Aou salió del mercado con una bolsa llena de comida. El sol de la tarde de Bangkok brillaba intensamente, y las calles estaban llenas de vida. Mientras caminaba hacia el departamento de Boom, su corazón no dejaba de latír con fuerza. No podía evitar recordar los viejos tiempos, cuando solían pasear por estás mismas calles, disfrutando de tardes similares, compartiendo risas y sueños.
El aroma de los platos tradicionales tailandeses le trajo a la mente recuerdos de almuerzos compartidos, de miradas cómplices y de bromas que llenaban el aire. Aou miró su reloj: eran las 2:45 pm. Tenía tiempo suficiente para llegar.
Al llegar al edificio de apartamentos, Aou subió las escaleras hasta el tercer piso. Mientras tanto los recuerdos seguían fluyendo. Tres años habían pasado desde que se despidieron, desde que Aou había partido a un país lejano. La distancia había sido dura, pero el amor que sentía por Boom nunca se había desvanecido. Frente a la puerta del departamento de Boom, respiró hondo y golpeó suavemente. La puerta se abrió casi de inmediato, y allí estaba Boom, con una sonrisa que iluminaba su rostro.
— Hola, Boom. — dijo Aou, tratando de mantener la calma en su voz.
— Hola, Aou. — respondió Boom, con una mezcla de sorpresa y alegría. — ¿Trajiste nuestra comida favorita?
— Sí. — asintió Aou, levantando la bolsa. —Como en los viejos tiempos.
Entraron al departamento, un lugar acogedor y lleno de recuerdos. La luz de la tarde entraba por las ventanas, creando una atmósfera cálida y familiar. Aou colocó cuidadosamente la comida sobre la mesa del comedor, arreglando cada platillo con esmero.
Mientras empezaban a comer, las conversaciones eran inicialmente casuales, hablando de sus trabajos y amigos comunes. Sin embargo, ambos sabían que había algo más profundo que necesitaban abordar. Las miradas furtivas y los silencios prolongados delataban la tensión bajo la superficie.
Finalmente, Boom tomó una profunda respiración y habló.
— Aou, siempre me he preguntado... ¿Por qué te fuiste realmente? Nunca pude entenderlo del todo.
Aou sintió un nudo en la garganta. — Boom, como te lo dije hace tres años, me fui porque no tenía otra opción. Mi papá había cambiado de trabajo y tuvimos que mudarnos al extranjero — comenzó Aou, su voz titubeando al recordar esos días difíciles. Se tomó un momento antes de continuar, sintiendo el peso de lo que estaba a punto de decir.
— Pero… nunca fue porque dejara de quererte. Nunca dejé de pensar en ti, Boom. Cada día, cada noche, siempre estuviste en mi mente. Fue la decisión más difícil que he tomado, pero pensé que era lo mejor para los dos.
Boom lo miró, sus ojos llenos de dolor e incomprensión. — ¿Lo mejor para los dos? ¿Cómo podría ser lo mejor? Simplemente te fuiste, Aou. Ni siquiera me diste la oportunidad de luchar por nosotros, la distancia no hubiera sido un problema para mí, lo hubiera intentado solo porque eras tú.
Aou bajó la mirada, sintiendo la culpa morder su interior. — Lo sé… y lo siento tanto, Boom. No quise hacerte daño. Quería que tuvieras la oportunidad de vivir tu vida sin la carga de una relación a distancia. Pensé que tal vez podrías seguir adelante, encontrar la felicidad sin mí. Pero nunca dejé de amarte.
Boom apartó la vista, mirando por la ventana como si intentara encontrar respuestas en el bullicio de la ciudad.
Aou tomó la mano de Boom, sintiendo el calor y la familiaridad. — Boom, estoy aquí ahora. No quiero perder otra oportunidad. ¿Podemos intentarlo de nuevo? ¿Podemos redescubrir lo que teníamos y construir algo nuevo?
Boom se levantó de la mesa y caminó hacia la ventana, mirando hacia la ciudad bulliciosa. Aou lo siguió con la mirada, sintiendo la necesidad de cerrar la distancia entre ellos. El silencio en la habitación era pesado, lleno de las palabras no dichas que ambos temían pronunciar.
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We trying again | [Aouboom]
RomanceSi crees que existen las segundas oportunidades, ¿por qué no darle una a nuestra historia?