*one shots(zosan y más)*

En camino para entrega ✉️

By:fuego infernal

Zoro está bastante seguro de que esa es la dirección que está en la caja mientras estaciona el camión de correos frente a la casa. Lo mira nuevamente mientras está a su lado en el asiento del pasajero, mirando la casa frente a la cual está estacionado antes de asentir para sí mismo.

Probablemente esta vez tenga razón. La tercera es la vencida, o eso es lo que le dicen.

Apaga el motor, se baja del camión para rodearlo y agarrar el paquete, sintiendo la tensión en los brazos. Sea lo que sea, esta cosa es pesada. Se alegra de todo el entrenamiento que ha hecho mientras empieza a caminar con ella y, aunque sus brazos se hinchan por el peso, no tiene ningún problema para llevarla de un lado a otro.

Cierra la puerta del coche y se abre paso por el patio delantero de la casa, tomándose un momento para mirar a su alrededor. Parece una parte muy pintoresca de la ciudad, las casas son todas pequeñas pero bien cuidadas, esta en particular se ve vibrante y hermosa, para ser honesto. El patio delantero parece estar bien cuidado, el pequeño jardín colorido y exuberante; reflexiona en silencio sobre cómo no tendría la paciencia para cuidar todo esto, y mucho menos el tiempo. La capacitación y lidiar con su trabajo en la oficina de correos ocupan la mayor parte, en realidad.

Pero es hermoso de todos modos, y es una parte de la ciudad que Zoro no suele visitar.

Se detiene en la puerta, listo para entregar el paquete a su dueño después de las pocas horas que había pasado tratando de obtener la dirección correcta, el timbre suena como música para sus oídos mientras siente que el peso del paquete comienza a lastimar sus brazos, entrenamiento o no, la cosa es jodidamente pesada.

Bueno, al menos esto cuenta como levantamiento de pesas, ¿verdad?

La puerta se abre lentamente después de unos segundos, y Zoro abre la boca para comenzar el aburrido proceso de entregar este paquete, cuando se detiene en seco. La persona que abre la puerta es una mujer, su cabello largo y rubio sobre sus hombros y uno de sus ojos, el otro brillando de un azul llamativo, un cigarrillo entre labios rosados y afelpados. Es alta y delgada, un vestido blanco que apenas llega a la mitad de sus muslos cubriendo su cuerpo, junto con un delantal rosa con una "S" bordada en él que muestra lo delgada que es su cintura. Parece mucho mayor que Zoro, y sin embargo ella es...

Joder, está buenísima.

—¿Ah, sí? —dice, y su voz hace que Zoro trague saliva—. ¿Ese paquete grande es para mí?

La forma en que lo dice suena como un ronroneo, y es difícil no considerarlo un coqueteo por la forma en que pestañea y le sonríe alrededor de su cigarrillo. Levanta la mano, delgada y de apariencia suave, para quitarle el cigarrillo, y hace pucheros mientras exhala humo al aire. Zoro se queda allí, fascinado, preguntándose si a ella le interesarían chicos más jóvenes. Algo en sus ojos le dice que sí.

Ella se ríe, y la magia se rompe un poco porque él puede decir que se está burlando de él, pero las líneas alrededor de sus ojos y la forma en que su mano se mueve para cubrir su rostro, apoyada contra su nariz torcida, la hacen lucir linda.

—Ahora, mi querido Mossy —tararea, dando unos pasos hacia adelante para sacudirle la gorra, con su ojo azul clavado en su cabello antes de volver a mirarlo a los ojos—. No me quejo de tu presencia, siempre me gusta disfrutar de una buena vista, pero creo que estás perdido.

Zoro parpadea y logra decir tranquilamente: "¿Qué?"

Ella sonríe de nuevo, casi con cariño, inclinándose hacia delante como si estuviera a punto de contarle un secreto.

—No he pedido nada —susurra, haciendo una mueca justo después de recostarse de nuevo—. Pero veo que lo que tienes es pesado, y hoy hace muchísimo calor —no lo hace, hace bastante frío, piensa Zoro—, así que me encantaría ofrecerte algo para refrescarte. ¿Quizás un tentempié? Estoy segura de que estás trabajando muy duro, ¿verdad, cariño?