Shousuke caminaba por el pasillo de la escuela con una expresión severa en su rostro. Desde que el ____ se enfermó y él lo acompañó, no podía dejar de pensar en esos ojos morados que tanto le irritaban. "¿Por qué me siento así?", pensaba, irritado. Cada vez que lo veía, un nudo se formaba en su estómago, y eso le molestaba más que cualquier cosa.
Intentando evitarlo, Shousuke se alejó lo más posible, tomando rutas alternativas para llegar a sus clases y comiendo en diferentes lugares. Pero no importaba cuánto intentara, siempre había una razón para encontrarse con él. Esa mañana, mientras se dirigía a la biblioteca, giró una esquina y se topó de frente con ____.
—¡Oh, lo siento!— dijo el albino, retrocediendo rápidamente. Shousuke sintió una punzada en el pecho al ver el rostro de ____. Sin decir una palabra, Shousuke se giró bruscamente y se alejó, su mente era un torbellino de emociones.
En clase, Hitomi se dio cuenta de que algo no andaba bien. — Shousuke, ¿estás bien? Te ves un poco tenso últimamente— comentó con su típica sonrisa alegre.
Shousuke negó con la cabeza, evitando su mirada. —Estoy bien— respondió secamente, sin querer dar más explicaciones.
Hitomi, sin embargo, no se dejó engañar. Después de clases, decidió hablar con el ____ aver si sabia algo.
—Hey, ¿cómo estás? He notado que Shousuke está actuando raro contigo, bueno mas de lo normal. ¿Ha pasado algo entre ustedes?— preguntó, su tono lleno de curiosidad y preocupación.
El albino, confundido, le contó sobre su encuentro en el hospital.
— Desde entonces, parece que me evita aún más. No sé qué hice mal— dijo, su voz temblorosa.
Hitomi frunció el ceño, reflexionando.
—Tal vez... Tal vez no es que te odie más. Tal vez es algo más complicado— murmuró, más para sí misma que para él. Decidida a averiguar qué estaba pasando, Hitomi planeó una reunión "accidental" entre Shousuke y ____.
El día siguiente, Hitomi logró que ambos se encontraran en el jardín de la escuela.
— ¡Oh, Shousuke! Qué casualidad verte aquí. Estaba hablando con ____ sobre un proyecto, ¿quieres unirte?— dijo con una sonrisa inocente.
Shousuke miró a Hitomi y luego a ____ , sintiendo nuevamente esa confusión interna.
— No, no quiero— respondió, pero Hitomi insistió.
— Vamos, solo será un momento. Necesitamos tu ayuda— A regañadientes, Shousuke se sentó con ellos. Mientras trabajaban en el proyecto, Shousuke no podía evitar mirar a ____. Cada vez que sus ojos se encontraban, su corazón latía más rápido. Hitomi, observando todo, comenzó a entender lo que realmente estaba sucediendo.
— Shousuke, ¿hay algo que quieras decirle a ___? — preguntó Hitomi de repente, rompiendo el silencio. Shousuke se tensó, su mente en blanco.
— No... no hay nada— dijo, levantándose abruptamente y alejándose antes de que alguien pudiera detenerlo.
Esa noche, Shousuke no pudo conciliar el sueño. Se revolvía en la cama, recordando cada mirada, cada palabra.
— ¿Qué me pasa?— se preguntaba una y otra vez. Finalmente, decidió salir a caminar para despejar su mente. Mientras caminaba por las calles vacías, sus pensamientos se dirigieron inevitablemente hacia ___. La forma en que sus ojos morados parecían ver a través de él, la manera en que su timidez lo hacía ver tan frágil...
—No, no puede ser— se dijo a sí mismo, sacudiendo la cabeza. —No estoy... no puedo estar...—
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Al día siguiente, Shousuke decidió que necesitaba mantenerse aún más alejado. Evitarlo no era suficiente; tenía que encontrar una manera de sacar esos pensamientos de su mente. Durante el almuerzo, se sentó solo en una esquina del patio, tratando de concentrarse en su comida. Sin embargo, no pudo evitar notar cuando Hitomi y ____ se sentaron juntos, riendo y conversando. Un sentimiento de celos lo invadió, y se dio cuenta de que no podía seguir así.
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— Hitomi, necesito hablar contigo —dijo Shousuke más tarde, encontrándola en el pasillo. Hitomi lo miró con sorpresa pero asintió, llevándolo a un lugar más privado.
— ¿Qué pasa, Shousuke?—
— Es sobre ____ — comenzó Shousuke, su voz tensa.
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Shousuke se quedó en silencio, procesando que decirle a hitomi. Una sensación de pánico se apoderó de él al darse cuenta que estaba tardando mucho en hablar.
— Él es una mala persona. Es manipulador y egoísta. Deberías alejarte de él—
Hitomi lo miró con incredulidad. —¿Manipulador y egoísta? ¿Estás hablando del mismo ____ que yo conozco? Porque él es todo lo contrario, Shousuke. Es amable y siempre está dispuesto a ayudar a los demás—
— Es una fachada —insistió Shousuke, aunque una parte de él sabía que estaba mintiendo. — No es quien crees que es. Solo intenta engañarte —
Hitomi frunció el ceño, claramente preocupada por las palabras de Shousuke.
—No sé qué te ha llevado a pensar eso, pero creo que estás equivocado. Y lo que estás diciendo no tiene sentido. ¿Por qué de repente te importa tanto con quién me relaciono? —
Shousuke sintió cómo la frustración aumentaba en su interior. No podía decirle la verdad, no podía admitir que sus sentimientos eran lo que realmente lo perturbaban. —Solo quiero que estés a salvo— dijo finalmente, evitando la mirada de Hitomi.
Hitomi suspiró. —Shousuke, agradezco que te preocupes por mí, pero creo que estás equivocado sobre ____. Y no voy a alejarme de un amigo solo porque tú tienes una idea errónea de él —
Antes de que Shousuke pudiera responder, Hitomi se alejó, claramente molesta. Shousuke se quedó allí, sintiéndose más confundido y frustrado que nunca.
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Esa noche, Shousuke estaba en su habitación, frustrado. Se lanzó sobre su cama, mirando al techo mientras trataba de entender qué estaba pasando con él. Pensar en ____ lo llenaba de ira, pero no de la forma habitual. Era una ira mezclada con confusión y algo más que no quería reconocer.
—¡Maldita sea!—exclamó, golpeando la almohada con el puño. —¿Por qué tenía que meterse en mi vida de esta manera? Todo estaba bien antes de que él apareciera—
Shousuke se levantó de la cama y se sentó en su escritorio, encendiendo su teléfono. Abrió la aplicación de mensajería y vio un grupo que Hitomi había creado para los tres, donde solían coordinarse para proyectos y compartir cosas divertidas.
Con un suspiro, entró al grupo. Había un par de mensajes nuevos de Hitomi, hablando sobre un próximo evento escolar, pero Shousuke apenas los leyó. En cambio, algo más llamó su atención: la foto de perfil de ____ había cambiado. Ya no era la foto de un gato negro como solía ser.
Shousuke tocó la imagen para agrandarla y se quedó mirando la nueva foto. Era una selfie de ____, una sonrisa tímida en su rostro, sus ojos morados brillando suavemente. Shousuke sintió cómo sus orejas se calentaban y un rubor subía a sus mejillas.
—¿Qué estoy haciendo?— murmuró para sí mismo, sin poder apartar la mirada de la foto. Su corazón latía con fuerza, y una mezcla de emociones lo inundaba: confusión, atracción y una pizca de desesperación.
De repente, se dio cuenta de lo que estaba haciendo y se llevó la mano a la cara, tratando de ocultar su vergüenza, aunque estaba solo.
—¿Qué carajos estoy pensando?— se preguntó en voz alta, sintiéndose ridículo.
No podía entender por qué esa simple foto tenía tal efecto en él. Todo lo que sabía era que, por más que intentara evitarlo, ____ se había metido en su mente y no podía sacarlo. Shousuke suspiró y cerró la aplicación, lanzando su teléfono sobre la cama.
Se quedó sentado en la oscuridad de su habitación, tratando de calmarse. Pero la imagen de ____ seguía apareciendo en su mente, y con cada recuerdo, el calor volvía a sus mejillas. —Esto tiene que parar— murmuró. —No puedo seguir así—
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Hola muchachos cuanto tiempo pero ya hay cap ya casi se acaba el fanfic omg que fuerte
¿Como les va la vida?
