honeyboo - yumark

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El tiempo durante el reposo de Mark era algo curioso. Dicho por sus propias palabras era algo tan moldeable que ya ni decía si el tiempo había pasado rápido o lento.

Pero tenía una manera de que pasase rápido y era hablar con Yuta y tener sus conversaciones express, pasar tiempo con Hyuck, que era algo casi raro de ver ya que el menor pasaba por muchos procesos o ver los chats con sus padres por su celular.

Nueva forma de tortura desbloqueada.

Aunque variaba los sentimientos cada vez que los veía, estos solían ir de tristeza y melancolía a gozo y risa.

Así es que pasaban sus días en el hospital.

Personalmente se sentía mejor físicamente. Ya iba recuperando su propio cuerpo y a sentirlo suyo de nuevo. Tenía más movilidad en su brazo, ya sus costillas no sentían tan entumecidas y en general ya Mark podía volverse a considerar un poco más humano, según él.

En esos pocos días también seguía hablando con Hyuck y a pesar de que la culpa seguía ahí era más fácil comprenderla y en algún punto aceptarla. Hablando del menor, este ya estaba siendo medido para la obtener su prótesis, algo que le emocionaba bastante. Esto en algún punto le incomodo a Mark.

¿Cómo puede estar feliz obteniendo algo que le va a estar recordando eternamente su accidente? No pensaba que debía estar triste todo el tiempo acerca de ello pero ver que Donghyuck ya encontraba la felicidad "rápido" le extraño.

Aunque siempre habían sido así de diferentes. Donghyuck perseguía sus objetivos inmediatamente y siempre positivo mientras él debía asimilar todo antes de accionar. De tal manera agradeció la forma de ser de su amigo. Le daba estabilidad a su amistad.

No planeaba hacer invocar a Hyuck pero justo ahí apareció con la sonrisa que siempre ponía cada que se veían. Su rostro también cambió al verlo. Era como una reacción en común que los dos tenían al verse.

—Mark, adivina.

—Empezamos mal, Hyuck.

—Traje algo para entretenernos un poco mientras damos nuestro chisme diario médico.

—Ya hasta le pusiste nombre a las horas de visita, ¿Qué es? ¿Un uno? Por fin haces algo bien.

—Claro. Oye...Ayer escuché que el enfermero Doyoung está ahí todo amistoso con la chica interna de al lado. Uff ahí estaban que parecían amigos de toda una vida.

—¿Y cómo sabes que no lo son? —Decía mientras repartía las cartas entre los dos.

—¿Por qué crees? Tengo mis fuentes. Me lo dijo mi nuevo amigo de terapia, Jeno. Hasta los shippea el enfermo.

—Los dos lo están. ¿En eso es que están?

—Algo hay que hacer. Pero ya aquí entre nosotros no sé cómo los pacientes se intimidan tanto con los enfermeros. Solo nos tratan bien porque les pagan bien, igual como que los idealizan por eso, no sé cómo se dejan caer ahí.

—Igual tú que dices si eres amigo del doctor Suh, ¿se lo dejas pasar porque es doctor y no enfermero?

—Sabes que nunca pasaría. Además de que ya lo conocía antes. Igual somos amigos y ya, ¿que nos andas shippeando? ¿Debo juntarte con Jeno?

—No gracias, se pueden quedar ustedes dos en su club.

—Bueno, yo ni te pregunto qué piensas de esas intimidades. Se ve que ya te hiciste amigo súper íntimo de Yuta.

—Algo así, solo hablamos de vez en cuando. Maldición no tengo amarillo ni 8.

—No tienes que hacerte amigo de cualquier extraño random. Espero no le hayas contado nada de tu vida.