Capítulo 18

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Jungkook está tomando el sol en una mecedora al costado de su piscina, el verano está haciendo acto de presencia y se puede apreciar en la subida de temperatura y el brillante sol. Por la mañana Taehyung fue a trabajar, Jungkook solo envió un plano que tenia pendiente y ahora está tomándose el día mientras perfecciona su bronceado.

—Tengo que aprovechar que aún eres solo una pequeña Manchita —dice mientras acaricia su abdomen que tiene una ligera protuberancia —Porque cuando crezcas no podré ponerme un traje de baño y déjame decirte que a papi le gusta usarlos.

Jungkook abre el nuevo libro que compró y se pone a leerlo, el patio esta en silencio, solo se escuchan pequeños ruidos de pájaros cantando y las risas de los niños de sus vecinos, todo está en paz y fácilmente el omega se aburre de la lectura y se queda dormido.

Taehyung regresa temprano, quiso almorzar junto a su omega, asi que se tomó la tarde libre, de camino a casa compró girasoles para regalárselas a su kook.

Entra a casa y todo está en silencio, su lobo se inquieta pero logra controlarlo, supone que Jungkook debe estar durmiendo asi que se dirige a su habitación y ve la cama vacía, deja el ramo de girasoles en la mesita de noche.

"No está" dice Darkhor.

"No me había dado cuenta" responde Taehyung en tono sarcástico.

"No te hagas el estúpido, vamos a buscarlo".

Taehyung sale de la habitación, entra a la cocina y sale al patio, al instante ve a su Omega durmiendo en la mecedora. Su mano está en su abdomen, lleva puesto un traje de baño azul marino, su piel tiene un hermoso bronceado, sus lentes de sol están torcidos y en el piso se encuentra un libro medio abierto.

Jungkook se ve tan sexy que las pupilas de Taehyung se dilatan, toman una tonalidad rojiza y Darkhor gruñe, un gruñido de advertencia para cualquier alfa que esté cerca y se aleje, aunque resulta innecesario, nadie se acercará a su casa e intentará llevarse a su Omega pero nunca está de más prevenir piensa el Lobo.

Se acerca a Jungkook con pasos silenciosos y una mirada lujuriosa, él piensa divertirse mucho, una semana sin sexo es una tortura y él no piensa perder un minuto más, recuperará toda esa semana en un solo día, lo jura.

Se pone de cuclillas al costado de la mecedora, le saca los lentes de sol y acomoda su flequillo, reparte suaves besos en el rostro de su Omega y es recompensado con una risita y brillante ojos azules que lo miran con amor y diversión.

—Hola Omega —dice Darkhor con voz grave, está tratando de controlarse y no arrancarle el traje de baño a Jungkook en este instante.

—Hola Dark bonito —responde el Omega —Salieron temprano del trabajo —señala.

—Taehyung quería almorzar contigo.

—¿Y tú?

—Sabes que si por mi fuera no me despegaría ni un minuto de ti pero tenemos que proveerte, darte lo mejor, darte todo lo que mereces.

—Tan buenos, siempre tan buenos —el omega le da un beso en los labios.

—Es porque eres un Omega maravilloso, por eso nosotros nos esforzamos tanto.

—¿Tanto como para que me prepares el almuerzo? —pregunta Jungkook tímidamente.

—Por supuesto pero después quiero comerte a ti —dice el lobo con un gruñido.

Las mejillas de Jungkook se tiñen de rosa pero también tiene una sonrisa lasciva, un contraste adictivo en el pequeño ojiazul.

—Tienes un trato ahí guapo, ahora cárgame —dice Jungkook mientras estira los brazos cerrando y abriendo los puños.

Bleuâtre | ᵗᵃᵉᵏᵒᵒᵏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora