Encontrarse con alguien a quien esperabas ver da otro tipo de serotonina al cuerpo. Emociona y estimula el cerebro haciendo que este hasta idealice o haga cambiar algunas características de aquella persona.
Mark esperaba ver a Donghyuck, verlo y comprobar como estaba. Al verlo al inicio no vio muchos cambios que no fueran obvios como su silla de ruedas y algunas vendas, sin embargo cuando veía los detalles mientras el contrario hablaba y hablaba sin pausa podía notarlos.
Como un leve moretón morado en su pómulo derecho, su labio cortado, ojos un poco más marcados, una palidez no tan severa y así sucesivamente.
Pensó, que tal como miraba a Donghyuck este mismo hacia lo mismo y tal vez aún más conociendo su perspicacia y amor al sobre análisis.
—Pero ya basta de mí, háblame de cómo te has sentido...
—Se siente irreal. ¿Cómo fue que en un momento íbamos tranquilos los cuatro listos para disfrutar del viaje y terminamos así?
—Lo siento Mark. Lo siento mucho, fue mi culpa. Si no hubiese propuesto ir a Jeju quizás nada de esto hubiese pasado.
—Creo que eres lo suficientemente inteligente para saber que lo que acabas de decir es ilógico. Es estúpido que agarres la culpa Hyuck. No te enfoques en ello sino quieres que te consuma, llévate de mí.
—Me llevaré del otro que se aferró conmigo a las malas en esta vida.
—Es lo que debes de hacer.
—Parece que estaremos juntos hasta que la muerte nos separe —Decía acercándose como para darle un beso a lo que él otro se apartó rápidamente.
—Siempre tienes que salir con una de las tuyas...Oye porque no te quitas esa manta de encima, pareces un abuelo.
—Que estés todo atrapado en tu cama amargado no significa que no halla frío.
—Espero que me estés bromeando, literalmente estamos en el pico del verano. Llamaré a Yuta para que te revise la temperatura porque esto no es normal. Es más dame, se ve suave.
Mark con su brazo libre tomo de una pequeña esquina la manta que cubría el pecho de Donghyuck y que había sido descubierto dejando ver su torso.
—Hyuck.
—Por esto me había tirado está tortura encima Mark. Pero sabes que, ya ni modo. No sirve de nada negarlo o hacer como que no ocurrió. Estoy bien, de verdad te lo juro, esto no fue nada.
Nada. Esa era la palabra que describía perfectamente la descripción del brazo izquierdo de Donghyuck. Había perdido este mismo y lo único que quedaba de él era su hombro que decoraba su torso como si fuese un tronco de un árbol. Una materia sin forma que es complementada por lo que la hace ser.
Ese era el detalle más notorio que Donghyuck poseía. Un detalle que le ofreció esa pesadez en el pecho. Aquella que había perdido cuando tuvo a su amigo con él. La que esperaba no sentir en un largo tiempo, había vuelto.
Fue como si súbitamente sus pulmones fuesen apretados eliminando la posibilidad de poder recoger aire. Se sintió como tal aunque su cuerpo solo decidió apretar lo que tenía en su mano. No sabía que decir, que hacer para darle consuelo.
No solo había sido uno de los sobrevivientes sino también el único que salió completo. Mientras su amigo tendría que aprender a vivir normalmente de nuevo, él solo esperaba sanarse en una cama cómoda. Mientras Hyuck tendría que tomar intensiva terapia, él estaría acomodándose en la cama, mientras Hyuck tendría que buscar una prótesis, él tendría que tomar sus pastillas y prepararse para hacer nada durante todo el día.
—Mark, nada de esto te debe afectar. Estoy agradecido de por lo menos contarla hoy —Tomo la mano de Mark, intentando aflojar su fuerza a la sabana de la cama —Además de que seré tu amigo cyborg desde ahora. Mejórate lo más rápido que puedas que mis golpes ahora van a estar duros de verdad.
Mark sentía vergüenza. Escuchaba la voz de Hyuck en la distancia pero no sentía que podía responder, no lo merecía, no se sentía correcto el hacerlo.
—Oye casi son las 5, que demonios. Me toca terapia, me voy al gimnasio de los desafortunados, nos vemos Mark. De nuevo no te preocupes por esto, pronto estaré mucho mejor, estaremos mucho mejor.
Donghyuck abandono la habitación junto con todas las ganas de mejorar de Mark.
Volvió a encerrarse en la burbuja de culpa que lo ahogaba de nuevo. Pero no sabía que era peor en ese momento. Las heridas sentimentales que se auto infringía o el repentino dolor de cabeza que solo podía ser explicado cómo un pitido fuerte dentro de esta.
Fue como si lo hubiese pedido. El dolor que había implorado como castigo divino por haber sido el único sobreviviente, el ladrón de almas de aquel accidente estaba teniendo lo que merecía, un dolor punzante en su cabeza que pensó no era nada como lo que sus padres habían vivido o lo que su mejor amigo vivía. Por un momento apareció el breve pensamiento curioso donde veía su propia contradicción. Era capaz de ver la inocencia de Donghyuck mas sin embargo no la suya propia.
No gritaba, no pedía ayuda ni se quejaba de esto, solo lo aceptaba como un pobre preso de sus circunstancias. Para colmo vio perfecto el hecho de que el dolor no fuese solamente fuerte sino duradero. Tanto así que le imposibilito dormir durante lo restante de la tarde y cuando finalmente el cielo cambiaba de opacidad, las nubes inexistentes y la luna presente fue debilitándose poco a poco.
Los toques en su puerta lo alertaban a abrirla y ver quién era pero el personaje apareció en seguida.
—Volví y no solo, sino que con tu cena y adivina qué...también las galletas de avena que te encantan.
—No puede ser Yuta, mejor te hubieses quedado —Decía riéndose y tomando su cena de las manos del contrario —No me había dado cuenta de tus uñas.
—Oh, intenté pintármelas hace poco y creo que dan un toque a mi estilo.
—¿Tu estilo? ¿Acaso estoy hablando con mi enfermero o con un modelo?
—Los dos. Fuera de broma es bueno tener una buena imagen y más que nada sentirte cómodo con ella. Hablando de eso, no has dormido ¿Cierto? Ya a este punto lo sé así que no me mientas.
Mark suspiró y miro por su ventana como si así pudiese evitar la pregunta.
—No he podido, me siento mal. No sé si pueda ver a Hyuck a los ojos de nuevo.
—Tienes que verlo como es lo que es Mark, estas confundido e intentas buscar un culpable, pero por más sentido y lógica que le intentes poner es imposible que seas el causante de lo que pasó. Por eso fue un accidente. Nadie quería ese final.
—Si eso es cierto, ¿Por qué no puedo sentir la felicidad de estar vivo? Siento que le robe la oportunidad de estar vivos a mis padres.
—Míralo como una segunda oportunidad. Ellos no lo tuvieron pero seguro que hubiesen dado su vida por ti, vívela aunque sea por ellos. Úsalos como tú razón. Si no tienes una, por mucho que te ayudemos y mediquemos nunca sanaras.
—Se ve una opción lejana Yuta. Pero si tienes razón en eso. Los padres nacen con una naturaleza de sacrificarse. Si me pudiesen ver en donde sea que estén se estarían volviendo locos —Río al imaginarse a su padre gritándole y a su madre calmándolo. —Siempre se preocupaban por mi bienestar.
Yuta se acercó a Mark y acarició su hombro estable en lo que le respondía.
—No son los únicos, tienes a personas que se interesan por ti, aunque no lo veas. Somos seres sociales que creamos lazos con otros. Si sientes que no tienes una razón para sentir, usa tus lazos y sostente de ellos fuerte con todas tus fuerzas.
—Gracias Yuta, apenas estoy despierto pero te debo mucho.
—No me debes nada, ya todo te llegará a la factura cuando estés sano así que descansa mucho y nos vemos mañana.
En su despedida alborotó el cabello de Mark mientras sonreía y partía su camino.
Mark en cambio solo vio a su nuevo amigo, si así podía llamarlo luego de dedicarse a tener tales charlas, irse y solo quiso que ese gesto, o el momento completo pudiese repetirse.
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honeyboo - yumark
FanfictionPara Yuta su paciente Mark era dulce y adictivo como la miel. Debido a esto su objetivo era cuidarlo y ayudarlo en su recuperación.