Momentos [RanKane]

Sin miedos

.
.
.

El viento soplaba y el sol deslumbraba. Las flores danzaban y los pájaros tarareaban. Una combinación perfecta en la naturaleza era lo que los acompañaba.

Era lo que engalanaba lo que sería la cita soñada.

Ranma le sonrió, antes de cogerla de la mano para llevarla a recorrer los senderos. Él le mostró todo lo que descubrió cuando visitó ese bello campo al que la llevó. Un sitio alejado de la ciudad, del ruido y la aglomeración que no se podía controlar. Un lugar sacado de la realidad, tranquilo, en el que sin interrupciones podrían conversar.

Los jóvenes disfrutaron del ambiente, rodeados de frondosos árboles y aire fresco. Además, de un atardecer de ensueño. El momento perfecto para expresar sus sentimientos. Para exponer lo que él sentía por ella.

—¡Wow! Este lugar es precioso —musitó Akane, hipnotizada por el paisaje—. Ni siquiera sabía que existía algo tan bello en esta ciudad —sonrió—. Gracias por la invitación, Ranma. No existe nada más hermoso que esto.

—Sí existe algo más hermoso que este lugar, Akane —murmuró muy espacio. Tan despacio que creyó que ella no lo escuchó; sin embargo, sí lo hizo, pues su mirada se desvió del sendero para fijarse en la de él. Solo en él—. Claro que existe algo más preciso —sutilmente acarició su mano—. ¿Quieres saber lo que es?

—¿Ra-Ranma? —Por una extraña razón, un nerviosismo la invadió. Una extraña sensación que nunca antes experimentó. Bueno, no a ese nivel en el que su corazón rápidamente palpitó. Él siempre provocó un aleteo en su interior, pero no a ese extremo. No como ahora en el que su mirada se intensificó y cerca pudo sentir su respiración—. Ranma...

—Lo más hermoso de este mundo eres tú, Akane —declaró, mientras tomaba sin permiso la mano de su compañera—. Tú eres lo más precioso de mi mundo.

—Y-yo...

Tendō por un efímero instante se congeló, ya que jamás creyó escuchar esa confesión. Ella desde el principio sintió una fuerte atracción por él, ya que los años lo convirtieron en un atractivo y apuesto joven. Un chico lleno de vigor y fuerza. Testarudo por excelencia; pero amable y agradable. Ideal para ella.

El complemento perfecto a ella.

No obstante, ella nunca se imaginó ser más que su compañera. Su amiga que reencontró, luego de conocerse en la infancia. Una amistad que revivió y creció, y que no creyó pudiese ser algo más.

Esta no era la primera declaración de amor que escuchaba, pues varios hombres anteriormente lo habían intentado. Sin embargo, esta sí era la primera declaración que le aceleró fuertemente el corazón. Sí era la primera vez en la que se permitió; así fuese por un segundo imaginar que le podría dar una oportunidad al amor.

Una oportunidad para experimentar qué era realmente el amor.

—Akane —Ranma tomó la otra mano de la joven, luego giró por completo el cuerpo para quedar frente a ella. Para que sus ojos solo la viesen a ella—, desde que nos volvimos a encontrar sentí algo especial. Algo extraño que nunca sentí por nadie más. Era como un pequeño hormigueo que me daba felicidad. Verte cada día en la escuela fue lo que me motivó a estudiar y a querer graduarme contigo, pues estudiar era la oportunidad perfecta para estar junto a ti —confesó con sinceridad—. Cuando nos mudamos aquí reproché y me molesté, pues habíamos dejado todo atrás. Mis amigos, mi escuela y la oportunidad de graduarme con quienes quería para hacer lo que quería. Sin embargo, ahora no quiero nada de aquello. Ahora solo quiero dar gracias a mi padre y a su trabajo por traerme aquí —sus dedos se entrelazaron a la perfección y su rostro se inclinó para quedar un poco más cerca de la chica que aceleró terriblemente su corazón—. Porque tú eras la razón por la que tenía que dejar todo atrás. Tú eres la chica de mis sueños, quien me da felicidad. Akane, me gustas, te quiero, te sueño, y quisiera que tú me dieras una oportunidad para permanecer a tu lado.

Su alma se liberó, su corazón fuerte palpitó, su respiración se pausó y el nerviosismo por fin terminó. Ranma sus temores superó y sin miedo se confesó.

Exponiendo sus sentimientos ante la chica que le robó el aliento. A quien se metió en sus sueños. A quien le entregó el corazón por completo.

Akane, apenas parpadeó, ya que esa confesión no se la esperó. Ella ni en sueños imaginó que él se le declararía en esa salida. En esa cita que él mismo planeó y que preparó con tanto amor.

Ella perpleja se quedó, pues sus palabras le llegaron profundo al corazón. Haciendo que las mariposas en su interior revolotearan alteradas por su confesión. Por esa declaración tan sincera de amor.

Ranma se ganó su corazón, y no se debía solo a la confesión ni a la cita que le preparó. Eso se debió a todo lo que él le demostró. A todo lo que él sin imaginarlo logró al mostrarle lo que había en su interior. Al enseñarle que detrás de ese semblante fuerte había un noble corazón, un joven apuesto lleno de hermosos sentimientos.

—Ra-Ranma... —balbuceó, susurrando el nombre que de su tembloroso labio salió—. Mi Ranma.

—Akane, mi Akane —musitó, besando con delicadeza el dorso de su mano—. Te quiero y quiero demostrártelo.

Saotome se acercó lentamente hasta sus labios. Deteniéndose a unos pocos centímetros para rozar sus labios. Él la contempló y con su mirada fija en ella esperó por su aprobación.

Ella lentamente la cabeza movió, brindándole su autorización. Dándole luz verde para que continuara con el proceso. Con esa acción que no quería que quedase sin efecto.

Con ese primer beso...

Los labios de Ranma tocaron suavemente los de Akane por primera vez. Sus labios se unieron en un tierno y delicado beso que sabía a miel. A un néctar que ninguno quiso dejar de beber.

El beso fue lento, despacio. Nada apasionado, nada mal intencionado. Ya que de él los más puros sentimientos brotaron. Dejando expuesto sus anhelos.

Dejando al descubierto que el amor se dio en dos seres que, quizá, desde siempre estuvieron destinados a amarse sin control.

Para amarse sin explicación.

Continuará...

.
.

¡Hola!

¿Cómo están?

Llegamos justo a la mitad de la week y, a partir de ahora, marcaremos un antes y un después con esta historia. De aquí en adelante veremos un cambio drástico en la relación de nuestros queridos Ranma y Akane.

No me queda más que agradecerles el cariño incondicional que me brindan a través de mis historias, pues cada voto, cada favorito, cada review son invaluables y valiosos para mí. ¡Mil gracias!

Los quiero y nos estaremos leyendo mañana.

Con amor.

GabyJaeger