meses antes Xiomara le había regalado en su 4to aniversario y cogió su maleta para salir disparado a coger un taxi que lo llevara hacia la gran ciudad.

Iba caminando rápido sin pensar mucho en nada, ni siquiera en la exposición ni el tema del que le tocaba hablar. Se hallaba bastante cansado pues las dos horas de sueño que había tenido claramente no eran nada.

"Dormiré un poco en el carro y con eso estoy." pensó. "Ya después de la exposición podré dormir siquiera un poco en el aula y..." Entonces sus pensamientos cesaron, pues pasaba por la calle en la que había encontrado la caja y la gema la noche anterior, percatándose de que los bomberos retiraban con una grúa un carro que había subido hasta la vereda y se había chocado contra el muro de una casa abandonada. A pesar de estar con el tiempo justo para irse la curiosidad le pudo, por lo que se acercó a uno de los policías allí presentes:

- Buenos días. -dijo-

- Chico, no puedes estar acá. Está cerrado. -contestó rápido el oficial-

- Sí, lo sé. Solo quería preguntarle qué fue lo que pasó.

- ¿Qué crees que pasó? -dijo el policía con tono sarcástico- Creo que está más que claro que hubo un choque.

- Sí... ¿El conductor está bien?

- Nada grave, solo unas cuantas costillas rotas pero poco más. El examen de alcoholemia nos dirá luego si estaba ebrio. ¿Por qué te importa tanto? -indagó-

- Nada. Nada. Es que se parece al carro de un tío que tengo y pensé que podía ser él. -mintió-

El policía lo miró con cierta desconfianza; sin embargo no dijo más y solamente le repitió que se tenía que ir. Antes de retirarse Dante miró todo toda la escena lo más que pudo confirmando así sus sospechas, pues se trataba del carro que casi lo arrolla la noche anterior a solo metros de donde encontró la caja.

Todo el camino hacia el paradero y ya dentro del taxi trató de vislumbrar en su mente los pocos detalles que tenía de lo que hasta entonces pensó se trataba de una alucinación. Sin embargo, cuando llegaba a la parte en la que estaba en el departamento negaba con la cabeza para evitar pensar en ello ya que lo ponía ansioso. ¿La caja y la gema habían sido producto del alcohol mas en un pequeño momento de lucidez vio el peligro que suponía el auto próximo y lo esquivó para inmediatamente volver a alucinar con el departamento de su expareja? No encontraba sentido alguno para la situación por más que lo buscara, y la verdad el sueño tampoco lo dejaba pensar bien en alguna posibilidad de explicación y por la misma razón no lograba conciliar el sueño. Era un círculo vicioso. Miró entonces su celular para ver cuanto tiempo tenía hasta llegar a la universidad.

Teleport: En Todos LadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora