2 🛠️

417 72 47
                                    










Bueno, tendría que haber escuchado. Realmente tendría que haberlo hecho. El techo tenía un poco más que goteras y la pintura resquebrajada, podía verlo claramente desde su lugar. Esos eran algunos bichos y seguramente humedad, no lo sabía con certeza, quizás si estuviera más cerca sería claro; pero Jeongin estaba tirado en el piso con seguramente una pierna rota.

Ese había sido el resultado de Jeongin intentando subir una escalera. Perfecto.

No sólo no tenía los conocimientos ni la capacidad física, sino que también era un inútil que no podía usar una escalera correctamente. Nunca se había sentido tan patético, o tal vez sí, unas semanas atrás cuando toda su vida se derrumbó. Por lo menos ahora no había nadie que pudiese verlo ni burlarse de él.

Jeongin se quedó ahí tirado por lo que parecieron horas, no sabe cuánto tiempo fue, en realidad. Pero se quedó allí contemplando esa esquina del techo que bajo la pintura se veía negra, húmeda, triste, patética. Si Jeongin fuese un techo, sería ese, sin dudarlo. Si fuese una herida más grande se dejaría morir, sería menos vergonzoso que enfrentar la realidad, pero claramente así no moriría. Así que debía levantarse.

Por suerte aún era de día, la noche anterior había dormido en su antigua habitación y había subido ahí sus maletas, no durmió demasiado pero pudo descansar el cuerpo.; y cuando se despertó, apenas pudo desayunar algo antes de ponerse a intentar arreglar algo.

Como pudo bajó la escaleras, teniendo mucho cuidado de no apoyar el pie dolorido, y llegó a la puerta principal.

Esto sí sería vergonzoso, pero no le quedaba de otra.

—¡Señora Kang! ¡Señora Kang! —gritó desde la entrada, sosteniéndose de la pared, como hacía cuando era un niño— ¡Señora Kang!

—¿Jeonginnie? —no era la señora Kang, pero sí su esposo, gracias a Dios— ¿Qué te pasó?

—Me caí —admitió con vergüenza—, ¿Puede llevarme al hospital, por favor? Creo que me lastimé el pie o la pierna, no lo sé, pero duele y no creo poder manejar.

—¡Claro que sí! —dijo él—. Espérame un minuto que llamaré a Sohee y te llevaremos, ¡Aguanta!

Horas después ya estaban en el centro de salud y Jeongin esperaba pacientemente por el resultado de su radiografía. Tanto Sohee como Jihoon seguían allí con él, le habían traído un café y unos panes dulces para que comiera durante la espera.

—Hijo, necesitarás ayuda con la casa —dijo él—, sabemos de alguien que puede encargarse.

—Lo sé, supongo que no soy bueno para la construcción —Jeongin se rió, incrédulo, no puede creer aún cómo siquiera lo intentó.

—Este chico es bueno —añadió la señora Kang—, nos ha arreglado varias cosas, realmente sabe hacer de todo, lo que le pidas. 

—Además es de tu edad, seguramente podrían hacerse amigos.

Amigos, Jeongin no tenía muchos. En realidad en este momento, no tenía ninguno. Eunsung se había encargado de cambiar todo su discurso para que los pocos amigos que Jeongin tenía, le dieran la espalda y lo dejaran. No le sorprendía, después de todo, desde el inicio habían sido amigos de Eunsung.

No quería pensar en eso.

—Claro —respondió con su mejor sonrisa, ignorando el nudo en su garganta—, pásenme su número si no es mucha molestia. Lo llamaré cuando vuelva a casa.

—¡Claro! Además lo vieras, Jeonginnie, es tan guapo. Y realmente sabe arreglar de todo, es excelente —contaba ella con una sonrisa.

Si la señora Kang tuviera que describirlo a él ¿Diría lo mismo? ¿Diría que es excelente, que es guapo, que es bueno en lo que hace? Jeongin no lo cree. Seguramente diría que tiene los ojos tristes y que parece todo el tiempo estarse conteniendo, como si estuviese constipado.

Mr. Handyman                       [  hyunin  ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora