Final

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4 años después.

La luz del amanecer que entra por la ventana hace que las espesas pestañas de Jungkook creen sombras en sus pómulos, su nariz y sus delgados labios le dan una apariencia angelical, eso le recuerda a Taehyung la primera vez que despertó con su alma gemela al lado, las mariposas en su estómago y la calidez que siente en su corazón no han cambiado.

Acaricia con sus dedos el rostro de su amado, su dedo índice traza su mandíbula, podría dibujar a su Jungkook con los ojos cerrados, conoce cada rasgo, cada detalle, cada lunar, el resultado de casi una década de besar cada parte del cuerpo de su Omega.

Besa las mejillas de su Sol tratando que despierte, es una regla que ambos vayan a la habitación de su cachorra a despertarla y darle los buenos días, desde hace unos meses la encuentran despierta y tratando de vestirse sola, Jungkook adora el estilo de su cachorra, ¿Quién dijo que el naranja y el azul no combinan?

— Cariño, despierta — dice Taehyung — Abre esos ojos.

— Si no me muevo no me ves — le responde Jungkook con la voz grave.

Eso hace que Taehyung ría a carcajadas, Jungkook siempre tiene algo que decir.

— No seas perezoso, creo que nuestras bebé ya despertó, está haciendo ruido.

Jungkook abre los ojos y un ángel consigue sus alas en el cielo.

—Buenos dias amor —dice el castaño.

— Días porque buenos tus besos — responde Taehyung.

Jungkook sonríe y un arcoíris salió en alguna parte.

— Alfa cursi, vayamos a ver qué hace nuestra cachorra.

Ambos se levantan y van a la habitación de su hija, la encuentran con un tutú rosa, una blusa amarilla y calcetines de distintos colores, Taehyung es un buen padre así que se aguanta la risa, Jungkook lo codea y cuando lo ve, el ojiazul levanta las cejas repetidamente, son los padres del año.

— Buenos días Dae — le dice Jungkook a su pequeña — ¿Dormiste bien?

—Buenos días Papi, dolmi bien.

—Me alegra oír eso cariño —dice Taehyung —¿Te ayudo a vestir?

—Pol favol —dice amablemente la cachorrita.

Jungkook se acerca y deja muchos besos en las regordetas mejillas de su bebé, antes de salir de la habitación para asearse y luego hacer el desayuno, Taehyung la ayuda a vestirse, supervisa que se cepille bien los dientes.

— ¿Puede papi Dark peinarme? — pide batiendo sus espesas pestañas, sabe que no tiene ninguna oportunidad cuando esos ojos azulados lo miran suplicante.

Los ojos de Taehyung se hacen rojos, a  Daehyung el cambio le parece fascinante, ama a sus padres con todo el corazón y sabe que su papi es la rey de la casa.

— Hola cachorra — le dice Dark.

— Papi bonito quielo que me hagas tlenzas.

—Las trenzas están pasadas de moda, las niñas de ahora usan coletas.

— ¿Son lindas?

Darkhor agarra la crema del tocador y la pone en los rizos de su pequeña, pasa el peine tratando de desenredar las hebras.

— Por supuesto, ese es el look de hoy querida, al menos eso fue lo que decía en la revista que leí — comenta mientras la peina.

— Me gusta.

— Cuéntame bonita ¿Cómo te está yendo? ¿Cómo te trata la vida?

— Bien papi, yo feliz.

Darkhor sonríe ante la respuesta de su hija, su cachorra es feliz, eso lo hace sentir bien, es todo lo que busca.

— Ya está, te quedaron bien, vuelve pronto — dice mientras acomoda las coletas.

— Lindo, glacias papi.

— Son 10 dólares — dice el lobo extendiendo su palma.

— No tengo dinelo, lo siento.

— 10 besos entonces — negocia el Alfa.

Atenea reparte besos en el rostro de su padre, con sonrisitas incluidas, luego sale corriendo de la habitación hacia la cocina para mostrarle a su papi lo bonita que está hoy.

Se mudaron a su cabaña en el bosque cuando Daehyung cumplió un mes, viven ahí desde entonces pero pronto volverán a la cuidad porque la cachorra tiene que ir al kínder, Taehyung sabe que será un mar de lágrimas el primer día de clases de su hija pero ya se está preparando mentalmente.

El ojiverde tiene un huerto de verduras y Jungkook mandó a construir un pequeño invernadero para sembrar flores, es el lugar favorito de su pequeña rizada, todas las mañanas va con su papi a regar las flores y hacer ramos para ponerlas en la casa.

Sus padres le construyeron una casa en el árbol pero tiene prohibido subir sola, hacen pijamas y ven las estrellas al menos una vez a la semana. Quiere un perro pero le dijeron que es muy pequeña para ser responsable de uno, tiene que esperar un par de años más.

Al medio día Taehyung sale por la puerta trasera con una cesta llena de bocadillos, su pequeña familia está al borde del lago, su alma gemela está sentando en una manta viendo como su cachorra llena una cubeta de pequeñas piedras, camina hacia ellos y se sienta al lado de Jungkook.

— Hice sándwich — le dice a Jungkook.

— ¿Les pusiste aguacate?

— No amor, sé que no te gustan.

— Pero ahora se me antojan — hace un puchero.

— ¿Desde cuándo? — pregunta Taehyung con una sonrisa.

— No lo sé, lo único que quiero es comerlos.

Desde hace unos días Taehyung notó los cambios en su Omega, pensó que su celo estaba cerca pero no fue así, tiene ligeras sospechas pero no quiere decir nada aún, está esperando a que Jungkook reconozca los síntomas.

— papi mila — dice Dae llegando a sus lado — Es bonita.

La cachorra sostiene en sus manos una piedra con forma extraña, no tiene nada especial pero si Dae dice que es linda, entonces lo es.

— Es bonita amor, una más para tu colección — le dice Jungkook.

— Siéntate bebé, es hora de comer — pide Taehyung.

Almuerzan mientras hablan de la pronta boda de Yoongi y Jisoo, NamJoon está de vacaciones con su hija Hari en Cancún, Hoseok y Eunchae tienen problemas de pareja pero dijeron que no es nada de qué preocuparse, que lo solucionarán, Haerin se mudó a Estados Unidos y Lily vive en Manchester, las gemelas son unas adolescentes rebeldes que solo hacen que Sullyoon tenga dolor de cabeza y Jiyun se volvió a casar hace un año.

Taehyung mira al horizonte el interminable lago, cuando voltea para decirle algo a Jungkook este ya lo está mirando, Taehyung puede ver en ese par de ojos azulados la primera vez que vio a Jungkook salir del ascensor en MinKim, la primera cita que tuvieron, su primer beso, el día que lo marcó, cuando supo que iba a ser padre, el cielo estrellado bajo el cual le pidió a su alma gemela casarse con él, el caluroso sol jamaiquino el día que se casaron, esos ojos azules que vio cuando escuchó el llanto de su bebé cuando nació, todo está ahí, en esos hipnotizantes ojos Bleuâtre

Fin.

[...]

Gracias por leer, Bleuâtre ♡

Bleuâtre | ᵗᵃᵉᵏᵒᵒᵏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora