Él era la estrella del equipo de americano.
Ella una simple chica que lo veía desde las gradas y, además, era su vecina.
¿Cómo es que siendo tan diferentes sus caminos se cruzaron?
❝𝘽𝙪𝙩 𝙨𝙝𝙚 𝙬𝙚𝙖𝙧𝙨 𝙨𝙝𝙤𝙧𝙩 𝙨𝙠𝙞𝙧𝙩𝙨, 𝙄 𝙬𝙚𝙖𝙧 𝙏-𝙨...
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Ya era lunes y ya me encontraba yendo hasta mi salón de clases con unos deliciosos brownies en la mano, que serían el postre del trato que había hecho con Bakugou. Cuando entre al salón, me tope con que él estaba ahí, me senté enfrente suyo y deje el postre sobre su pupitre.
—Aquí lo tienes —dije.
—Uy —tomo la bolsita y saco uno de su interior, en cuanto dio el primer mordisco, puso los ojos en blanco mientras su boca soltaba un sonido de satisfacción—. Carajo, Kayama, esto esta delicioso —dio otra mordida—. Voy a necesitar probar los demás postres que sabes hacer.
—De gratis no los voy a hacer, eh.
El salón poco a poco empezó a llenarse, se me hizo demasiado extraño ya que aún faltaba media hora para que empezará la clase, hasta que recordé que debíamos de ponernos de acuerdo para el festival escolar. Al ser de último año, nos teníamos que poner de acuerdo sobre que venderíamos durante el evento, a cada salón se les daba una tarea en específico, algunos venderían cosas —como nosotros— y otros corrían con la suerte de presentarse en el escenario principal. A todos los alumnos que asistirían, les daban unos boletitos que nos tendrían que dar a nosotros para poder comprar y, el grupo que juntará más, ganaba un pequeño premio. Claro que a nadie le importaba el premio, solo queríamos la satisfacción de ganarle a todos aquellos grupos.
Al parecer, Iida estaba intentando hablarle al grupo, pero nadie le hacía caso —incluyéndome—, así era hasta que Mina se paró a un lado de él, dio unos aplausos para llamar la atención de todos y lo logró.
—¡A ver, necesitamos ponernos de acuerdo para nuestro puesto del festival! —hablo mi amiga—. Claro que estamos perdidos si no estamos en el escenario principal, pero, aun hay otra opción que es la comida la cual todos aman. Lo que intentaba decir Iida era que hiciéramos unas deliciosas crepas.
—Ajá, pero, ¿quién se supone que estará en el puesto preparándolas? Dudo que alguien del salón sepa hacerlas —Monoma de inmediato ataco la idea de mi amiga.
—Pues te equivocas, oxigenado.
—¿Cómo me dijiste? —pregunto, completamente ofendido.
—Tenemos a mi mejor amiga, Yui, la cual sabe hacer unos postres deliciosos. Ella es nuestra pequeña arma secreta para que nuestro puesto sea de los mejores de todos.
—¿Y que me asegura a mí que ella sabe cocinar bien?
No me ofendía en absoluto que Monoma hiciera ese tipo de preguntas, a pesar de ser del mismo salón, siempre tenía que atacarnos de alguna forma.
—Toma —Bakugou le acerco la bolsita de los brownies y dejo que tomará uno—. Ella los cocino, creo que eso ya resuelve todas tus dudas.
Monoma comió un poco del postre y pude notar como todo su semblante cambió por completo, pero algo en él no quería admitirlo.
